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“En el mundo empresarial, ser mujer y joven genera desconfianza”

Carmen Manzano, fundadora de Almostop, recibirá el 18 de octubre uno de los reconocimientos del Gobierno regional por el Día de la Mujeres Rurales
“En el mundo empresarial, ser mujer y joven genera desconfianza”
Fotos cedidas
15/10/2024 - Paula Montero

Con tan solo 24 años es todo un referente en el mundo rural. Es mujer, joven y emprendedora y el próximo 18 de octubre recibirá uno de los cinco reconocimientos que el Gobierno regional entregará para conmemorar el Día Mundial de las Mujeres Rurales. Carmen Manzano (Villanueva de la Jara, 1994) fundó con tan solo 19 años Almostop, una empresa que fabrica y distribuye una loción contra las hemorroides basada en una receta ancestral de su abuela, Carmen Serrano. Graduada en Periodismo y Comercio Internacional, esta joven ha conseguido distribuir este producto entre más de 50 países y entre sus proyectos de futuro están trasladar el laboratorio de Almostop desde Valencia hasta Villanueva de la Jara, donde ya tienen su propio almacén. Para Carmen, este reconocimiento es un “orgullo”.

 

¿Qué supone este reconocimiento? 

Es un premio compartido. Reconoce  el trabajo de mi abuela, que fue la primera emprendedora, también el mío y el de todo el equipo. Mi abuela nació en 1924, no se dejó achantar por nada ni nadie a pesar de la época en la que vivió y esos valores nos los ha inculcado a nosotras. Este reconocimiento es un orgullo tanto para el pueblo de Villanueva de la Jara, como para mi abuela si lo viese y, por supuesto, para mí. 

 

Desde el Gobierno regional han destacado la combinación de tradición e innovación…

Efectivamente, Almostop es un proyecto que empieza de la nada. Hemos combinado una receta tradicional de mi abuela con la innovación, que viene de mi parte. Entre las dos hemos sacado adelante este proyecto que a día de hoy es una realidad.

 

Emprender con 19 años… ¿difícil?

Cuando empecé con el proyecto estaba en la universidad, no había acabado la carrera y empecé a darle forma a todo. El punto de inflexión fue el COVID porque tenía clases telemáticas, me vine al pueblo y fue cuando empecé a maquinar de verdad y a tomarme en serio el proyecto.  

 

¿Ha encontrado trabas en el camino? 

Sí, muchas. Partiendo de la base de que soy mujer en un sector muy clasista y que, además, soy joven he notado que esto genera entre la gente desconfianza. Esto es un cliché que debemos romper. Es cierto que hemos encontrado muchas trabas burocráticas y muchas piedras en el camino en todas las fases, desde registrar el nombre de la marca como tal hasta ya la materialización del producto y el proceso de comercialización. 

 

Venden en países extranjeros, echar la vista atrás y comprobar lo que han conseguido es un orgullo…

Sigue siendo duro no voy a engañar a nadie porque el día a día es una lucha constante. Somos muy pequeñitos, una empresa muy familiar, muy casera, donde todo lo hace nuestro equipo. Aún así nos sentimos muy orgullos de estar vendiendo a Colombia, Argentina o México desde Villanueva de la Jara. Cuando pienso que vendemos online en toda Europa, que exportamos a Latinoamerica de la mano de un partner y que estamos trabajando para ampliar mercado a Oriente Medio es cuando me doy cuenta de lo que hemos conseguido. Recibimos una media de 1.500 pedidos al mes y cuando preparamos un pedido para el extranjero las cifras se multiplican notablemente.

 

 

Estudió en Valencia y decidió volver al pueblo, ¿qué beneficios ha encontrado?

Todo se resume en calidad de vida. Podemos disfrutar las pequeñas cosas como la tranquilidad, estar solos y muchas veces cuando estamos fuera no lo valoramos. 

 

¿Algo que eche en falta? 

Sí, mejoras en la red de transporte y el acceso a los servicios. Por ejemplo, creo que es fundamental tener una sanidad y una educación accesible y de calidad para todos. Además, de poder conciliar vida laboral y personal. Para lograrlo es necesario atraer grandes empresas que permitan a la gente formada de los pueblos quedarse en ellos a vivir. En el medio rural hay grandes oportunidades y las empresas deberían verlo. Villanueva de la Jara, por ejemplo, tiene una posición estratégica porque estamos muy bien comunicados con Madrid y Valencia. Es fundamental crear un tejido empresarial para que el talento no se marche fuera. 

 

Tienen en mente trasladar el laboratorio a Villanueva de la Jara… crearán esos puestos de trabajo de los que hablaba anteriormente… 

El almacén lo tenemos en el pueblo y el objetivo a medio plazo es instaurar el laboratorio, pero tenemos un problema y es que en Villanueva de la Jara no hay disponible suelo industrial y no se pueden edificar naves. En cuanto este problema se solucione nos gustaría centralizar completamente la empresa aquí. A parte de eso siempre intentamos rodearnos de empresas del pueblo o de las localidades vecinas para fomentar el empleo. Por ejemplo, trabajamos de la mano de imprentas, empresas que nos hacen el packaging, gestión de redes sociales, asesores, red de transporte, todos de la zona. 

 

Una vez esté en marcha el nuevo laboratorio, ¿contarán con perfiles femeninos?

Obviamente, contaremos con mujeres que, por ejemplo, tengan la cualificación de técnico de laboratorio. Por ahora soy la única mujer y me encantaría contratar a otras, ya sean jóvenes o más adultas. 

 

“Las mujeres aportamos al medio rural mucha valentía y garra. Tenemos la llave para impulsar los pueblos y evitar la muerte del mundo rural”

 

El lema de este año es aportamos para crecer. ¿Qué aportan las mujeres al medio rural?

Aportamos valentía, mucha garra y, al fin y al cabo, somos fundamentales para evitar la muerte del medio rural. Tenemos la llave para impulsar el mundo rural. Tenemos mucho que decir, somos referentes en todos los campos y hay muchas valientes que emprenden e inician sus proyectos en los pueblos de la provincia. Las mujeres tenemos que creérnoslo, somos capaces de sacar un proyecto adelante ya sea solas o acompañadas. 

 

¿Se vende una imagen equivocada de los pueblos? 

Sí, yo creo que también no sólo se vende una imagen equivocada, sino que nosotros mismos la generamos también. Contribuimos a esa corriente de pensamiento negativo. Tenemos que defender y trasladar al resto de gente las ventajas que tiene vivir en el pueblo. 

 

Todavía hay mucho camino por recorrer para alcanzar la igualdad de género, ¿qué falta por hacer? 

Hacen falta educación y referentes. En cuanto haya un par de mujeres que lideren grandes multinacionales o haya líderes políticas van a ser el incentivo para el resto de mujeres que no se han atrevido a dar ese paso.

 

Como una de esas referentes,  ¿qué le diría a las niñas, a las adolescentes, a las madres que sueñan con poner en marcha su propio negocio?

Que se atrevan a emprender porque ahora mismo tan solo con un ordenador podemos hacer milagros. Las animo a formarse y si tienen una motivación, un proyecto, una idea, que tiren siempre hacia delante. Y si no sale bien no pasa nada, en la vida hay muchas oportunidades.  Hay que aprender a lidiar con el fracaso y la frustración. Pero sobre todo, que no se dejen achantar por nada ni nadie.