Librado Loriente: "El secreto está en adaptarse al mercado"

Este empresario taranconero, ha convertido una pequeña ferretería en un grupo de empresas de referencia en la provincia y la región. A sus 85 años, todavía no piensa en la jubilación
Setenta años. Casi toda una vida que ha dado para convertir una ferretería familiar en una empresa referente en Tarancón, la provincia y España. Lo que comenzó siendo un negocio de la familia Loriente allá por 1945 es ahora un grupo reconocido en el que trabajan día a día unos 90 trabajadores. En 2015 están de celebración. Dicen que quieren homenajear a sus clientes de siempre, pero también a los trabajadores que han ido pasando por esta gran familia. Al frente, incombustible, sigue aquel joven de 15 años que aprendía el oficio de la mano de sus padres en la década de los cuarenta. El próximo mes 16 de julio cumplirá 86 años, pero todavía sigue con fuerzas para dirigir y cumplir su máxima, dar a los clientes lo que demandan. Para ello, no ha dudado en adaptarse a los tiempos y expandir el negocio a lo que los mercados le han demandado. El Grupo Librado Loriente sigue creciendo y, mientras le aguanten las fuerzas, Librado seguirá comandándolo.
Setenta años y sin dejar de trabajar ¿Qué queda de aquel niño que empezó a trabajar con sus padres en aquella ferretería?
Muchos recuerdos. Empecé con quince años y todo era diferente. Seguramente, si contara algo de entonces parecería cosa de ciencia ficción, pero la juventud lo puede todo. Fui un joven de aquella época que empecé a trabajar con mis padres y después hice la mili a los 18 años con el fin de incorporarme lo antes posible al negocio que se inició con una ferretería de 20 metros cuadrados en la calle Zapatería de Tarancón.
Y después, ¿qué pasó? ¿cuál ha sido el secreto para que aquello derivara en el actual Grupo Librado?
Después del servicio militar volví a Tarancón me dediqué con mis padres, poco a poco, en lo que daba aquel momento. Lo que es hoy el Grupo Librado ha ido evolucionando de acuerdo a las necesidades de Tarancón, de Cuenca y de España. Lo único que hemos hecho ha sido no quedarnos atrás e ir adaptándonos a las necesidades que se han ido produciendo en estos setenta años.
Dicho así parece fácil, aunque tantos años y tantos cambios habrán supuesto un gran esfuerzo ¿cómo han conseguido superar los obstáculos que han ido surgiendo?
Ha cambiado todo y, a pesar de todas las dificultades que, como ahora se tienen, el paso que hemos conseguido en España ha sido de gigante. En realidad, cada rincón, cada sector, primero fue ferretería, después los electrodomésticos, los saneamientos y fundamentalmente siempre ha ido todo enfocado a maquinaria agrícola, donde somos distribuidores de grandes marcas. Yo he vivido la transformación del campo, desde lo que era arar con mulas a la mecanización con los tractores de última generación, en los que el tractorista prácticamente solo debe ir conduciendo.
¿Y cuál ha sido su filosofía en todo este tiempo, especialmente en estos últimos años en los que la crisis ha castigado tanto a la sociedad?
Muy fácil. Es algo que nunca me cansaré de repetir: nuestra filosofía siempre ha sido ir adaptándonos a las circunstancias. Creo que siempre hemos visto como venían las cosas y hemos actuado según manda el mercado. Llevamos un tiempo adaptándonos, ya no podemos hablar de crisis, podemos hablar de que hay una transformación en el mercado en varios sentidos y entonces el reto es adaptarnos a las necesidades y formas que marca la competencia.
Y no les va mal, puesto que aquella ferretería de la calle Zapaterías ha crecido hasta formar un grupo con distintas tiendas especializadas en varios sectores, ya no solo en Tarancón, sino también en la capital.
Ya tenemos unos 90 trabajadores. Empezamos mi hermano y yo, después continuamos con un único empleado, que ya lo jubilé hace muchos años. A él y a otros, porque durante toda la vida ha ido pasando por aquí mucha gente muy buena. Ahora, tenemos aquí donde se forjó el grupo en el centro de Tarancón, en la calle Miguel de Cervantes, ferretería y complementos y las instalaciones que se han ido adaptando a lo que nos demandaban, tiendas especializadas, almacenes especializados. Dentro del Grupo que es la misma cosa, nos hemos ido adaptando a las necesidades que el mercado nos ha pedido.
Un mercado fiel con el que han celebrado su 70º Aniversario recientemente con una jornada de puertas abiertas, diversas promociones y sorteos.
Por supuesto, el Grupo Librado es lo que es gracias a los clientes fieles que ha tenido. Por eso queríamos hacerlos partícipes de este aniversario. Pero también, por otro lado, todo es un homenaje al personal que trabaja. Librado es una persona, pero el grupo está compuesto por las personas que han participado en esto y, por ejemplo, mi mujer ha sido alguien importantísimo en crear lo que hay. Hace dos años que no está con nosotros, pero todo esto ha sido forjado por un equipo de personas que valen mucho.
Él las quiere y por ellas y, por su forma de ser, afirma que seguirá al pie del cañón. Por ahora, la jubilación no se le pasa por la cabeza.
Cada persona es distinta. Yo estoy haciendo lo que me gusta, tengo salud y lo puedo hacer y no voy a cambiar. Incluso egoístamente, físicamente hay que estar entrenando. Continúo levantándome a las 7 de la mañana a diario, los fines de semana montando a caballo y haciendo todo lo que puedo hacer y lo que mis fuerzas me permiten. Lo que puedo hacer, no quiero dejarlo.