"Mi intención es ser el mejor deportista de la historia en ciclismo adaptado"

Copas de España, Europeos, Mundiales, Juegos Paralímpicos... Hablar de la trayectoria de Luis Miguel García-Marquina son palabras mayores. El jerezano, asentado en Tarancón desde bien pequeño, acumula casi 20 años practicando deporte paralímpico. Sin embargo, denota la misma ilusión que el primerísimo día. Reconocido hace escasos días por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha con una mención especial, el handbiker se encuentra inmerso en una temporada 2022 que promete seguir dando grandes alegrías para el deporte conquense.

Agradece así el reconocimiento ofrecido por el Gobierno Regional y lo valora especialmente por un aspecto a tener en cuenta: no era la primera vez que le reconocían, por lo que asegura que, seguir ahí después de casi dos décadas “no deja de ser una confirmación de que las cosas se han hecho bien”.

PREPARANDO EL 2022

Y vaya si se siguen haciendo bien. En su última cita, Luis Miguel demostró seguir tan en forma como siempre: se impuso con gran superioridad en la II Copa de España MH3 con un doblete en contrarreloj y ruta. Declara que “son resultados que me hacen ser muy optimista de cara a las citas que tenemos por delante”.

No son pocas las citas por delante para el taranconero. Entre las muchas que tiene por delante, hay algunas que brillan con luz propia y en los que ha puesto el ojo: la primera de ellas es el Mundial, que se celebrará la segunda semana de agosto en Canadá. “Eso es lo fundamental, voy con la idea de poder ser competitivo y ganar ese Mundial”, asevera Luis Miguel, que antes tendrá que pasar por  Bélgica y Alemania para disputar dos pruebas de cara a ese evento.

Tras estas pruebas, irá al Campeonato de Europa, que se celebrará en Austria. Sin tiempo para descansar, en junio disputará el Campeonato de España en Valencia para luego preparar la cita mundialista. A todo esto, cabe preguntarse cuándo descansa Luis Miguel García-Marquina. Entre risas, señala que así es el deporte de alto nivel, donde la exigencia es máxima. Entreno 6 o 7 días a la semana entre 3-4 horas diarias, descanso solamente 2-3 semanas al año.

Para poder rendir a este nivel hay muchísimo trabajo detrás, no solo a nivel de bicicleta: preparación física, gimnasio, dieta, descanso adecuado… no es fácil el hecho de ir a una prueba y ganar con solvencia. No es arte de magia, no tengo unos dones que el resto no tenga. Trabajo o quiero pensar que trabajo más y mejor que el resto, o al menos eso pretendo hacer”.

LA MOTIVACIÓN, CLAVE

Hay algo que empuja al paraciclista a seguir con el mismo hambre tras incontables logros, y ese algo no es otro que el ambicioso -pero posible, para él- sueño que atesora: “Mi intención, no sé si lo conseguiré o no, es ser el mejor deportista de la historia en ciclismo adaptado”, asegura muy decidido. Cree poder serlo, y eso es lo que le ha llevado a donde está ahora mismo, amén de su inherente gen competitivo. Desvela así que no se dedicaría a esta disciplina si no pudiese competir, pues es la satisfacción “embriagadora” de la victoria lo que mueve a Luis Miguel a continuar compitiendo.

Por supuesto, además de un físico muy trabajado, se necesitan otras cualidades igual de importantes para triunfar. “Es vital tener un apoyo psicológico, una mentalidad ganadora que te permita afrontar esos retos”, declara. Señala que es clave gestionar la presión que genera el representar a tu país, pues es un factor que “pesa” de cara a ofrecer el rendimiento máximo. En este sentido, señala que cuenta con la ventaja del forjado carácter que le marcó a la hora de su accidente. “Es un carácter de superación, de saber que los límites nos los ponemos nosotros mismos, de que la vida es un regalo y hay que aprovecharla”, declara.

PARÍS 2024 EN MENTE

Con la histórica participación que firmó en Tokyo 2021, el taranconero no descansa y ahora sueña con París 2024. Considera que tiene opciones, abriendo también la puerta a consolidarse en este ciclo paralímpico, pues lleva unos escasos siete años entrenando esta modalidad y la madurez ciclista se alcanza entre los diez y doce años. Lejos de quedarse ahí, también asegura trabajar con la cita olímpica de Los Ángeles 2028 en mente: “Creo que puedo conseguirlo y puedo llegar, luego la carretera y rivales me pondrán en mi sitio, pero creo que puedo conseguirlo y haré todo lo que esté en mi mano. Voy a entrenar lo más duro que pueda para conseguir estar allí”.