“Hay que tomar medidas en reto demográfico porque podríamos tener menos estudiantes"

Su impulso por asumir retos le hizo dejar su puesto de vicerrector de investigación para ser el máximo representante de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) en el año 2020. Tras cuatro años, José Julián Garde (Madrid, 1966), vuelve a presentarse para revalidar el cargo en la institución, pero esta vez como único candidato. A pesar de esta particularidad, anima a todo el mundo para ejercer su derecho al voto porque no es una “proclamación automática como pudiera pensar la gente”.

Bajo el lema ‘Sigue siendo parte de tu futuro’, algunos de los retos que se marca es hacer frente al reto demográfico por la bajada de la natalidad y su influencia en el ingreso de nuevos estudiantes, trazar la línea para conseguir la implementación del 1% de Producto Interior Bruto (PIB) o defender la universidad pública frente a la proliferación de las privadas.

El 3 de diciembre es el día de la votación y cerca de 34.000 personas están llamadas a las urnas, entre toda la comunidad universitaria, para confirmar la elección del que será el próximo rector para los próximos seis años hasta 2030 por la modificación en la Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU). 

 

Se presenta por segunda ocasión como único candidato a rector de la Universidad de Castilla-La Mancha, ¿Cómo afronta este reto?

Con muchísima ilusión, compromiso y responsabilidad. Al ser el único candidato, las sensaciones y perspectivas son diferentes, pero, de alguna manera, me hace ser más exigente en la campaña electoral para trasladar el mensaje que quiero a toda la comunidad universitaria y, sobre todo, animar a la necesidad del voto porque es un derecho que tienen y no es una proclamación automática como pudiera pensar la gente. 

 

¿Qué le ha motivado a presentarse de nuevo?

Principalmente, hay tres motivos que me hacen dar el paso. El primero son los retos que hay que abordar y los nuevos objetivos siempre me han apasionado. El segundo es la preocupación por el crecimiento de las universidades privadas, no en nuestra comunidad autónoma, pero sí en el resto del país que podría alterar lo que ha sido el gran ascensor social de esta comunidad autónoma que es la Universidad de Castilla-La Mancha, que cumplirá 40 años en 2025. El año que viene saldrá el egresado 150.000 de esta universidad. Por eso quiero estar para defender la universidad pública. Y, el tercer motivo, probablemente el más importante, es el cariño y apoyo de la comunidad universitaria a lo largo de estos cuatro años. Lo que me hace dar el paso con ilusión y compromiso. 

 

“En estos cuatro años hemos ejecutado el 82,5% de las medidas que nos propusimos en el año 2020”

 

¿Cuál es su balance de estos cuatro años como rector?

Muy positivo. En estos cuatro años, hemos ejecutado el 82,5% de las medidas que nos propusimos en el año 2020. Además, hemos ejecutado otras acciones que no estaban contempladas por causas sobrevenidas y, de aquel programa inicial, solamente hay 13 acciones que no hemos iniciado. De ellas, cinco no tenían sentido llevarlas a cabo, por lo que fueron descartadas, y las otras por distintos motivos no ha sido posible.

Hemos vivido situaciones que han influido mucho en la vida universitaria: el final de la pandemia, la vuelta a la normalidad… Además, en algunos campus de la universidad tuvo lugar la borrasca Filomena, sufrimos un ciberataque en la Universidad Castilla-La Mancha y después vino la guerra de Ucrania y Rusia que encareció el precio de la energía y nos obligó a tomar algunas medidas drásticas. También hemos estado sometidos, como todo el sistema universitario español, a un intenso cambio normativo a nivel estatal que nos ha afectado de manera contundente con las normativas que incluye la nueva Ley Orgánica del Sistema Universitario Español (LOSU).

 

¿Qué supone la modificación de esta nueva ley a la universidad?

Muchísimos cambios que hemos ido implementando de manera progresiva, comenzando por lo que mandataba la ley al principio que es todo lo vinculado a las nuevas figuras del profesorado y a las nuevas dedicaciones. Hemos sido la primera universidad española en convocar las plazas de ayudante doctor, 96 en total, que se están resolviendo para hacer frente a los cambios normativos de la LOSU, pero queda mucho por hacer y lo abordaremos en este mandato.

 

¿Qué retos tiene por delante la Universidad de Castilla-La Mancha?

Hay varios, pero hay dos que para mí son muy importantes. El primero sería el reto demográfico, la bajada de natalidad en nuestro país, desde 2008 hasta la fecha, empieza a incidir en la población de estudiantes que tiene edad de ingresar en la universidad por lo que tenemos que ser inteligentes y tomar medidas, porque si no, podríamos tener muchísimo menos estudiantes. Proponemos, por un lado, intentar tener más estudiantes internacionales que compensen esa eventual caída por la natalidad y, por otro, recualificar a las personas que están trabajando.

El segundo reto, abordar los cambios normativos de la LOSU, ya que ahora requiere de, al menos, tres reales decretos y un real decreto ley para trazar una senda y llegar al 1% de Producto Interior Bruto. 

 

De las 125 medidas que componen su programa, ¿cuáles destacaría?

Hay una medida que para mí es la diferencia en relación al mandato anterior, pondremos en marcha la elaboración de un plan estratégico con la participación de toda la comunidad universitaria y, una parte, será la puesta en marcha de nuevos estudios en los diferentescampus y sedes para diseñar qué nuevas titulaciones son requeridas o demandadas y cuentan con alta empleabilidad.

 

 

Uno de los últimos grados que se han implementado en el campus de Cuenca es el Grado de Ingeniería Biomédica, ¿cómo valora su adaptación? 

Ha sido buenísima, en este mandato hemos acertado con la titulación que ha venido a Cuenca. Hacía mucho tiempo que no venía una ingeniería a Cuenca y claramente está siendo exitoso. Ahora mismo aquellos alumnos que comenzaron están en segundo, y hay matriculados 98 estudiantes, con una nota de corte muy alta. Además, queremos que haya una parte formativa del grado que se desarrolle en el nuevo Hospital General Universitario de Cuenca y, para ello, estamos trabajando con el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam).

 

La Facultad de Comunicación se encuentra en un edificio polivalente, ¿se prevé la construcción de un edificio propio?

En este curso, hemos ampliado dos aulas en el edificio y, en principio, no tienen necesidades alarmantes de espacio. Al revés, yo creo que están bien para el número de estudiantes que tienen. Si la hubiera en el futuro, porque se desbordase el número de estudiantes, pues lo atenderíamos. 

 

Desde la UCLM, ¿se plantea la utilización del Hospital Virgen de la Luz en un futuro?

Podríamos tener interés como elemento de expansión, pero no en todo el edificio sino en una parte. En cualquier caso, vamos a esperar a ver qué uso legal le da el Sescam al edificio.

 

¿Qué mensaje manda a la comunidad universitaria?

Solicito el voto para la candidatura en base a la propuesta de proyecto para estos seis años porque creo que tiene una preocupación especial por el estudiantado y también, en base, a los resultados obtenidos en estos cuatro años, que creo que son muy importantes. Hemos conseguido que la tasa de cobertura en grado sea del 99%, por cada 100 plazas que ofertamos, solo se queda vacía una en esta universidad; hemos conseguido duplicar las ayudas para situaciones especiales en estudiantes y hemos puesto en marcha cuatro grados exitosos con la aprobación de 17 másteres oficiales, entre otras muchas cosas. La propuesta de futuro es la que ilusiona, pero el aval de estos cuatro años es también un elemento para animar a toda la comunidad universitaria a que el día 3 de diciembre vaya y vote a la candidatura que hay, que es la mía.