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Grisel Parera: "Los que hablan bien del régimen político de Cuba no lo conocen"

"Grisel: En Cuba, la mayor parte del tiempo las personas lo pasan buscando algo que comer, y nada del otro mundo"
Grisel Parera: "Los que hablan bien del régimen político de Cuba no lo conocen"
11/08/2014 - G.D

La escritora cubana Grisel Parera, afincada en Cuenca desde hace diez años, se estrena en la novela para explicar los motivos que le llevaron a abandonar la isla

Grisel Parera lleva diez años en Cuenca, donde se siente integra¬da. Pero no olvida su país, Cuba, del que decidió salir a principios del siglo actual porque no soportaba la fal¬ta de libertad que a su entender padece la isla. Sus recuerdos le llevaron a escribir en 2011 su primera novela, ‘Cuba, grito en el paraíso’, en la que narra los motivos que le llevaron a emigrar. Y lo hizo casi de un tirón, porque “cuando hay una historia que contar, la historia se apodera de nosotros y entras en un estado de gracia en el que te van dictando las cosas”. No fue fácil que se la editaran, pues “algunas personas que la leyeron me dijeron que era muy com¬prometida, y que tenían miedo de que, si se publicaba, la seguridad cubana pudiera hacer algo en contra mía”, pero a través del editor Alfredo Villaverde ha logrado que el libro salga a la luz en este 2014.


Ha publicado varios libros de poesía. ¿Por qué decidió dar el salto a la novela?

Porque pienso que tenía la obligación con¬migo misma y con mi país de dar a conocer lo que pasa realmente Cuba, desmitificar algo que quizá con la propaganda, por el deseo intrínseco que tenemos las personas de que un mundo mejor es posible, le hayamos atri¬buido valores y una vida de igualdad y de confort y de privilegios que no es cierta. Al principio me enfadaba escuchar que Cuba era un país donde realmente había justicia social, pero después pensé que la gente decía eso porque no conocían Cuba, y el que no sabe es porque no ve. Así que me decidí a escribir una novela que contara el día a día que se vive en Cuba a través de la vida de una mujer y la historia revolucionara de 1959 hasta el año 2000. La protagonista se llama Greche y en torno a ella giran los acontecimientos sociopolíticos, esta mujer estudia, se enamora, se casa, tiene hijos, y finalmente emigra. 


A través de Grechel se refleja entonces la Cuba en la que usted vivió…

Sí, Greche es una mujer que, al igual que yo, estuvo casada con un oficial de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) y ni aun así pudo soportar la represión. Desde la enseñanza primaria nos contaban la suerte que habíamos tenido de nacer en un momento en el que Cuba era gobernada por Fidel Castro y por los intrépidos revolucionarios que de¬rrocaron una tiranía. Luego vino la guerra de Angola, donde los cubanos participamos, pero nunca entendimos porque teníamos que ir a Angola, que no  atacó a Cuba ni tuvo ningún problema con ella. Murieron 15.000 cubanos. Fidel Casto dice que la crisis es por culpa del bloqueo norteamericano, pero que no haya maíz, que no haya yuca, que no haya boniato, que son alimentos nacionales, no es por culpa del blo¬queo. Cuando se produce la Perestroika en la Unión Soviética vimos una esperanza de liberación, pero Fidel impidió que llegara a Cuba. Miles de cubanos han expuesto sus vidas y han muerto en el estrecho de la Florida tratando de llegar a un país de libertad en balsas construidas de forma casera. Luego están todos los trámites y dinero que hay que pagar para salir de Cuba. Y una cosa muy interesante: cuando salimos de Cuba, lo perdemos todo: casa, cuenta de ahorro, coche, todo y sólo podemos regresar como turistas por veintiún días, si queremos estar más tiempo, debemos pedir prorroga y pagarla. En el extranjero vivimos cinco millones de inmigrantes cubanos, expatriados. Las personas que fuera de Cuba dicen que la revolución cubana es una maravilla van como turistas, invitados por la revolución, y disfrutan de la belleza de la isla y del confort que se les brinda, pero nadie se queda a vivir definitivamente en Cuba, cosa que fue común antes de 1959, porque la nacionalidad cubana se formó gracias a la inmigración, fundamentalmente española.


La novela acaba con la emigración de su protagonista. A partir de entonces, ¿qué se ha encontrado Grisel en España? Porque el sistema democrático tampoco es perfecto…

Las cosas tienen sus peculiaridades, pero yo siempre les digo a los españoles que por mal que esté España, para los cubanos es un mundo mejor, porque cada cuatro años tienen derecho a votar, cosa que en Cuba no existe. Puede ser que todos los partidos tengan similitud, que haya explotados y ex-plotadores, pero hay una gran cantidad de personas que pertenecen a la clase media. Y se puede protestar, se puede criticar, se puede hablar mal de los presidentes, hasta del rey… Y no pasa nada. Pero en Cuba, el que hable mal de Fidel Castro va a la cárcel, lo sacan de las universidades, de los centros de trabajo… Dentro de lo que hoy en día hay en el mundo estar en España es un privilegio.


Aquí con la crisis hay mucha pobreza, mucha gente que lo pasa mal, pero a su entender no es comparable…

No, no… Siendo bien franca, en Cuba, la mayor parte del tiempo las personas lo pasan buscando algo que comer; y algo que comer digamos un poco de arroz, un trozo de carne de cerdo, nada del otro mundo… Aquí, por ejemplo,  las mujeres tienen toallitas sanitarias, en Cuba no; en Cuba las personas se han muerto por no tener un antibiótico, medicina para la hemofilia… Por mucho que se critique este régimen, que sé que tiene problemas, no es comparable.


En Cuenca se siente bien…

Cumplí diez años el mes de junio y me siento parte de esta sociedad, me he integrado muy bien, tengo grandes amigas y amigos, soy feliz.., Yo pienso que en la vida nada pasa por azar, que estoy en Cuenca porque aquí es donde tenía que estar, donde encontré la paz y la estabilidad necesaria para escribir. Realmente, tras estos diez años es cuando estoy conociendo a fondo esta sociedad, que como todas tiene sus luces y sus sombras, pero puesto en la balanza son más las cosas positivas que las negativas. Podría vivir en otro lugar del mundo (mi hija vive en Francia, mi hermano en Suecia, casi toda mi familia en los Estados Unidos ), pero escojo Cuenca porque estoy feliz, estoy bien.


Retos para el futuro…

Tengo un libro de poemas que me están traduciendo al francés para hacer una publicación bilingüe en Francia.  Y comencé a escribir otra novela cuyo perssonaje principal es una mujer que llega a La Alcarria, luego viaja a Madrid para trabajar en la casa de un pintor muy famoso, lo cual me va a dar pie para traerla a Cuenca y hablar del Museo de Arte Abstracto y el de Arte Contemporáneo. Además de narrar experiencias amorosas de mi personaje, quiero dar a conocer el paisaje de  la comarca de La Alcarria y cosas curiosas que encuentra un extranjero en sus pueblos. Deseo que esta novela sea como un canto rodado, quiero decir, que todo lo que sucede conlleva a un fin, como si nuestras acciones fueran las piezas que se van encajando en un puzle y el resultado final, nuestras vidas.