Más entrevistas: Ana Soler Ailén Kendelman Antonio Gómez Merencio Silvia Dela Mestre Faísca Peña La Tremolina Javier Pelayo Cristian Herraiz Miguel Pozuelo Montero Carlos Valle

“El folclore traspasa fronteras porque la cultura es más amplia de lo que creemos”

La artista Karmento presenta este jueves 20 de marzo en el Auditorio de Cuenca su último álbum, ‘La Serrana’, con un show “conectará con todos los espectadores”
“El folclore traspasa fronteras porque la cultura es más amplia de lo que creemos”
Karmento en una imagen promocional de ‘La Serrana’. Foto: cedida
20/03/2025 - Rubén M. Checa

Su nombre es Carmen Toledo, pero por el de Karmento la conocerá mucha más gente. Cantante y compositora, inició su andadura artística en el año 2012, cuando empezó a conformar su primer álbum ‘Mudanzas’. No fue hasta la publicación de ‘Este devenir’ en el 2020 cuando empieza a posicionarse como uno de los grandes nombres del neofolclore español, siendo considerado este álbum como uno de los mejores de música de raíz del año. En febrero de 2024 publicó su último trabajo, ‘La serrana’, una obra que ha estado nominada a los premios MIN y que la artista ya presentó el año pasado en Alarcón dentro del programa Actuamos en Patrimonio. Ahora, la albaceteña llega a Cuenca capital con un “potente directo” que tendrá lugar el jueves 20 de marzo a partir de las 20:30 horas en el Teatro Auditorio José Luis Perales de Cuenca. 

 

¿Qué se va a encontrar el público?

Un espectáculo hermoso, muy bonito. La Serrana es un acercamiento a la identidad de la sierra, que es mi pertenencia y son mis raíces, y el universo que he explorado. Entonces, es un directo que he trabajado con mucho cariño y mimo con unos músicos preciosos que hacen su trabajo. Llevamos tiempo rodándolo, y el show tiene una intensidad y profundidad que creo, merece la pena ver. Además, ‘La serrana’ es un acercamiento, desde la vanguardia, a los sonidos y el carácter del folclore español. La gente que vaya al Auditorio se encontrará un sonido y un show que les recordará mucho a algo, les sonará muy familiar a cosas que han vivido y he escuchado, aunque no tenga muy claro a qué. Karmento tiene esta peculiar y distinta que hace que todo sea un poco único. 

 

Es de la Sierra del Segura. ¿El espectador de la Serranía de Cuenca notará similitudes?

Estoy segura de que sí. Hay una canción que abre el disco y el show, titulada ‘El aguadero’, que dice que todo llega al mismo mar y nace en la misma cueva. La idea tiene que ver también con que los pueblos serranos han vivido unas historias que, aunque con sus particularidades, son muy parecidas: tienen unas formas de comunidad, de entender el movimiento… Tienen mucho en común. He vivido por temporadas en Cuenca y conozco muy bien su Serranía y, aunque hay diferencias en algunas cosas, en realidad es como la vida que viene del agua. El espectador se encontrará muchas cosas que son comunes, también con el mundo rural. 

 

¿El imaginario que plantea es común en el medio rural?

Yo creo que sí, también con la vida en los pueblos, sus historias, las formas de habitar el territorio, sus personajes míticos, los conflictos, las emociones. Cuando te acercas al folclore o a la música popular de esas zonas, hay una conexión con el paraje, es importante el entorno, el lugar y cómo se cuenta las cosas. En los videoclips se ve muy bien lo que va a pasar y el show tiene mucho que ver con ese imaginario. 

 

“Creo que el espectador de la Serranía de Cuenca notará similitudes con mi sierra del Segura: los pueblos serranos son muy parecidos”

 

‘La serrana’ se publicó hace un año. ¿Cómo lo está recibiendo el público?

La recepción está siendo muy buena. Espero quedarme no solo este año girando con ella, sino más tiempo. Cuando sacas un disco y preparar toda la propuesta escénica, lo que quieres es que se alargue lo máximo posible y además llegue a cuantos más sitios mejor. Yo estoy muy contenta porque la gente que está viniendo a ver el espectáculo está teniendo una respuesta muy, muy bonita. Nos está haciendo sentir muy queridos, nos aplauden mucho y se están sintiendo identificados con lo que ven. Está entiendo que es una aportación musical a neustra cultura, y cuando el público disfruta tanto, una piensa que lo está haciendo bien. Eso está funcionando fenomenal. Hace poco estuvimos en Valladolid, luego vamos a Ferrol y Alicante… Al final estoy teniendo una proyección con la que estoy muy contenta. 

 

Aunque se sienta la esencia manchega, ¿el folclore no deja de ser universal?

Soy manchega serrana, es donde me he criado, y esos detalles van a estar presentes. Pero cuando he empezado a girar, me he dado cuenta de que el folclore conecta con la esencia, con las cosas que le pasan a todo el mundo y con la transmisión de generación en generación de las costumbres, de los valores, de la música, de los días festivos, de los rituales… Sí que notas que traspasa fronteras, porque al final el territorio musical es mucho más amplio de lo que creemos. Además, a raíz de la pandemia hemos visto un resurgir del folclore. Está en auge y está viviendo un momento de florecimiento. Lo interesante para mí de este concepto es hacer entender que la traición y la modernidad tienen que estar en constante comunicación y diálogo porque es la manera de hacer la transmisión de generación en generación. La música tiene esta cosa que hace que todo fluya, que todo se transmita más rápido. 

 

 

“Voy a seguir explorando el folclore y las tradiciones. Son tan interesantes antropológicamente hablando que solo me apetece ponerles música”

 

¿Tiene pensado de cara al futuro continuar con este neofolclore?

Ahora mismo lo único que ha hecho mi exploración es abrir más puertas y posibilidades para mí. No conocía el mundo del folclore tradicional, aunque había cosas dentro de mí que no sabía que estaban. También han resurgido muchas cosas porque, por ejemplo, he tocado de pequeña las castañuelas y ahora lo he retomado. Como hay un ámbito de exploración tan grande, no solo en lo musical, te das cuenta de que hay un recorrido importante. Es tan interesante social y antropológicamente hablando que solo me apetece ponerle música. Ahora mismo, sinceramente, creo que me queda un camino largo. Pero no sé, de repente un día quizás me hago un viaje a Indonesia y me cambia el rumbo. Es lo que tiene el arte, que te dejas influenciar. 

 

¿Evolucionará?

Seguramente, porque yo tengo una necesidad permanente de rebasar los límites que, de alguna forma, ya me he establecido. Ir a buscar el hasta donde puedo llegar. Como decían mis padres o mis amigos, me gusta experimentar, juntar gente rara y mezclarlo todo. Cuando lo haces, como cuando vivía en Malta, de repente pasa algo, y entonces dices “joder, tiene sentido”. Al final la música funciona cuando la gente se escucha y se produce un toma y daca, como cuando dos personas tienen una buena conversación, echas un buen polvo o conectas con la comida de un restaurante. 

 

¿Un mensaje para el espectador?

Creo que la gente tiene que ir a ver arte y proyectos como este que nos hace sentir un pueblo unido, y nos dan alegría y belleza. Ir a ver ‘La serrana’ es como meterte en un universo que te lleva a disfrutar e irte después a tu casa con la sensación de que has hecho algo bonito.