“Físicamente estoy mejor que nunca: en las mejores condiciones que puedo ofrecer”

Hablar de Luis Miguel García-Marquina es hacerlo de un auténtico baluarte del deporte conquense. El handbiker taranconero, ampliamente laureado en citas nacionales e internacionales, incluyendo Mundiales, Copas del Mundo, se prepara para la cita más grande posible: los Juegos Paralímpicos. García-Marquina ya se trajo una inolvidable medalla de la cita paralímpica disputada en Tokio –en contrarreloj H3– y no se conformará con menos en París. Afronta en su mejor estado de forma este sueño por el que ha estado luchando durante años.
Las pruebas de pista se llevarán a cabo del 29 de agosto al 1 de septiembre, mientras que las de carretera se celebrarán entre el 4 y el 7 de septiembre.

A escasos días de la gran cita. ¿Cómo te encuentras físicamente?
Físicamente mejor que nunca, la preparación ha sido muy dura y todavía no ha terminado. Esta semana faltan los últimos apretones, pero han sido semanas muy duras, con una preparación adicional que ha consistido en el entreno en altura en el Centro de Alto Rendimiento de Sierra Nevada. Creo que estoy en las mejores condiciones físicas que soy capaz de ofrecer.

¿Y mentalmente? Es duro afrontar una prueba tan esperada.
A nivel mental, bastante tranquilo: el hecho de saber a lo que te enfrentas, que no son mis primeros Juegos, que tienes cierta experiencia… tengo cierta tranquilidad y confianza, con muchas ganas de que empiece.

Semanas duras y años duros… casi desde que terminaste Tokio, en 2021, has estado preparándote para esto.
Así es, hay que fijarse también que los Juegos son cada cuatro años porque se necesitan cuatro años para llegar a este nivel, es imposible mantener este nivel de exigencia y estado físico para el año que viene. Este estado de forma será imposible que lo recupere para el Mundial del año que viene, es paulatino. Mi objetivo no es el Mundial ni la Copa del Mundo, mi objetivo son los Juegos y requiere muchísimo trabajo durante estos 3 últimos años.

Participas en las modalidades de contrarreloj y ruta. ¿Con qué posibilidades te ves en cada una?
Me veo con posibilidades. Si no las tuviera, no estaría preparándolo porque para eso tenemos un seleccionador muy exigente. España solo tiene siete plazas para cubrir y ha elegido a los que cree que tenemos opciones de medalla. ¿Creo que puedo conseguir medalla en la contrarreloj? Por supuesto, estoy convencido, es el objetivo primordial y principal, la he preparado a conciencia. Pero también la ruta, tengo dos opciones y no voy a renunciar a ninguna de las dos. Primero la contrarreloj, veremos qué sucede. Y al día siguiente la ruta, sabiendo que, si tengo la más mínima opción de luchar por medallas, iré a por ello. Si no creyera que puedo luchar por medallas, el seleccionador no habría contado conmigo y yo no me habría dispuesto a representar a España. 
 

Ya has dicho alguna vez que, si no creyeses que puedes mejorar tu bronce en Tokio, no irías a los Juegos.
Sí, no voy con el objetivo de participar, mi cabeza funciona de otra manera. Representar a España es el paso previo, pero estoy aquí para ganar medallas y el resto de competidores quiere lo mismo, es mi forma de verlo. Para mí es un honor y un tremendo orgullo personal estar durante dos ciclos olímpicos en este nivel.  Los otros dos medallistas en mi categoría en Tokio, no han llegado a estos Juegos, no han sido seleccionados para representar a sus países. ¿Por qué? Porque el nivel de exigencia ha subido una barbaridad y, o te subes a la ola, o no tienes opciones. Es un buen indicativo saber que, de los tres, el único que estará en París seré yo. Más allá de esta satisfacción personal, mi objetivo no es disfrutar ni participar, lucho cada día para conseguir la medalla.

Siempre muestras un carácter muy ambicioso, se nota que muerdes por recortar una décima en la carrera.
Mi forma de vida me lleva a no tener vacaciones. Llevo desde el 2018 sin saber lo que son unas vacaciones, uso el mes de agosto para Copas del Mundo o Mundial o Juegos. Es mi forma de vida: aprovechar el tiempo que tengo libre cada día para intentar mejorar en la bici. Me gusta, me apasiona y me ha dado enormes satisfacciones. El deportista es así, queremos más, más, más… pero el resto también, y eso es lo bonito del deporte. El camino ha sido una pasada y lo he disfrutado, como disfrutaré estos Juegos. Tengo la sensación de que no he llegado al final y de que puedo mejorar algo más. Eso es lo que te hace levantarte cada día: poder demostrarte a ti mismo que eres capaz de ser mejor que el día anterior.

Como alguien que se supera día a día y que es medallista olímpico, ¿qué consejo lanzarías a cualquier deportista?
No soy quién para dar consejos a nadie, creo que cada uno hace deporte por alguna razón. La principal es que te permite sentirte mejor y realizarte a ti mismo. El que nace deportista, muere deportista. Pero el consejo que me doy a mí mismo es que creo que no hay una medicina mejor que el deporte. Aunque a este nivel es poco aconsejable (risas) porque llevas el cuerpo cada día a un límite del que es muy difícil recuperarse. Pero bueno, no hay que olvidar, y esto muchas veces lo olvidamos, que nos centramos mucho en los objetivos y es una pena no disfrutar el camino. Hace unos meses se celebró aquí en Tarancón una jornada de captación de jóvenes talentos de ciclismo, y les dije: “Daría lo que fuera por estar en la situación en la que estáis vosotros ahora mismo. En el comienzo, en esas vivencias”. Porque para mí, desde que empecé en el 2014, he vivido un recorrido asombroso. He disfrutado cada carrera y eso me ha llevado a querer más. Después de 10 años en la élite, lo que puedo decir es que he disfrutado del camino tanto como de los objetivos.