DIPUTACIÓN TU COMIDA EN CASA
Más entrevistas: Aracaladanza Asociación Circense 'Asaltos' María Cruz Porras Villegas José María Cruz Novillo Alonso Ruiz Cuenca Rocío Arroyo Manuel Tordera Jesús Diaz Roger Jorge Gardó Leticia Ortega
MUSEO DE LAS CIENCIAS

"La exigencia del arbitraje me ha servido para afrontar con fortaleza la pandemia"

Tras semanas compaginando una dura labor como técnico de transporte sanitario marcadas por la pandemia, este árbitro conquense estará en los playoffs de la LNFS
"La exigencia del arbitraje me ha servido para afrontar con fortaleza la pandemia"
Israel Martínez. Foto: Saúl García
23/06/2020 - Mario Gómez

La Liga Nacional de Fútbol Sala, considerada entre las mejores categorías de este deporte a nivel mundial, contará con presencia conquense en la finalización exprés de esta temporada. Será gracias a la figura de Israel Martínez, árbitro de Cuenca con 44 años que ha recuperado la sonrisa al saber que estará entre los colegiados que dirijan los primeros partidos oficiales de la competición tras el parón por la pandemia.

‘Isra’ ha pasado unos meses realmente duros y en los que ha vivido de cerca la lucha contra el coronavirus debido a su profesión como técnico de transporte sanitario: “Ha sido algo muy complicado. Cuando se habla de que los sanitarios van a necesitar ayuda psicológica después de esto, no creo que se equivoquen. Ha muerto mucha gente, ha habido compañeros que han estado ingresados mucho tiempo, mi mujer, que trabaja en quirófano, llegó un momento que pensé que la perdía. Luego, yo conduzco una UVI Móvil, que sabes que la persona que transportas está grave. Se dan situaciones muy difíciles: familiares que no se pueden despedir de los suyos, personas mayores que te cogen de la mano y te piden que no las sueltes... ha sido algo que hemos digerido como se ha podido”.

Durante estos difíciles momentos vividos meses atrás, este colegiado conquense que lleva más de tres décadas arbitrando y casi dos como árbitro de 1ª División de Fútbol Sala, tuvo que trabajar para no perder la forma ante la posibilidad de que se reanudasen de las competiciones. “Llegaba a casa y me ponía a entrenar, a hacer ‘slaloms’ entre las sillas y las mesas, ejercicios con gomas, cogía las cajas de agua y sobre todo visionaba muchos vídeos de los equipos. Ya una vez nos permitieron salir, he ido poco a poco para evitar lesiones y estar al máximo”.

"Gracias al arbitraje yo he crecido como persona"

Todo un proceso donde el propio Martínez reconoce que “su experiencia como árbitro” le ha ayudado a mantener el semblante en su trabajo: “Gracias al arbitraje yo he crecido como persona. Llevo pitando desde los 11 años y los campos de hace 30 años no son los de ahora, antiguamente la Guardia Civil era nuestro ‘cuarto árbitro’. Hemos vivido todo tipo de situaciones nada agradables, desde intentos de agresiones a que te persigan por la carretera, eso te hace madurar a la fuerza”, señala recordando momentos en los que “era árbitro con 14 o 15 años y tenías que mantener la compostura ante 22 jugadores que te doblaban la edad sin problemas”, o la presión ahora en el fútbol sala de élite, “donde te metes en recintos cerrados con 5.000 personas, se palpa la presión y si no estás preparado psicológicamente para eso, es difícil. Por eso creo que es algo que me ha ayudado a afrontar esta pandemia donde has visto enfermar compañeros, familiares, etc. Tienes que ser fuerte y llegar a tu casa y ponerle una sonrisa a tus hijos”, explica.

Pasada la peor parte de la tormenta, ahora llega el turno de seguir al pie de la letra las instrucciones desde la R.F.E.F: “Esta misma semana nos han hecho un test serológico y viajaremos 24 horas antes de los partidos a Málaga, donde al llegar nos tendrán aislados hasta que nos hagan un segundo test”, declara el colegiado que aplaude las decisiones de prevención, pero que entiende “que no será lo mismo”. “Voy a echar de menos hasta el público, fijate”, admite entre risas, “a los playoffs les va a faltar mucho. Además, creo que los árbitros vamos a tener que rendir más ante esta peculiar situación. Los jugadores no están en plena forma, eso seguro que provocará más llegadas tardías, faltas; hay otros que en unas semanas cambian de equipo, quizás no tengan al máximo esa motivación. Habrá que estar muy atentos, aunque también es verdad que sin público vamos a escuchar todo lo que se hable en la cancha, es una ventaja”.

Y es que Martínez no sólo defiende al fútbol sala como un deporte “único y apasionante”, al tiempo que reconoce que “siempre que te llaman para arbitrar partidos así es algo especial, porque lo preparas como si fuera uno más, pero sabes que son escenarios donde hay que estar al 200%. Es un deporte que en un minuto puede dar la vuelta todo, en el que los jugadores se intercambian cada poco tiempo, lo que hace que la intensidad y la exigencia sea máxima durante todo el encuentro, no es como un partido de fútbol que hay momentos y momentos, incluso árbitros de 1ª División de fútbol reconocen que es más difícil arbitrar el fútbol sala”.

"Siempre he visto en mi tierra jugadores con un potencial tremendo"

De otro lado, ‘Isra’ lamenta que “la gran afición que tiene Cuenca por el fútbol sala no se vea representada” como sí ocurre en otros lugares de Castilla-La Mancha. “Siempre ha habido muchas licencias, pero todas en categorías inferiores, cuando los chicos salían de juvenil no tenían nada. Nunca ha habido una apuesta por sacar adelante un proyecto, pero siempre he visto en mi tierra jugadores con potencial tremendo”. Es por eso que ante la reciente creación de un equipo senior de fútbol sala en Cuenca, este colegiado no escatima en mostrar su apoyo para que la iniciativa crezca. “Ya estuve con los jugadores el verano pasado dando gratis una charla técnica”, señala con la esperanza de que el deporte enraíce en la provincia “para que así deje de ser el único de Cuenca”, explica. “Siempre que había que completar una pareja arbitral me llamaban a mi, habré pitado con 60 o 70 árbitros diferentes, lo cual me ha servido para conocer gente y crecer en esto”.

Así, este conquense se quitará el mono de su trabajo para enfundarse en la indumentaria arbitral con el objetivo de disfrutar de su “hobby”, una dedicación que le ha colocado como la referencia de esta disciplina deportiva de Cuenca a nivel nacional.