“Estoy con mucha ilusión y más motivada que nunca”
Con tan solo 18 años, Lucía Romero ya tiene un palmarés envidiable en lo que a gimnasia rítmica se refiere. Entre sus últimas hazañas se encuentra una nueva clasificación para la Copa de la Reina, la cual disputará por cuarta vez. Siendo la única gimnasta conquense clasificada y una de las dos a nivel regional, actuará con los aparatos de cinta y mazas. La joven afronta con gran ilusión este reto y todo lo que está por venir.
¿Cómo te sientes tras esta clasificación a la Copa de la Reina? Además, como única conquense
Me hace sentirme muy orgullosa porque al final es el campeonato más prestigioso de la temporada. Voy a competir contra gimnastas que pertenecen al equipo nacional y que ahora mismo compiten internacionalmente representando a nuestro país. Que solo hayan contando con dos gimnastas de la comunidad y yo sea una de ellas, contando con que solo se clasifica una por aparato, la verdad es que es un honor y más después de los cambios que me han venido este año. A principio de esta temporada ha habido gente que me ha dicho que no estaba preparada para competir y algunos comentarios hirientes. Creo que estoy demostrando una vez más estar a la altura y al nivel, así que estoy con mucha ilusión y más motivada que nunca.
¿Con qué expectativas acudes?
A este campeonato en concreto no puedo aspirar a clasificaciones muy altas porque, como digo, compites contra gimnastas internacionales que me multiplican en horas de entrenamiento. Quiero hacer un buen papel, demostrar que estoy al nivel de la competición y no defraudar a la gente que ha puesto expectativas en mí para representar a Castilla-La Mancha. A largo plazo me gustaría seguir manteniendo el título de campeona regional que llevo siete años revalidando, y en el campeonato de España me gustaría colarme entre las 10 primeras. Además, si puedo clasificarme a una final por aparatos entre las ocho primeras, estaría muy contenta.
Con tan solo 18 años, ¿cómo compaginas estudios y entrenamientos?
La gimnasia me ha ayudado a ser organizada no solo en el deporte, sino también en trasladarlo a todos los ámbitos de mi vida. Creo que me organizo bien y en ese sentido nunca he tenido problemas a la hora de compaginarlo. De hecho, los días que tengo más horas libres, estudio menos que los días que tengo más ocupados y rindo más entre semana aún teniendo que entrenar tres-cuatro horas diarias que un fin de semana en el que a lo mejor tengo el domingo libre y no abro el libro (risas). Si sé que solo tengo una hora y media como mucho para estudiar, aunque sea muy poco tiempo, me cunde muchísimo.
“Empecé como todas, teniendo referentes, y que ahora lo sea yo para las que empiezan me enorgullece un montón. Es difícil lidiar con la presión, pero aprendes a gestionarlo. Ojalá seguir siéndolo”Además, también has tenido siempre muchas convocatorias y selecciones para jornadas de tecnificación con las federaciones
Estuve yendo al CAR de Madrid, me concentraron en varias ocasiones en el verano y estuve allí un mes entrenando con vistas a formar parte del equipo júnior de esos años, del 2018, pero decidí volver a mi casa. A veces me preguntan que si me fui por la exigencia de los entrenamientos, pero a mí lo que se me hacía duro era estar fuera de mi casa porque tenía 13 años y era renunciar a mi vida de aquí e irme a vivir a Madrid. Fue una de las decisiones mas duras de mi vida: el renunciar a estar en el equipo nacional. Decidí seguir desde mi club, mi ambiente de siempre y a concentraciones nacionales no vas, pero sí que la Federación de CLM, de cara a estos eventos importantes, nos convoca para revisar los ejercicios. Siempre es bueno tener varios ojos que te miren.
Se te nota además que te atrae el tema de entrenar
Sí, aquí en el club echo una mano siempre que puedo y ahora entreno a un grupo de pequeñas dos horas, siempre me ha gustado mucho lo de ser entrenadora.
En Cuenca ya hay pequeñas gimnastas que te citan como referencia. ¿Cómo recibes esto?
Me suelen conocer y en los campeonatos provinciales viene mucha gente a verme, lo que para mí es un honor porque al final empecé en esto como todas, teniendo referentes, y que ahora lo sea yo para las que empiezan… por otra parte llevas presiones y es difícil lidiar con ellas y con los puntos de mira, pero aprendes a gestionarlo. Ojalá seguir siéndolo. Contando con que la gimnasia tiene muchísimas licencias, que me pongan de referente me enorgullece un montón.
¿Qué meta o sueño tienes a largo plazo?
Sinceramente, la meta súper ambiciosa me la he ido poniendo a lo largo de estos años porque empecé en un club que no era conocido, me he dado a conocer como Lucía Romero y me he ido haciendo un hueco entre las mejores de España. A lo que podía aspirar lo he conseguido porque el sueño de cualquier gimnasta es llegar a un equipo nacional y lo tuve en mis manos, aunque se me quedase ese sabor agridulce. Entonces realmente quiero seguir disfrutando de la gimnasia y mantener los resultados, que no es fácil: cuando llegas arriba la gente se acuerda de ti, pero si luego caes… Todo sigue evolucionando y quiero mantener los resultados y seguir disfrutando, nunca sabes el tiempo que te queda en este deporte tan sacrificado que es la gimnasia. Son muchas horas de entrenamiento, unas 20 a la semana, para que en 90 segundos te juegues un trabajo de años y años, que exige mucho al cuerpo y lo llevas al límite. Con seguir disfrutando y mantener los resultados me doy por satisfecha, porque creo que he llegado a lo máximo a lo que podía aspirar.