“La espiritualidad es una parte esencial de mi música”
Cuando Daniel Broncano asumió el pasado julio la Dirección Artística de la Semana de Música Religiosa sus retos eran ampliar el espectro musical y los escenarios con el fin de atraer a nuevos públicos. Con ese objetivo y como aperitivo de la 59ª edición -que tendrá lugar del 7 al 17 de abril de 2022-, la SMR ha estrenado como novedad un Ciclo de Adviento que arrancó este viernes y se prolongará hasta el lunes 6 y que llega a nuevos espacios no utilizados antes en este evento.
Uno de los platos fuertes es la actuación este sábado 4 de diciembre en el Espacio Torner (18:00 horas) de Carolina Eyck (33 años, Berlín, Alemania), que está considerada la mejor thereminista del mundo. El recital, su único concierto en España en las próximas fechas y el cual incluye una obra por encargo de la SMR, permitirá descubrir el virtuosismo de esta artista con el único instrumento que ‘no se toca’.
“Para mí, la espiritualidad es una parte esencial de la música en general y de mi música en particular. Sin ella, la música pierde su propósito más elevado y se convierte en un mero entretenimiento. La Semana de Música Religiosa de Cuenca es especial porque precisamente da a la música la espiritualidad que siempre debe tener. Este será precisamente el leitmotiv de mi concierto, que personalmente espero con ilusión”, explica la theremista a Las Noticias de Cuenca.
Pero ¿cómo funciona este peculiar instrumento? Eyck precisa que se trata de una caja con dos antenas de metal que crean un campo electromagnético. “El músico se para frente al instrumento y mueve sus manos en la proximidad de las dos antenas, lo que forma un condensador entre sus manos y las antenas”, detalla. “La antena vertical controla el tono. Cuando la mano derecha se acerca a la antena, el tono aumenta. Cuando la mano se aleja de él, el tono vuelve a bajar. Los movimientos pequeños y rápidos pueden crear vibrato. La antena de cuadro controla el volumen. Acercarse a la antena hace que el volumen sea más suave. Entonces, la mano izquierda es responsable de la dinámica y la articulación”, prosigue. Finalmente, las señales eléctricas del theremin se amplifican y se envían a un sistema de altavoces, lo que da lugar al ‘milagro’ de la música.
La instrumentista conoció el theremin por sus padres a la corta edad de siete años, tomando sus primeras lecciones con Lydia Kavina. Después de su debut en la Filarmónica de Berlín en 2002, ha ofrecido conciertos y festivales por todo el mundo, impartiendo también talleres, conferencias y clases magistrales.
A los 16 años, desarrolló una nueva técnica de ejecución precisa, llamada técnica de posición de los ocho dedos. La instrumentista publicó en 2006 el primer libro extenso de métodos de este instrumento titulado El arte de tocar el theremin. “Con esta técnica, el músico puede sintonizar el theremin con su mano y confiar en la posición de sus dedos, en lugar de corregir las notas después de que son audibles. Este método está siendo utilizado ahora por thereministas de todo el mundo y ha revolucionado la forma en que se toca el instrumento”, indica Eyck, que avanza que está escribiendo su segundo libro de técnicas para hacer vibrar este fascinante artefacto: “Este proyecto de investigación es un verdadero desafío pero lo siento como un trabajo pionero”.