Últimos días para disfrutar del belén playmobil de la Sala Iberia
José Andrés Sevilla Grande (Cuenca, 1973), maestro de profesión y coleccionista de las conocidas figuras de animación Playmobil, ha sido el encargado de montar el belén instalado en el Edificio Iberia de Cuenca, que ya apura los días para poder visitarse.
Sevilla comenzó su afición hace más de una década, cuando vivía en Alicante. Allí quedó fascinado por los dioramas navideños que se exponían anualmente en un conocido centro comercial. Esa experiencia le inspiró a crear su propio belén, el primero lo montó en su casa, y en 2014 debutó en la Ruta de Belenes de la JdC, dando así inicio a una tradición que le ha llevado a acumular miles de piezas y se ha convertido en una de sus mayores pasiones.
Este año ha llevado a la Sala Iberia su particular representación del nacimiento de Jesús, donde podrá visitarse hasta el 6 de enero. La versión de este año incluye alrededor de 2.000 piezas, de las cuales 400 son completamente nuevas.
Las figuras han sido adquiridas en diversas plataformas eComerce y grupos especializados de redes sociales. Además, Sevilla personaliza algunas de ellas ensamblando partes de manera individualizada para crear diseños únicos.
En la propuesta de este año se puede disfrutar de más de un centenar de escenas, muchas de ellas con guiños a la cultura y tradiciones conquenses. Entre las representaciones destacan figuras como los gancheros con sus trajes típicos, como homenaje a esta extinguida profesión de transporte de la madera por el río; o la trashumancia de ganado. No faltan tampoco lugares y elementos icónicos de la capital como el monumento al Nazareno, la Torre de Mangana o el puente de San Pablo.
Uno de los elementos que más llama la atención es un circo romano, ensamblado a partir de tres modelos clásicos descatalogados, al que se han añadido columnas customizadas realizadas por un artesano sevillano con impresora 3D.
A juicio de José Andrés Sevilla es la creación “más bonita” de este belén y también la que mayor tiempo, esfuerzo y dinero le ha costado.
El belén, que ocupa 50 metros cuadrados y está dispuesto en forma de L, ha sido diseñado para adaptarse al espacio disponible, aunque Sevilla admite que hubiera preferido una disposición que permitiera observarlo desde todos los ángulos y apreciar todos los detalles de cerca.
Este año no cuenta con efectos luminosos que simulen las transiciones entre el día y la noche, pero los focos de la sala están estratégicamente colocados para resaltar las zonas más relevantes.
El montaje, que ha requerido más de un mes de trabajo en su tiempo libre, ha sido realizado de manera altruista, compaginándolo con su labor como maestro en el CEIP Hermanos Valdés.