"Empiezas entrenando niños y cada vez te divierte más competir"
La pasión por el balompié de Milagros Martínez (Fuentelespino de Haro, 1985) es algo que prácticamente lleva en la sangre. Esta conquense lleva ligada al fútbol desde que comenzó a dar sus primeros pasos gracias a su padre, “en casa somos cuatro hermanos, tres chicos y yo, y ninguno de ellos les gusta el fútbol, yo recuerdo ir con mi padre de pequeña a ver partidos de tercera y preferente, de ahí me viene la afición”, declara.
En su etapa de jugadora, Martínez jugó en equipos cercanos a su pueblo como Belmonte y Mota del Cuervo, pero fue en el salto a la universidad cuando entró en el Fundación Albacete. Más tarde, apostó por ser entrenadora, asegurando que “siempre me ha gustado hablar mucho sobre el terreno de juego, organizar. Empiezas entrenando niños y cada vez te divierte más competir y poner en práctica lo que has aprendido como jugadora”. En el club albaceteño ha estado durante casi una década, incluido cuatro temporadas como entrenadora y un ascenso a la élite del fútbol femenino, momento que esta parpola señala “como el más importante de su carrera”.
Pero si fue difícil lograr entrar en el Olimpo de los grandes equipos de fútbol femenino, no menos complicado fue mantenerse allí: “Fue un sueño cumplido después de muchos intentos, las siguientes tres temporadas fueron algo inolvidable, enfrentándonos a las mejores jugadoras de España y Europa, todo un privilegio”, afirma.
Cuando la etapa en Albacete llegó a su fin, Milagros empezó a estudiar opciones para seguir entrenando, lo que nunca imaginaría es que llegasen desde el otro punto del mundo, el Suzuka Unlimited, un equipo masculino de la JFL, la cuarta categoría del fútbol nipón. “Estaba de comida y me llegó un email, ¡y estaba tan nerviosa que le tuve que dar el móvil a un amigo para que lo leyera!, empezamos a gritar y a llorar de alegría. Sí fue más difícil comunicarlo en casa, mi madre lo pasó mal durante unos días, pero ahora que ya estoy en Japón y me tratan genial, están muy contentos y orgullosos”, señala.
UN RECIBIMIENTO ESTELAR
Cuando la conquense puso un pie en el país del sol naciente, cuenta que su recibimiento fue espectacular. En el aeropuerto ya había aficionados con flores, bufandas, carteles y su presentación, la expectación no fue menor: “me quedé impactada por la cantidad de medios que había, la rueda de prensa duró dos horas, les llamó mucho la atención que una mujer venga desde tan lejos para entrenar a una liga semi-profesional, no es muy común”, asegura Martínez.
A pesar de que el idioma es un hándicap, esta entrenadora conquense admite que quiere “aprender, disfrutar y vivir cada momento, porque esta es una aventura que siempre sueñas tener”. Así, espera en el campo “unir el fútbol directo y rápido que se observa en Japón con el modelo más táctico al que estamos acostumbrados en Europa”, mientras que fuera del mismo espera seguir siendo un referente del fútbol para las mujeres, “cada vez hay más chicas que quieren dedicarse a esto y gracias al crecimiento del fútbol femenino, pueden que lo vean más accesible”, añade.
Toda una labor ilusionante para Milagros que cuenta con un largo trabajo y esfuerzo detrás para conseguir ser la primera entrenadora de fútbol en esta creciente potencial del fútbol asiático.