“Cuando haces deporte, te centras solo en eso. El ruido de fuera no importa"

Porque los límites se imponen más en la mente que en el cuerpo, David Escalada (Cuenca, 1999), ha demostrado que la verdadera fuerza reside en su voluntad. El joven, recién coronado como campeón de España de boxeo adaptado, es un ejemplo de superación a través del deporte, lo que le hace un ganador dentro y fuera del ring.

Relata que en casa siempre ha existido un “culto al deporte” –su madre fue campeona de España de taekwondo–, por lo que ha probado distintas disciplinas como el baloncesto, piragüismo o balonmano. Los estudios le llevaron a Madrid y no dudó a la hora de continuar en el gimnasio hasta que le recomendaron, en vista de su buena forma física, practicar un deporte de contacto. Tras practicar sus primeros directos, crochés, swings y uppers, todo ello “en familia” por el buen ambiente del gimnasio, le cogió el gusto al deporte. Muchas horas de entrenamiento y dedicación le llevan hoy a ese gran momento en el que le levantan el brazo para indicar que es el primer campeón de España de boxeo adaptado. “Estoy contento no solo por la victoria, porque eso es secundario, sino también por haber hecho las cosas bien, ser constante, sacrificarme…”, relata David, que no lo tiene precisamente fácil al compaginar esta faceta deportiva con su carrera, Ingeniería Aeroespacial. 

Algunos de los aspectos más desafiantes han sido las guardias –sobre todo ese segundo en el que quedas descubierto al cambiar de posición–, el aprender a levantarse de la silla y el uso del abdomen y la cadera para concentrar la fuerza de los directos. Nada que no haya podido sacar con la dedicación y la pasión que le vierte a lo que hace.

Las adaptaciones a veces, por desgracia, no son fáciles, y es que declara que, aunque “nunca me he sentido desplazado”, no siempre ha tenido la oportunidad de competir en todo lo que ha querido. “Aunque seamos minoría no se nos tiene que olvidar que puedo hacer lo mismo que cualquier persona, pero de manera distinta, y que tendríamos que tener los mismos derechos”, transmite.

David Escalada subraya la importancia del deporte independientemente de la situación física y mental de cada individuo, ya que para todos supone un escape y una vía para el desarrollo. “Cuando haces deporte, te centras única y exclusivamente en eso. El ruido de fuera no importa, es un oasis que te hace ver las cosas con perspectiva a través de la constancia y el esfuerzo”, declara el joven.

En lo relativo al deporte, se sincera y reconoce que no quiere sacar nada más que ser un ejemplo a seguir. “Más que ganar títulos, quiero ser el apoyo o la inspiración de las personas que quieren hacer deporte”, se sincera el conquense sobre algo que con mucha seguridad conseguirá, pues desprende energía y ambición a la hora de hablar.

Hablando de superación, también cuenta de esos años duros en los que tuvo que esperar para someterse a un tratamiento de células madre, siendo la décima persona del mundo en hacerlo para su lesión medular, de la mano de un pionero como lo era Jesús Vaquero. Tuvo que esperar varios años –hasta alcanzar la mayoría de edad, que entrase este servicio en la Seguridad Social y el cambio al mando del proyecto tras el fallecimiento de Vaquero– en los que se cuestionó muchas cosas. “Fue un tiempo de sobrepensar. Sabía que no iba a salir corriendo, pero podía mejorar mi sensibilidad y conseguir avances. Fue un machaque psicológico y físico, pero queda una última revisión y puedo decir que a lo que me dedico es a mi deporte y mis estudios”, celebra.

La victoria de David Escalada no solo le consagra como un referente del boxeo en España, sino como un modelo de inspiración para quienes enfrentan adversidades en su día a día.