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“Cantar en sitios con tanta historia hace que se te erice la piel"

María Rozalén actúa este viernes en Segóbriga, donde presentará su último álbum de estudio, ‘El Abrazo’
“Cantar en sitios con tanta historia hace que se te erice la piel"
Foto cedida
05/07/2024 - Rubén M. Checa

Su nombre es María de los Ángeles Rozalén, pero todo el mundo la conoce por su apellido. Albaceteña de nacimiento y con Castilla-La Mancha siempre por bandera, la artista es una de las más importantes del panorama nacional.  Con su último trabajo de estudio casi recién lanzado al mercado, Rozalén afronta un verano lleno de conciertos por diferentes rincones del país, y una de esas paradas será el viernes 5 de julio en el Teatro Romano de Segóbriga.

¿Qué supone cantar en Segóbriga?

Tengo unas ganas tremendas. Con el cole ya estuve de excursión, y fue la que con más cariño recuerdo. Tocamos en un montón de lugares con mucha historia y muy bonitos, pero que sea de tu tierra… ¡Quién me iba a decir que volvería muchos años después a cantar y que estaría todo lleno! Hace poco paré con el coche en una gasolinera de Saelices y unas chicas me dijeron que se quedaron sin entrada, y es uno de los conciertos que más ilusión tengo.

Después de ser la imagen turística de Castilla-La Mancha ahora actúas en una de las señas del turismo conquense. ¿Te da respeto?

Muchísimo. En estos lugares disfruto tantísimo porque pasan cosas que rozan lo místico. Aquí, durante muchos años, se ha hecho arte, cultura, y como que uno siente que los fantasmas se quedan impregnados en las piedras. Me pasa que en este tipo de sitios se me eriza mucho más el cuerpo, sientes que las alas que te crecen en el escenario son mucho más grandes… Estás cantando además en un lugar con mucha belleza, y tengo la sensación de que los sentimientos se multiplican y hacen los conciertos más especiales.

Presentas ‘El abrazo’, tu último trabajo. ¿Qué se encontrará el espectador?

En mayo empezamos la gira y está siendo de las más emocionantes que hemos hecho. Tiene una parte que, como en el disco, las emociones están a flor de piel. Pero luego es un fiestón. La gente está saliendo como ufff.. es la vida entera en dos horas: llorar, reír y bailar como una loca. Están siendo súper bonicos y aquí en la tierra, más a gusto vamos a estar. Tengo muy en cuenta mis raíces, y me gusta nombrar muchas de mi zona, así que espero que la conexión sea muy real. 

¿Cómo fue el proceso creativo?

Hay canciones que me han costado mucho terminarlas porque me costaba elegir las imágenes idóneas. He tenido mucha crisis creativa, existencial, porque ahora mismo todo va como muy rápido. Hay canciones que salen todos los días, muchos artistas... Tienes muchos miedos e inseguridades, pero no puedo estar más feliz con el disco. He dado como un paso más adelante en cuanto a ritmos, con cero prejuicios, juntándome con gente para evolucionar. Ha sido una locura el disco. Hay ritmos latinos, electrónica, sinfónica y hasta un rap. Es una pasada, porque a quien nos gusta la música, se nota que hay mucho trabajo y dedicación detrás. Cuando algo te ha costado tanto trabajo, ver que las cosas llegan y que conectas con la gente, es un regalazo.

¿Es también un regalo ver cómo en un minuto agotas 700 entradas en Segóbriga?

Estamos haciendo lugares muy grandes, como la Plaza de España de Sevilla, donde había 3.500 personas. Es una pasada 700. Me acuerdo de lo que me costó meter a 20 y no se me puede olvidar. No puedo estar más agradecida, y ojalá nunca lo pierda. Además, en esta gira la gente ha tenido fe a ciegas, porque se agotaron conciertos sin que saliera el disco, y eso es una suerte muy grande. Ojalá, diosito, me quede como estoy. 

En tu último concierto en Cuenca en 2021, por las limitaciones de la pandemia, los espectadores no pudieron bailar. ¿Ahora la gente ya se ha liberado?

Tanto se ha liberado que, a veces, hay que atar a la gente. Quienes vengan al concierto van a flipar con el final (risas). La parte última muy muy animada, imposible no bailar, y la parte más potente, además, la hemos dejado al final. En el show hay una dinámica muy divertida, pero no voy a hacer spoilers (risas). Esta es la gira en la que más nos hemos currado cada aspecto para que todo el mundo esté contento.

“Quien vengan al concierto va a flipar con el final, porque esta es la gira en la que más nos hemos currado cada aspecto del show”

¿Y qué te está trasmitiendo la gente cuando salen?

El otro día, por ejemplo, se me acercó una niña y me dijo que nunca deje de componer las canciones que compongo. Quizá, lo que nos diferencia, es esa profundidad que no está de moda. A veces siento que es como un milagro. Cada vez estoy más profunda, me estoy haciendo mayor, y me preocupan cosas que no son ligeras, y tengo esos miedos a veces de que la gente viene a pasarlo bien, pero yo me pongo a hablarles de ciertas cosas que son dolorosas o nostálgicas. Creo que esto es lo que marca la diferencia, y no quiero cambiarlo. Estoy teniendo un propósito en esta gira, que es vaciar y volver a llenar a la gente que viene, que es muy terapéutico. 

Con esa profundidad que te caracteriza, ¿te esperabas llegar en 2013 a donde estás ahora, ya consolidada en el panorama nacional?

Tengo un problema. Me siento como una recién llegada, pero han pasado muchísimas cosas y, o no las he digerido aún, o a veces como que alucino, que no me he dado cuenta. Me pasa también que, cuando estoy con compañeras de a lo mejor 20 años y me llaman referente (risas)... ¿Cómo que referente? (risas) Es muy potente que te digan que eres una artista consolidada, y es muy difícil mantenerlo. Ojalá y lo consiga. 

¿Tú te sientes referente?

¡Qué va! Me siento una recién llegada, pero me dicen o veo cosas... Es guay sentirse siempre una recién llegada y que tu mejor disco está por llegar, que tienes que trabajar y reinventarte.

Con la situación actual que hay en España y siendo la semana del Orgullo, ¿te has sentido alguna vez juzgada como artista al ponerte en el lado del colectivo LGTB?

No entiendo porqué a veces molesta la felicidad ajena. Defiendo cosas que para mí son como de justicia humana. Me choca tanto lo contrario... Como cantamos en el fandango de Liétor, te quiero porque te quiero y en mi querer nadie manda. Es muy difícil controlar el sentimiento, ahí no puedes decidir a quién vas a amar ni lo que quieres ser, y lo demás es reprimirlo, algo que no es bueno. Entonces, defiendo lo que creo que tengo que defender y es eso, que cada uno ame a quien ama. 

De cara al futuro, ¿qué tienes previsto?

La gira como acaba de empezar, vamos a estar este año y el que viene con ella. Ya se van oyendo rumores de una cosa muy fuerte que voy a hacer de teatro. Me toca encarnar a Chavela Vargas, y me toca uno de los retos más fuertes, y combinarlo con mi música.