Crisdose, la muralista que une arte y compromiso social

Siempre ha tenido claro que quería unir su faceta artística con el compromiso social. Artista plástica y muralista, Cristina Domínguez Segovia (Iniesta, Cuenca, 1986), conocida con el nombre de Crisdose, ha logrado conjugar estos dos mundos en su trayectoria profesional, poniendo el foco especialmente en la promoción de la igualdad de género, lo que le ha valido ser una de las diez reconocidas –dos por provincia– por el Gobierno de Castilla-La Mancha en el 8 de marzo, cuando se conmemora el Día Internacional de la Mujer. 

“Me hace mucha ilusión. De mi trabajo es difícil vivir. Hacerte tu hueco y llegar a conseguir tu sueño es bastante gratificante. Y si, además, se te reconoce con un premio es genial”, celebra la galardonada.

Licenciada en Bellas Artes por la Facultad de Cuenca, posteriormente estudió el Grado Superior de Integración Social, lo que la llevó a trabajar durante cinco años en la Asociación de Familiares y Amigos de Personas con Enfermedad Mental (AFAEPS), en Albacete. “La experiencia en ese centro fue bastante gratificante y me hizo darme cuenta de que quería indagar un poco más sobre el poder del arte como herramienta de transformación social porque vi que cuando hacíamos talleres de mediación artística pasaban cosas bastante interesantes”, recuerda.

ARTERAPIA

A raíz de aquello decidió formarse como arteterapeuta, uniendo de lleno su faceta artística con la vocación social. Fruto de ese compromiso impulsó en su localidad natal  el Festival Internacional de Arte Urbano Astarté, que celebrará en julio su quinta edición. El evento cuenta con la participación de artistas nacionales e internacionales que intervienen en fachadas del municipio y cada año se dedica a una temática distinta. 

El pasado ejercicio, el festival se centró en el papel de la mujer en el arte en el entorno rural y también se buscó rescatar tradiciones que se están perdiendo en el pueblo, como el bordado. Con el ánimo de generar comunidad y crear un diálogo intergeneracional animando a la participación de los jóvenes, se estuvo tejiendo una obra en lana durante meses para forrar los árboles del parque en el que se celebra el evento. 

“Aunque todos los festivales han sido muy importantes para mí, el año pasado me sentí más involucrada e identificada que nunca”, rememora la artista. “Y fue entonces cuando empecé a darle forma a un proyecto que estoy a punto de lanzar y que se llama Mures, que consiste en pintar murales con mujeres en entornos rurales”, cuenta.

“Quiero ir por diferentes municipios de Castilla-La Mancha haciendo talleres de arteterapia con la intención de empoderar a través del arte. El objetivo final será pintar un mural con ellas aunque lo importante es lo que pase durante el proceso creativo, durante la convivencia. Hablaremos de temas feministas, de sus preocupaciones del día a día, de cómo se sienten al vivir en un entorno rural, donde los recursos son más limitados y donde su papel en la sociedad está muy marcado y hay muchos estereotipos”, explica.

Con este proyecto, también busca visibilizar referentes femeninos muralistas. “Cuando empecé Bellas Artes, no tenía ningún modelo. Seguramente los habría pero yo no los conocía. Por eso es importante que se vea que hay mujeres que pintan murales, un sector más masculinizado. En mi zona, no hay muchas compañeras que se dediquen a lo que yo”, apunta Crisdose, que también está cursando el ‘Máster de Formación Permanente en Igualdad de Género: Formación de Agentes para la Igualdad’ de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM).

Otra de sus iniciativas en este ámbito es el proyecto social/artístico Murales Inclusivos, promovido por el Centro de la Mujer de Cuenca y que se está desarrollando en centros educativos de la ciudad con el fin de usar el arte urbano para sensibilizar en igualdad desde edades tempranas, algo clave para seguir avanzando camino de una sociedad más justa.