"Creo que puedo transmitir mucho y ser una referente para otras personas"

En el ámbito de la investigación médica, hay quienes se adentran en terrenos poco explorados con la intención de arrojar luz sobre tratamientos innovadores capaces de cambiar vidas. Nerea Moreno Herraiz (Cuenca, 1995), enfermera e investigadora, ha sido reconocida por su trabajo en un área donde la información es escasa: la sordera y la pérdida de audición, condiciones que ella misma tiene. Su Trabajo de Fin de Máster (TFM), titulado “Eficacia de la aféresis en la remisión de la hipoacusia neurosensorial súbita”, le ha valido el primer premio de trabajos sobre la discapacidad por parte de la UCLM y ha sido publicado en la revista Clinical Therapeutics.
Nerea, que realiza actualmente un doctorado, decidió encaminar su trabajo a la aféresis porque se trata de un procedimiento poco estudiado en España. “Se puede utilizar en la persona que sufre una pérdida auditiva de forma repentina”, transmite la joven, precisando que se trata de un proceso que elimina componentes patógenos de la sangre como el colesterol malo o el fibrinógeno. Aunque los corticosteroides son el tratamiento estándar, la conquense ha llevado a cabo un meta análisis en el que recopila varios estudios hechos con pacientes. Su análisis de los estudios realizados sugiere que la aféresis podría ser una alternativa eficaz, aunque subraya que se necesitan más investigaciones para validar su aplicación en pacientes.
Está inmersa en múltiples proyectos de investigación, tales como la salud mental de las personas con discapacidad auditiva tras la pandemia o la influencia de ciertos polimorfismos genéticos con la predisposición a la sordera. Su trabajo no solo busca aportar al conocimiento científico, sino también dar visibilidad a una condición que, según ella, recibe una escasa atención en comparación con otras problemáticas.
Es gracias a este tipo de innovadores estudios que mejoran las vidas de las personas: a día de hoy, y dos años después de operarse e insertarse un implante coclear que lo cambió todo, Nerea traslada que el proceso es largo y requiere sacrificio con el logopeda, aunque la mejora es notable y “no tiene nada que ver con los audífonos”.
Nerea está encaminando sus proyectos hacia la sordera y la pérdida de capacidad auditiva, donde señala que falta mucha información y labor de investigaciónBARRERAS SUPERADAS
Su trayectoria académica, condicionada por los problemas auditivos, ha sido un desafío constante para llegar al reconocimiento que ahora comienza a obtener. Desde sus estudios de enfermería hasta su doctorado, ha enfrentado barreras que, en ocasiones, le hicieron dudar de sus propias capacidades. “Pensaba que no me iba a sacar el bachillerato. Me costó mucho, pero me saqué dos másteres y ahora estoy haciendo el doctorado”, comenta. Su doctorado le ha llevado también a impartir docencia en la universidad dentro de la asignatura Fundamentos de Enfermería, algo que reconoce que le genera cierto “respeto”, si bien considera que puede “transmitir mucho y ser una referente para otros”. La joven también aboga por una mayor inclusión de las personas sordas en la sociedad y la educación y destaca la importancia de preguntar directamente a las personas con discapacidad auditiva cómo prefieren comunicarse, ya que no todas utilizan la lengua de signos o leen los labios.
En los próximos meses trabajará desde Oporto, donde continuará con su tesis doctoral gracias a una beca de estancia en el extranjero. A pesar de la exigencia del trabajo académico, se mantiene firme en su propósito de contribuir al conocimiento sobre la pérdida auditiva. “Es una carrera de fondo y es muy duro porque no tienes la recompensa inmediata”, admite. Sin embargo, su motivación sigue intacta: “Nunca había pensado dedicarme a la investigación y la docencia, pero mi directora me animó y me dijo que tenía potencial”, confiesa.
Y para aquellos que enfrentan dificultades similares tanto en su día a día como en ámbitos académicos o laborales, su mensaje es claro: “Si tienen un sueño que cumplir, que se aferren a él y que nadie les diga que no pueden. Siempre va a haber personas que te apoyen. Quédate con ellas”, concluye.