Consuelo Navarro: treinta años empoderando a las mujeres rurales

La lucha para conseguir avances en derechos y legislación que amparase a la mujer ha sido, a juicio de Consuelo Navarro, clave en la historia reciente de la democracia. Y ella, con una trayectoria profesional de más de 30 años ha ayudado a las mujeres rurales a empoderarse, informarse y lanzarse a ser las protagonistas de su propia vida y precisamente por ese trabajo el Gobierno regional ha decidido otorgarle uno de los reconocimientos que se entregan con motivo del Día Internacional de la Mujer.
Consuelo logró llegar a una amplia mayoría de los pueblos conquenses como animadora sociocultural y en ese tiempo lucho por sembrar el espíritu del asociacionismo entre las mujeres rurales para que así, juntas, “se ayudaran unas a las otras, se respaldasen y tejieran una bufanda que las uniese”, recuerda. Su objetivo siempre ha sido y seguirá siendo “llegar a la vida de las mujeres para empoderarlas y así construir una sociedad libre”, apostilla.
Si bien, desde el año 2000 y hasta la actualidad coordina la línea 900 100 114, un servicio pionero a nivel nacional que se ha consolidado como un pilar fundamental en la protección de los derechos de las mujeres y en la lucha contra la violencia machista. Este teléfono está operativo las 24 horas, actúa como enlace entre las mujeres afectadas, las fuerzas de seguridad y los recursos de acogida, proporcionando una respuesta inmediata en situaciones de emergencia.
“Tenemos que estar ahí para ellas y hacerles ver que son capaces de salir de las situaciones tan difíciles en las que se encuentran”, dice.
En este sentido, Consuelo Navarro cree que se ha avanzado “bastante” en materia de igualdad durante los últimos años, pero aún así falta trabajo por hacer. Por ello, ve fundamental educar desde la base y luchar contra la “esclavitud cultural y las costumbres que relegan a la mujer a un papel secundario”. En este cometido, el apoyo entre mujeres, la legislación y la información son “fundamentales”, reitera.
Con todo, a propósito de este galardón reconoce que “todas y cada una de las mujeres con las que he trabajado me han marcado, sus pequeños gestos, sus palabras y sus historias se quedarán para siempre conmigo”. Y precisamente a ellas dedica el premio. “Lo principal es que seamos libres y que la cultura y las tradiciones arraigadas no nos hagan ser esclavas”, concluye.