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“La comedia no tiene límites, hay que arriesgarse y contar lo que uno cree"

La compañía teatral Yllana vuelve este jueves al Auditorio de Cuenca con 'War Baby', una obra de situaciones disparatadas sobre la guerra y el poder
“La comedia no tiene límites, hay que arriesgarse y contar lo que uno cree"
Foto: Yllana
16/05/2024 - Rubén M. Checa

En un centro de reclutamiento militar, un grupo de despistados reclutas son entrenados para una disparatada guerra que ha originado el nuevo líder del país, que resulta ser un bebé consentido y belicoso. Este es un breve resumen de la sátira antibelicista de War Baby, la última obra con la que la compañía teatral Yllana vuelve al Teatro Auditorio José Luis Perales de Cuenca el jueves 16 de mayo. Cuenta con una ristra de personajes divertidísimos y un sinfín de situaciones disparatadas alrededor de la temática de la guerra y el poder. Bajo la dirección de David Ottone y Joe O’Cumeen, uno de los actores que se subirán al escenario del principal recinto escénico de la capital es Fidel Fernández, que además es cofundador de la compañía.

¿Qué se va a encontrar el público?

Una obra que, como no puede ser menos, va a llevar el sello de Yllana: un amor textual sin palabras, con mucha comedia y una parodia sobre el sentido de la guerra, que no tiene ninguno. Todo ello a través de un país distópico pues un bebé es el dictador, que decide ir a la guerra y empieza a reclutar a la población. Una comedia para que reflexionemos. 

¿Qué reflexión se quiere trasladar al espectador?

Es ese sin sentido de lo que son las guerras, las tradiciones y todo este mundo que hemos creado. 

La temática es muy de actualidad con la situación en Ucrania y Palestina. ¿Cómo surge la idea?

El tema de la guerra es algo histórico. No es que estemos ahora en una situación diferente, porque el conflicto, por desgracia, siempre ha existido y nos lo vamos a encontrar. Parece ser que es una condición del ser humano. Entonces, como siempre, a través del humor, la compañía entiende que, aparte de que el público se lo pase bien y esté una hora y 20 minutos disfrutando de un espectáculo, también reflexione sobre lo que ha visto y en el sinsentido de algunas cosas que hacemos el ser humano por avaricia, por conquista y por cosas que no son tan importantes. 

¿Cómo ha sido el proceso creativo de War Baby?

Largo, con muchas ideas. En un principio buscando muchas parodias sobre la guerra y luego, en el proceso creativo, hemos dado vueltas a la situación, que nos ha servido como referencia, de la obra de George Orwel titulada ‘1984’. Así, se han juntado en la obra dos mundos que lo hace más imaginario todo y más fácil para la comedia. 

“El ritmo de esta obra es de los más cañeros de la compañía porque cuenta mucho en una hora y veinte minutos”

Es seña de identidad de Yllana el lenguaje corporal. ¿Cómo se trabaja para llegar a todas las edades?

Todos los actores que integran la compañía, que llevan ya muchos años con nosotros son maestros del humor textual, de la onomatopeya y de todo este trabajo que es la pantomima. Es simplemente ponerse para encontrar al personaje. Esta vez también hemos utilizado medias máscaras creadas por Morboria y a través del cuerpo y de las situaciones que se presentan, hemos dado con unos personajes maravillosos. 

Tenéis 33 años de historia llevando el humor por todo el mundo. ¿Cuál es la clave de este éxito?

No lo sé, sinceramente. Yo creo que es pasarlo bien tú como artista y buscar una unión con el público. Esa es la clave, que la gente disfrute de este trabajo y de lo que hacemos. Entonces yo creo que la clave está en disfrutar, por nuestra parte en la creación, y no tener miedo a nada.

¿Continuarán proyectos de futuro?

Sí claro. La comedia no tiene límites. Hay que arriesgarse y contar lo que uno cree que tiene que contar. No tiene ningún sentido ofender, y creo que la clave está en que la gente vea que somos así y que hay cosas donde quizás deberíamos rectificar, pero bueno, poco a poco. 

Con War Baby, ¿qué respuesta estáis teniendo por parte del público?

Muy buena. Estamos muy contentos. La obra funciona, tiene un ritmo que creo es de los más cañeros de la compañía porque se cuenta mucho y, como nos trasladan, está muy divertida y está funcionando muy bien. 

¿Quieres mandar algún mensaje al público conquense que esté indeciso?

Aquí no hay indecisión: si te lo quieres pasar bien, tienes que ir. Es inevitable no acudir porque quien acuda el 16 de mayo al Auditorio de Cuenca va a pasar una hora y veinte minutos entre risas, se va a olvidar de los problemas y va a salir contento.

Si no pueden acudir, ¿estáis en mas puntos de España?

Sí. Si hay alguien que no pueda ir al Auditorio, y va algún día a Madrid, estamos con la obra ‘PaGAGnini’ en el Teatro Infanta Isabel haciendo esta temporada.