“Es un cartel al civismo”

Con la vuelta de la Feria y Fiestas de San Julián, una tradición que retorna con ello es el cartel que ilustre y represente la pasión e importancia de estas fechas para Cuenca. Un encargo mayúsculo y de relevancia para este 2021 tras un año sin fiestas que ha recaído en el pintor Diego Forriol, que ha plasmado una obra significativa tras la llamada del alcalde, Darío Dolz, para asumir esta responsabilidad. “Es algo normal, puede que a la gente le choque, pero uno como conquense quiere siempre lo mejor para su ciudad y así se lo trasladé a Darío, que si necesitaba mi ayuda ahí estaría”.

¿Cómo recibió la noticia de que sería el cartelista?

Con mucha sorpresa, evidentemente, y alegría. Para mí es todo un orgullo ser el cartelista de San Julián en un año tan especial como éste. Sabía que era un reto y que la expectación era máxima.

¿Cómo fue el proceso?

Tenía claro que no quería cartel al uso. Lo enfoqué de otra forma, pero sin salirme de mi línea de trabajo como la paleta de colores y mi estilo. Le di muchas vueltas e hice muchos bocetos. A mí, desde pequeño, siempre me ha gustado el Parque San Julián, pensé que sería importante pintar algo ahí. Cogí puntos de referencia y recordé la situación por la que estamos pasando, porque desde el Ayuntamiento me pidieron un cartel alegre, pero no quería pintar masificaciones. Fue la reunión con el concejal y el resto de encargados los que me dieron esa visión de darle el color mediante la gente, donde se ven pequeños y mayores, pero separados hacia ese templete. Quería que el cartel se identificase con este presente.

¿Es ese comienzo en el Parque su momento favorito de San Julián?

Sí, me gusta mucho porque significa el comienzo de las fiestas. La gente lo espera. Es muy interesante como la participación en este acto es mayor y conmovedora.

 

También llama la atención el recurso de los fuegos artificiales

Le otorga color. Ya había implementado color en esas personas que se van acercando al parque, pero un cartel de fiestas sin fuegos sería soso. No es que sean especialmente coloridos, pero sí me gustan porque están bien integrados, junto a esa vista de la parte antigua de la ciudad que se toma desde el parque.

Hablaba antes de los colores, ahí ha dejado notar su firma

Uso una técnica de acuarela donde predominan los colores claros. Siempre he usado esos tonos y me siento muy cómodo. Difícilmente me veras pintar un cielo azul en mis obras. Intento buscar una sintonía. Cuando se publicó, siempre hay un porcentaje de comentarios sobre el cartel que les gustan más o le gustan menos. Por ejemplo, en el tema del corte oscuro de los árboles hay gente que no le ha parecido indicado, pero es una buena combinación entre esos tonos tierra del parque y el cielo. En general, están bien representados los símbolos en esta obra: el parque, la gente, la orquesta...

¿Está contento con la aceptación del cartel?

En Cuenca la gente es muy participativa, y los carteles no son una excepción. Hay que tener en cuenta que es el único cartel que va a salir este año. Para mí, la aceptación ha sido muy buena. Por redes sociales se ha llegado a un número muy alto de visualizaciones, algo que es más que interesante, pero sobre todo ha sido maravillosa en cuanto ves lo que se habla por estas redes. Números de ‘me gustas’, más de 1.000 comentarios, cifras de alcance muy altas... Te sientes muy orgulloso. 

“No ha sido un proceso creativo fácil. Le di muchas vueltas e hice muchos bocetos, pero desde pequeño siempre me ha gustado el Parque San Julián, tenía claro que quería pintar ahí”

¿Cree que ha cumplido su función?

Obviamente. Puede gustar más o menos, pero yo buscaba que un cartel con el que cualquier conquense, sea de Tiradores o sea de Fuente del Oro, se identificara con su ciudad y el Parque San Julián. Ya me han pedido muchos carteles porque se suelen coleccionar. Yo pinto mucho y mis obras se venden muy bien tanto en Cuenca como en toda España, pero da mucho gusto que la gente tenga obras tuyas en su casa, es un reconocimiento muy bonito.

¿A quién le dedicaría el cartel?

Es un cartel al civismo de esta ciudad. Hay casos y casos, pero en líneas generales el comportamiento de la gente ha sido ejemplar con las medidas.

¿Cómo le gustaría pintar el futuro?

Pues más alegre seguro (risas). Estamos entrando en una cierta normalidad. Es complicado volver a lo de antes, pero si fuera un cuadro no sabría muy bien cómo enfocarlo, pero la sensación al verlo tendría que transmitir mucho optimismo.