“La Capitalidad es otro aliciente más para que nos visiten los turistas en Semana Santa”

Vive la Semana Santa de Cuenca desde un doble prisma: como alcalde de la ciudad y como nazareno. Miembro de tres hermandades, el primer edil, Darío Dolz, pide que se siga manteniendo la  “esencia” de esta celebración para que la capital conquense continúe estando entre las mejores del país. “Es una cuestión de todos”, subraya.      

¿Cuáles son las expectativas para esta Semana Santa?

Muy buenas. Simplemente nos tiene que acompañar el tiempo. Ya sin mascarillas, esperamos una Semana Santa espléndida y que todo se desarrolle con normalidad.

Los preparativos municipales deben ser complicados.

Aparte del convenio de todos los años con la Junta de Cofradías de 60.000 euros, los distintos servicios del Ayuntamiento trabajan para la adecuación de los recorridos procesionales, revisiones de calles, cornisas... Y los servicios de limpieza tienen una labor importantísima durante estos días para mantener la ciudad en un estado razonable. Como novedades, hemos tenido una Unidad de Prevención y Reacción (UPR) de Policía Nacional el Domingo de Ramos dada la aglomeración de gente que se concentra en el Casco Antiguo. Y también en la madrugada del Jueves al Viernes para la procesión Camino del Calvario. Otras cuestiones son la distribución de servicios portátiles por el Casco Antiguo, la señalética... Coordinar todo es complicado pero hay ganas e ilusión.

Cuenca ostenta la Capitalidad Gastronómica. ¿Qué puede suponer para esta Semana Santa?

Es otro aliciente más para que nos visiten los turistas en Semana Santa. Estamos observando que se está recuperando el turismo de Estados Unidos. Están viniendo fines de semana a conocer la ciudad. Y tampoco dejemos de lado que se celebra el 60 aniversario de la Semana de Música Religiosa, un hito importante para la ciudad y con una programación muy importante. Esperamos que esté llena tanto la SMR como Cuenca de visitantes.

¿Qué supone la Semana Santa para Cuenca?

Es la semana más importante del año. Turísticamente es cuando más gente nos visita. Hay días en que duplicamos la población. Viene mucho turismo y muchos conquenses que están fuera a pasar sus vacaciones y también a procesionar. Es la semana más importante y todos los hoteles estarán llenos. Y también la periferia de la ciudad, casas rurales... Es un desembarco  de personas y económico muy importante. Lo que nos tiene que acompañar es la climatología.

El Domingo de Ramos ha vuelto a haber problemas.

Siempre hay un dispositivo especial en el Domingo de Ramos en el servicio de limpieza. Cuando termina la procesión, se limpia la Plaza Mayor y aledaños. Hay personas que mientras los demás estamos de celebración, están trabajando. Respetemos esas labores no tirando nada al suelo y utilizando los contenedores distribuidos por la ciudad. Es verdad que al duplicarse la población algunos días, a veces se desbordan. Seamos cívicos en todo caso y no tiremos las cosas. Si están llenos, dejemos todo bien acopiado o busquemos contenedores aledaños. Es lo que pido a los conquenses, que seamos respetuosos con la ciudad porque es un escaparate para todos los que vienen a vernos.

¿Cómo vive la Semana Santa Darío Dolz?

Me encanta la Semana Santa. Intento pasarla en familia. Procesionamos un día toda la familia con la Hermandad del Cristo de la Luz. Y disfrutando de las procesiones como espectador y también gozando en las reuniones familiares de los productos típicos de estos días como las torrijas, la garbanzada, el ajo arriero… Para mí son unas fechas muy entrañables.

¿Qué recuerdos semanasanteros tiene de su infancia?

Como tengo muchos años [risas], me voy más a los recuerdos con mis hijos cuando eran pequeños. Esa ilusión de los niños de poder ir en la fila del medio en las procesiones. Y cuando han ido creciendo, o bien llevando algún paso o de nazarenos con su padre y con su madre. Seguimos manteniendo esa tradición.

¿De qué hermandades es?

De las del Cristo de la Luz y del Huerto. Y, por tradición familiar, de la Virgen de las Angustias. Algún año he tenido la suerte de poder sacarla.

¿Cuáles son los momentos más especiales?

Hay momentos que los tienes grabados en la memoria. El ser miembro de esas hermandades te hace vivirlos de forma más especial. Por ejemplo, cuando sale El Huerto en Miércoles Santo de San Esteban o cuando va por la calle del Peso o Solera. O en la procesión Camino del Calvario, cuando Las Turbas llegan a la Plaza Mayor o se cantan los Misereres. Si no estoy en procesión, intento ver los pasos por la calle del Peso, Solera, en la Plaza Mayor... o cuando bailan El Huerto en los arcos del ayuntamiento. Son momentos muy especiales. Algún año también he sido bancero y lo vives de una forma más intensa.

¿Qué momentos recomendaría a alguien de fuera? 

Sobre todo el discurrir de las procesiones por el Casco. Ver en la Plaza Mayor cómo bajan los pasos de San Pedro en Miércoles Santo o las salidas de la iglesia del Salvador o de San Andrés o de la propia Catedral, por ejemplo el paso de la Santa Cena. Son momentos muy especiales. Desde el puente de la Trinidad hasta la Plaza Mayor, tanto de bajada como de subida, cualquier sitio es espectacular. En las curvas de la Audiencia, la entrada o la salida de los pasos en los arcos. O cuando sale o entra la Virgen de las Angustias de la iglesia de la Puerta de Valencia. O cuando entran Las Turbas en el Salvador, cómo se calla todo el mundo para ver entrar a la Virgen. 

Un deseo para esta edición.

Que todo discurra con normalidad  y no haya incidentes, que la vivamos con respeto y podamos disfrutar los conquenses y los que vengan a vernos. Somos de las mejores Semanas Santas de España, tenemos carácter internacional. Es un punto álgido turístico y repercute económicamente en la ciudad. Los conquenses imprimimos a la Semana Santa tradición, esencia, devoción y pasión. Se transmite de padres a hijos. Más de 25.000 conquenses son nazarenos. Que se mantenga la tradición y sigamos estando en lo más alto.