“El arte es tener interés por ver y analizar, una forma de vida”

Acaba de inaugurar su primera exposición individual de pintura y escultura en la Galería Punto ubicada en la capital del Turia, dentro del marco de la novena edición del evento Abierto València, que incluye una de las mejores selecciones de arte contemporáneo del país.  La muestra se titula ‘Dressing Islands’, estará disponible hasta el próximo 13 de noviembre y la colección DKV ha reconocido a la autora. 

Se trata de Victoria Iranzo (Cuenca, 1989), una artista conquense que actualmente reside en Bruselas y entiende el arte como “el interés por ver y analizar” y cree que, al fin y al cabo, “ser artista es una forma de vida”.

Le inspira todo lo que le rodea y su trabajo no solo se queda en el estudio sino que retroalimenta sus ideas a través de experiencias personales, amigos y artistas referentes como Rose Wylie, Louise Bourgeois o Paula Fifueiroa Rego, mujeres que dedicaron su vida a la pintura y fueron reconocidas “tarde, a título póstumo”, dice. 

Al encontrar la inspiración ya solo falta comenzar el proceso creativo que para Iranzo arranca cuando dibuja los bocetos de los objetos o maquetas  de formas polimórficas que después moldea para finalmente  representarlos pictóricamente en sus cuadros de colores vivos.

Un proceso disponible, por primera vez, en la Galería Punto, donde el visitante puede observar el lienzo y el prototipo al mismo tiempo. “Es algo novedoso para mí, esta vez me he lanzado a hacerlo”, dice.

Cuando todo está listo es momento de exponer y esta vez el título de la muestra es ‘Dressing Islands’ (Vistiendo Islas). Un nombre que la autora toma del primer cuadro de esta serie en el que plasma una túnica estampada con motivos isleños y “hace referencia al proceso de vestirse y a la búsqueda de un lugar idílico, de escenarios imaginarios, de ensueño, como puede ser una isla”.  

Una idea en la que trabaja desde que comenzó en el mundo del arte y que todavía no ha abandonado porque “estoy en un continuo proceso de aprendizaje y adaptación”, comenta.

También le llama la atención la adaptación de los animales al medio en el que viven y eso le lleva a mostrar interés por los estampados de camuflaje o los objetos con pinchos. De ahí que en la exposición aparezcan escudos con puntas. En la misma línea, “los humanos utilizamos la ropa para resguardarnos del frío o la lluvia y se protegen del exterior”. 

Con esto deja claro su interés “por la moda, la artesanía, los tapices, los bordados y los referentes de alta costura” por lo que no descarta en un futuro diseñar una colección porque “no sé donde están los límites”. 

Eso sí, por ahora está en un periodo de descanso aunque en su vuelta a Bruselas tiene previsto preparar varias exposiciones colectivas porque “los artistas necesitamos movernos mucho para poder vivir de esto”, asegura. 

Por ello aprovecha todas las oportunidades y se presenta a becas de producción, concursos y organiza exposiciones continuamente. Eso sí, lo que tiene claro es que “de momento, mi sitio está en Bruselas porque desde mi Erasmus quedé enamorada de esta ciudad”, aunque “siempre vuelvo a Cuenca porque es mi refugio, donde me encuentro con mi familia y recargo las pilas”.