“El arte contemporáneo es el gran desconocido para el público"
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El colectivo artístico formado por Cabello/Carceller ha recibido hace unas semanas la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes 2024. Formadas en la Universidad Complutense de Madrid completaron sus estudios de Bellas Artes en la Universidad de Vigo. Ya en el año 1992 crearon esta alianza con la que han participado en eventos como la 35ª Bienal de São Paulo en Brasil o la 56 Bienal de Venecia.
En la actualidad, son profesoras en la Facultad de Bellas Artes de Cuenca, Carceller desde el año 2009 y Cabello un año después. Ambas aseguran que este reconocimiento es el fruto de muchos años realizando un trabajo que, en cierto modo, consideran ha estado “relegado” en el ámbito social. Al mismo tiempo que reivindican la importancia del arte frente a la visión que, desde fuera, la gente tiene sobre esta rama.
¿Cómo reciben este reconocimiento?
Ha supuesto una gran alegría y también una sorpresa muy grata para finalizar el año y comenzar este 2025 con más ánimo si cabe. Además, es un reconocimiento al trabajo realizado durante muchos años, que no está para nada en la sombra, pero sí que en el caso de las artes visuales suele estar un poco relegado de cara a tener una visibilidad social para un amplio espectro de público.
Como decimos, este reconocimiento ha supuesto una grata sorpresa y, por otro, resulta interesante comprobar que la sociedad está necesitada de discursos que busquen unas nuevas estéticas, aquellas que estamos tratando de cambiar.
Entiendo que no es el primero, porque a lo largo de estos años han cosechado distintos galardones...
Somos eternas finalistas de premios (ríen). Hemos tenido la suerte de poder acceder a realizar proyectos artísticos ambiciosos gracias al apoyo económico y conceptual que estos requieren para desarrollarse. En la práctica artística contemporánea, haber estado en la Bienal de Venecia o de São Paulo es más importante que muchos premios para personas que proceden de otras disciplinas.
¿Se podría decir entonces que este es el primer premio físico?
En una medalla que sea tangible sí. La Fundación del Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (Macba) también nos otorgó un premio como finalistas. Al inicio de nuestra carrera tuvimos otros tantos, pero son premios menores en comparación con esta medalla.
¿Cómo explicarían el crecimiento que han tenido a lo largo de estos años hasta la actualidad?
Siempre tuvimos claro que era necesario tocar temáticas alternativas ya que partíamos de las micropolíticas y de la necesidad de cambiar el mundo desde lo micro. También hemos tratado de universalizar, de alguna manera, esos discursos. Sabíamos que era una carrera de fondo, pero lo hemos disfrutado.
Optar por el trabajo en colaboración es algo que sabíamos de antemano que iba a ser complicado, ya que no suele haber un reconocimiento de este tipo de opción. En las artes visuales no es tan sencillo como en otros campos que entienden la colaboración de una forma mucho más fluida. Sin embargo, se sigue pensando en la mano del artista como alguien muy concreto y el trabajo colaborativo cuesta más que se entienda. En este sentido, trabajar juntas nos ha ayudado a permanecer durante tantos años ya que, de alguna manera, es una forma de trabajo que comunica sinceridad y una cierta honestidad.
¿Cómo ha sido su evolución?
Al principio hacíamos un trabajo muy autorreferencial. Siempre lo ha sido y lo sigue siendo, partimos de nuestra propia experiencia, pero con el paso de los años fuimos ampliando colaboraciones y campos de producción para no quedarnos en una sola disciplina.
En cuanto a vocabularios artísticos, hemos crecido muchísimo y para nosotras es una ventaja. Al haber abarcado diferentes etapas no tienes nunca la sensación de haber hecho el mejor proyecto, sino que este está siempre por venir.
Haber pasado de nuestros cuerpos a otros y haber transitado problemáticas diferentes nos ha hecho tener un trabajo que condensa significados distintos y experimentar mucho.
¿Qué caracterizan sus obras?
Tenemos distintas líneas de trabajo. Hemos ido por caminos difíciles como, por ejemplo, cambiar la opinión estética que las personas o los públicos tenían sobre todo de las masculinidades femeninas. Esto es complicado porque luchamos contra la norma estética.
También hemos buscado que una parte de nuestros trabajos hable sobre la búsqueda de nuevos referentes históricos que han sido olvidados como ocurre, por ejemplo, en el proyecto ‘Una Voz para Erauso’. Estos trabajos que transitan por la historia tienen una importante dimensión de investigación.
Del mismo modo hemos utilizado algunas veces lo que llamamos 'metodologías queer’. A partir de ellas, nos colocamos a nosotras mismas como artistas y a las personas que participan en cada proyecto en un espacio incómodo. Por ejemplo, para el proyecto 'Rapear Filosofía' pedimos a unos MC’s que rapeasen varios fragmentos de textos filosóficos.
¿Cuál es el mensaje que buscan transmitir a través de ellas?
Nuestra práctica artística busca sobre todo abrir mentes a un espacio de posibilidades y de imágenes porque hay muchas identidades que no están lo suficientemente representadas. También queremos intentar que la gente piense de otra manera, resituarnos y, con ello, dar un poco la vuelta a lo que se espera de un proyecto artístico. Hay que intentar que las personas se hagan preguntas porque las respuestas no son siempre las que creemos.
Una de las cosas que siempre decimos es que la gente, a a partir de su propio bagaje cultural, ve lo que quiere ver, no lo que hay, y nosotras buscamos que vean otras esquinas o rincones.
En este sentido, la verdad es que en general hemos tenido un feedback muy bueno y la gente a menudo se nos acerca porque hay veces en que no todo está en una recepción razonada. En este sentido, hay que apelar a los sentimientos y buscar propuestas que generen cierta empatía para darnos cuenta de cosas que no están claras a primera vista.
¿Consideran que el arte está bien visto en la actualidad?
La cuestión es que el arte contemporáneo es el gran desconocido para los públicos. Falta más formación, no solo en las universidades sino también en otras etapas formativas. Se ha fundamentado toda la educación artística en lo que ves, en una idea estética muy limitada, cuando el arte contemporáneo se está fusionando a otros niveles, interactuando con otras disciplinas para ofrecer propuestas más complejas.
Creemos que hay que acercar más la práctica artística contemporánea a los públicos, aunque también entendemos que, en este sentido, tenemos un problema como país. A nivel europeo, los artistas nos vemos bien representados, pero en el Estado español el nivel cultural, artísticamente hablando, es más bajo que en otros países de nuestro entorno.
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Y, ¿a qué creen que se debe esta situación?
Cuando éramos jóvenes se hacía crítica de arte en los informativos de Televisión Española, pero eso ya no ocurre. El problema es que existe una falta de interés por parte de los medios de comunicación en dar a conocer las actividades artísticas.
Como docentes en la Facultad de Bellas Artes de Cuenca. ¿Está garantizado el futuro de los jóvenes?
Todo el mundo emite mensajes negativos y no entendemos muy bien por qué. La mayoría de los estudiantes que apuestan por esta rama, la mayoría lo hacen de manera voluntaria, sin ningún tipo de presión, en todo caso normalmente no de sus padres, y tienen por delante un mundo abierto de oportunidades; sin embargo, si tienes ganas y cosas, al formación en Bellas Artes te da una buena base a partir de la cual construir un camino no solo en la producción artística. Por ejemplo, tenemos una estudiante que está trabajando actualmente en gestión cultural en Nueva York.
¿Qué consejo les darían a las nuevas generaciones?
Pues basicamente sería que, si quieren algo, vayan a por ello. Hay que tener en cuenta que cuando uno llega a ciertos niveles de complejidad en el trabajo que desarrolla, quienes te rodean no siempre van a entender lo que haces. Por eso tienes que volar y saber que vas a tener que trabajar, pero si luchas por lo que quieres, el resultado es más satisfactorio.
A veces, se tiene una visión de los artistas como gente diletante que está todo el día sin hacer nada, cuando en realidad trabajamos muchísimo. No se llega a hacer un proyecto que realmente te satisfaga sin un fuerte trabajo de proceso detrás.
¿Qué futuros proyectos tienen?
Ahora mismo estamos trabajando en una exposición individual que se presentará en Barcelona en la galería Prats Nogueras Blanchard de Barcelona en marzo y también participaremos en una muestra colectiva en el Walker Art Center, uno de los museos más reconocidos de Estados Unidos. Para el año 2026 preparamos tambien un trabajo para el Tenerife Espacio de las Artes (Tea).