"Acercar la cultura a pueblos es maravilloso, todos deberían copiar esta iniciativa"
Todas las iniciativas que permitan acercar la cultura al medio rural tienen toda su admiración y participar en ellas le parece cuanto menos “ilusionante. Por este motivo, la reconocida escritora Carmen Posadas (Montevideo, 1953) aceptó inaugurar la segunda ronda de encuentros literarios del programa ‘Los libros viajan por la provincia’ de la Diputación de Cuenca. Y es que, tal y como ha confesado en esta entrevista, “siempre que visito localidades pequeñas como Villares del Saz me llevo sorpresas maravillosas porque esta gente agradece verdaderamente mi presencia”, una cita que termina con muy buen sabor de boca y que anima a la autora a regresar a la ciudad para, con motivo del nombramiento de Capital Española de la Gastronomía, conjugar “literatura y gastronomía” en su próxima visita.
Háblenos de ‘Licencia para espiar’, su último libro. ¿Qué le diría a los conquenses para animarles a leerlo?
En este libro trato la historia del espionaje desde los orígenes hasta la actualidad escenificando casos que me parecían notables. He narrado esto a través de mujeres porque se conocen menos y el hecho de que sea así significa que son muy buenas espías porque la mejor cualidad de estos profesionales es no ser descubiertos nunca. En ‘Licencia para espiar’ aparece desde una amante de Julio César que tuvo un papel muy preponderante en su asesinato, hasta mujeres relevantes en la Edad Media y reinas espías como Catalina de Médicis, María de Escocia o Isabel de Inglaterra. En algunos casos tenías un equipo a su cargo y otras ejercían directamente. El libro continúa con un recorrido por la segunda Guerra Mundial y acabo con una entrevista a una espía actual, que está en activo y me ha contado sus aventuras.
¿La población es consciente de que esta profesión todavía existe?
Ahora con la guerra de Ucrania nos hemos dado cuenta de que el espionaje está a la orden del día. Y no solo eso sino que también nos espían los teléfonos móviles o Alexa –asistente virtual de Amazon–. Estamos rodeados de espías, son cómo una plaga. Es interesante ver cómo ha evolucionado este arte desde la prehistoria hasta ahora.
¿Cómo ha evolucionado a lo largo de los siglos?
El espionaje se ha adaptado a los medios de cada época. Por ejemplo, yo no tenía ni idea de que en la Edad Media existían dos redes de espionaje potentísimas. Una era la Inquisición porque como su propio nombre indica se dedicaba a averiguar qué estaba haciendo todo el mundo y tenían una red de información potentísima. Por otro lado, estaban los juglares que entraban en los palacios y también bajaban a las cavernas, visitaban desde los lugares más caros hasta los más humildes y se enteraban de todo. Ahora todo funciona a través de internet.
En cuanto a su visita a Villares del Saz, ¿qué supone ir a pueblos pequeños como este?
Una alegría. Siempre que visito localidades pequeñas me llevo sorpresas maravillosas porque esta es la gente que agradece verdaderamente que vaya, entonces son casi como parte de mi familia. Lo paso muy bien en este tipo de encuentros.
¿Cómo prepara este tipo de citas con los clubes de lectura?
A mi no me gusta soltar un sermón y quiero que en todo momento se cree un diálogo entre los lectores y yo. Por ello, la persona que me presenta, me va haciendo preguntas y voy interactuando con los lectores. Después son ellos los que se lanzan a preguntar porque cuando lees un libro siempre se te quedan un montón de preguntas que hacerle al autor o autora. Busco que estos encuentros sean participativos.
¿Conocía el programa ‘Los libros viajan por la provincia?
No lo conocía pero me parece una iniciativa maravillosa, la debería copiar todo el mundo. Está muy bien pensada y gestionada. Además, para nosotros, los autores y autoras, es muy ilusionante.
¿Por qué decidió formar parte de él?
Precisamente por eso, porque todas las iniciativas que permitan acercar la cultura a personas que viven en el medio rural tienen toda mi admiración. Igual estas personas no han tenido oportunidad de leer a lo largo de su vida y ahora que igual están jubiladas o que han descubierto el mundo de la lectura durante la pandemia se han convertido en lectores voraces.
¿Cree que debe acercarse la cultura a los pueblos pequeños?
Exacto, y en este sentido me gustaría destacar la labor de las bibliotecarias y digo bien las porque la mayoría son mujeres y hacen un trabajo increíble. Tienen una gran vocación y en muchas ocasiones siguen trabajando fuera de su horario laboral, le roban horas al sueño y ponen todo su empeño para organizar clubes de lectura, encuentros y otras muchas actividades. Tienen toda mi admiración siempre.
En alguna entrevista ha confesado que no puede trabajar en varias novelas a la vez. Una vez ha sido publicado ‘Licencia para espiar’, ¿ha empezado ya un nuevo proyecto?
Tengo varias ideas ahora mismo y las voy regando para ver cuál germina. De momento no crece ninguna pero seguiré perseverando.
¿De dónde surgen esas primeras ideas?
Como decía Picasso yo creo que la inspiración te tiene que coger trabajando. No va a llegar tomándote una caipiriña debajo de un cocotero, así que la clave está en trabajar día a día.
¿Volverá pronto por Cuenca?, ¿quizá a la Feria del Libro o para disfrutar de la Capitalidad Gastronómica?
No tenía ni idea de esto último, pero contad con ello. Cuenca es una ciudad que está muy cerca y muy bien conectada con Madrid. Me encanta. Ojalá en mi próxima visita pueda combinar gastronomía y literatura.