"La caza controlada es una práctica necesaria"
Hace apenas tres meses los hermanos Vicente y Ernesto Escamilla abrieron su propio negocio en la capital conquense, un nuevo concepto de armería que tal y como ambos apuntan “está siendo todo un éxito porque en Cuenca hacía falta un negocio especializado como este”.
Y es que, han sabido hacer de su afición su trabajo y eso se nota en la pasión y la constancia que ponen cada día en atender a la clientela de Revnatur. Y, si a esto le sumamos la atención individualizada a cada cliente, está claro que, a pesar de la juventud de la empresa, están triunfando a lo largo y ancho de la provincia de Cuenca pues dan servicio a cualquier cazador e incluso hacen entregas a domicilio si el cliente lo demanda. “Asesoramos a la gente y lo aprecian porque les ofrecemos las mejores opciones según sus necesidades”, destacan.
Entre su oferta de productos hay desde la venta de munición y armas hasta la reparación de estas últimas. Además, tienen ropa y accesorios con infinitas posibilidades ya que hay quien utiliza estas prendas también para ir a esquiar porque “son totalmente impermeables y aptas para soportar temperaturas muy bajas”, apuntan Vicente y Ernesto.
Si bien es cierto que antes de su puesta en marcha en la capital conquense no había un negocio tan especializado como este y son muchas las personas que acuden buscando esa exclusividad porque hay prendas para hombre, mujer y niños que en otros establecimientos son difíciles de encontrar.
Sí, han leído bien para mujeres y niños porque, aunque parezca que no, son muchas las tiradoras que cada vez más se suman a esta afición, así como los más pequeños de la casa que van al monte acompañados de sus familias.
Por ello, en Revnatur hay espacio para todos y viendo la aceptación planean ampliar su oferta con equipamientos textiles de otras marcas con precios diversos para que sean accesibles a todos los bolsillos.
En este sentido, para facilitar la compra de productos caros han decidido hacer financiaciones a partir de 300 euros con cero por ciento de intereses y es que hay quien compra un arma por valor de 8.000 euros y desea pagarla a plazos o aquellos que quieren una chaqueta que alcanza los 1.000 euros tienen la posibilidad de no desembolsar todo el montante de golpe.
Y es que, para cazar hay que estar preparado y bien equipado, al igual que ocurre con otros hobbies para los que hay que hacer una inversión previa. En este caso más si cabe teniendo en cuenta que cada vez son más las personas que viajan a otros países para llevar a cabo esta práctica pues, tal y como apuntan los hermanos Escamilla, “los conquenses viajan cada vez más a Turquía a cazar los grandes jabalíes y también está de moda hacer safaris. Además, a Cuenca vienen sobre todo italianos interesados en participar en nuestras monterías y esa gente necesita de los materiales necesarios”.
Entre sus proyectos de futuro también está ofrecer cursos de tiro y poder “pasar la ITV a las armas de sus clientes” porque si alguien trabaja y no puede hacer este trámite en las dependencias de la Guardia Civil los hermanos Escamilla podrían hacerlo.
Con todo, Vicente y Ernesto quieren afianzar su negocio en Cuenca y seguir creciendo porque “la caza controlada es una práctica necesaria”, concluyen.