"Hice las Flores Manchegas para defender a mi tierra"

Mari Pili Martínez Fama, motillanade 35 años, conductora de apisonadora y exparticipante del programa ‘Deja SitioPara el Postre’, asegura que su próximo plan es montar un obrador
¿Cómote enteraste y como entraste en ‘Deja Sitio Para el Postre’?
Me enteré por las redes sociales. Vi un anuncio que ponía:“Si eres repostera amateur y te gusta la repostería, apúntate al nuevo programade cuatro ‘Deja sitio para el postre’”. Y yo que nunca había participado ennada, cogí y envié la foto de una de mis tartas. A los dos o tres días mellamaron para decirme que había sido seleccionada. Me preguntaron si queríaseguir adelante y les dije que sí. Me pidieron que les enviase un video, cogími móvil e hice una tarta grabándome a mí misma. Todo esto aún sin haberledicho nada ni a mi marido ni a mi familia. Y como soy tan resuelta y tanredicha en seguida me llamó Pilar Ocaña, y me dijo que les había encantado mivideo porque se me veía muy autentica.
¿Esentonces cuando se lo comunicas a tu familia?
Sí. Les dije: “Que me he presentado a un concurso derepostería”, pero no me hicieron ni caso. Vieron que esto iba en serio cuandoPilar empezó a llamarme todos los días durante una hora y media. Ella misma medijo que tenía muchísimas posibilidades de entrar por mi forma de ser, porquemis tartas estaban muy elaboradas, y porque para ser amateur tenía unaelaboración que es muy buena, así que ya se lo comenté a mi familia en serio.Mi marido me decía que me olvidase porque eran dos o tres meses y porquetenemos una niña pequeña. Pero al final me presenté al casting de Madrid dondeestábamos unas 500 personas. Pasamos 37 y se eligió a los que serían los 18concursantes del programa. Fue muy fuerte para mí que en esa elección PacoTorreblanca dijese: “La mejor galleta de reyes es la Mari Pili y quiero que seala primera que entre en mi obrador”. Me quedé que no sabía si iba o venía. Ytodo empezó así.
¿Yqué tal la experiencia?
Súper bien. Ha sido muy duro, porque han sido muchas horasde grabación, mucho tiempo, porque para grabar un programa podíamos estar tresdías, pero lo volvería a hacer. Los compañeros… son como una segunda familia.Estamos todos esperando que se organice algún evento para volver aencontrarnos. Los mentores por ejemplo tienen sus papeles dentro del programapero he hecho una muy buena relación con ellos y todos los concursantes. Hasido muy duro estar fuera tanto tiempo, sobre todo con una niña pequeña, pero realmente eran tantas horas detrabajo que no te daba tiempo a pensar.
¿Ycómo era todo cuando no estabais grabando?
Los fines de semana Paco Torreblanca y su hijo, junto a losmentores del programa, nos daban cursos de repostería. Algún fin de semanavenía la familia a verme, pero era peor porque tanto mi hija como yo nosquedábamos tristes. De hecho, cuando me veía en la tele y yo no estaba en casa,lloraba. Al final he estado casi tres meses fuera de casa y, quieras o no, esoella lo nota.
¿Yno podíais escaparos algún día?
Sí, podíamos salir, teníamos vida normal, pero cuandoterminábamos de rodar lo que te apetecía era meterte en la cama. De todos modoslos fines de semana tampoco te aconsejaban que te fueses a casa, por lo queteníamos que quedarnos allí.
Unrecuerdo del programa con el que te quedes…
Mis compañeros. Por ejemplo, en uno de los programas uno delos inmunes tenía que ayudar a cualquiera de los otros concursantes y las dospersonas me querían elegir a mí. Rocío dijo: “Yo quiero ayudar a Mari Pili” yBernabé dijo: “Me la ha quitado”. Estábamos muchísimos allí, pero los dosquerían ayudarme a mí.
Enuno de los programas hiciste flores fritas manchegas…
Sí. Nos dijeron que hiciésemos el postre que nos habíacambiado la vida y allí que me fui yo con mi molde. Todos se meaban de la risaporque todo olía a fritanga y el único que las conocía era Paco Torreblanca.Con aquello me arriesgué muchísimo porque era una fritura, pero quería hacerlaspor defender mi tierra.
Despuésdel éxito del programa, ¿ahora qué tienes pensado?
Pues me gustaría montar un pequeño obrador y hacer postrespor encargo, tipo bautizos, comuniones, cumpleaños, o lo que sea. Seguiréayudando a mi padre con su negocio arreglando los caminos de la provincia deCuenca, ya que me dedico a conducir un rodillo compactador. Pero ahora sé quela repostería es realmente lo que me encanta y seguiré formándome y aprovecharéesta oportunidad al máximo.
¿Quiéncrees que ganará el programa?
Siempre he creído que lo ganará Roció. Quiero que lo ganeella.
¿Cómoempezaste con la repostería?
Empecé en el segundo cumpleaños de mi niña porque queríahacerle una tarta especial. De eso hace casi dos años. Descubrí que haciendorepostería se me pasaban las horas muertas y aparcaba los problemas.
¿Estásde acuerdo con tu expulsión?
Sí, creo que fue justa porque, aunque mis bombonesestaban muy bien hechos, se me rompió la base en el último momento. Pero me fuicontenta. Me dijeron que había sido la persona que más había evolucionado.Nunca me imaginé que podría llegar al séptimo programa. Con la diferencia quehabía entre mis compañeros y yo, duré demasiado.
LOS POSTRES DEL PROGRAMA
Hansido mucho los postres que ha realizado Mari Pili Martínez a lo largo delprograma, su favorito, las Pastitas de Santa Inés: “Me tocaron la fibra unasgalletitas que tuvimos que hacer para unas monjas. Nos dieron seis recetas aelegir y la última eran “Pastitas de Santa Inés”. Mi hija se llama Inés así queni me lo pensé, ni miré los ingredientes que llevaba ni nada. Pero mi corazónme decía que yo tenía que hacer ese postre y lo arriesgué todo. El problemavino cuando a la hora de elaborarlas, vi que solo llevaban harina y aceite, asíque no sabían a nada. Me podía haber ido al ‘cara a cara’ porque eso no sabía anada. La monja me salvó porque puse las letras de Inés en las pastas y me dijo:“Sé que detrás de estas letras hay una historia muy bonita”. Empecé a llorar,los maquilladores, cámaras… todos empezaron a llorar. Después, hubo otroprograma en el que nos enseñaron a hacer postres para celíacos, porque hay unaniña celíaca en mi pueblo, Motilla del Palancar, que se llama Sofía y quesiempre me pedía que le hiciese una tarta y nunca se la podía hacer porque nosabía hacer ese tipo de postres. Por eso cuando aprendimos a hacerlas se ladediqué a ella”.