Mejorar sus vinos y procesos de producción siempre en armonía con la naturaleza y la tradición. Este es el objetivo que persigue Bodegas Campos Reales desde que hace 70 años se pusiera en marcha en la localidad conquense de El Provencio.
Ese espíritu de superación ha llevado a la bodega a ampliar su carta de servicios incorporando un tempranillo de producción ecológica que no contiene sulfitos añadidos. Un vino encaminado a esos clientes que cada vez más demandan productos naturales, sin aditivos ni conservantes y que es apto para alérgicos ya que está totalmente libre de químicos. Con estas cualidades es normal que su entrada en el mercado haya sido todo un éxito.
Eso no quita que las estrellas de la casa sigan siendo su Cánfora de Pie Franco, de producción limitada a partir de viñas de más de 70 años; su Canforrales Clásico, muy goloso y afrutado en boca; el Canforrales Selección, con toques balsámicos y especiados aportados por su maduración en barrica durante 10 meses; así como el Gladium Viñas Viejas, de aromas más concentrados y con un paso por barrica de 12 meses.
Estos no son los únicos vinos que forman su carta, sino que cuentan con 14 nombres diferentes que son perfectos para cualquier tipo de plato. Por ejemplo, si van a comer un arroz con pollo pueden descorchar una botella del Canforrales Rosado, mientras que si optan por degustar salmón o atún pueden tomar el Canforrales Chardonay. Si por el contrario son más tradicionales y sobre la mesa hay el típico morteruelo conquense éste deberá ir acompañado del Canforrales Clásico.
Eso sí, si antes de comprar sus vinos prefieren conocer de cerca la bodega y hacer una pequeña cata para escoger sus favoritos pueden reservar cita para acudir a una de sus visitas guiadas que incluyen también una degustación de cuatro referencias.
Por ahora solo están disponibles los jueves y viernes y en ellas los visitantes pueden descubrir de cerca su manera de trabajar que combina tradición y modernidad para conseguir la mejor calidad. Algo que no sería posible sin el trabajo de sus 400 socios, personas que se encargan de seleccionar los mejores racimos y sin los que esta bodega no podría ser un referente.
Sin embargo, en Bodegas Campos Reales no se conforman con esto y entre sus retos de futuro está ampliar mercado, adaptarse a las nuevas tendencias y, como no, mantener en marcha este pequeño paraíso manchego.
Todos los jueves y viernes hacen visitas guiadas por la bodega y catas
CAPITALIDAD
La designación de Cuenca como Capital Española de la Gastronomía también está teniendo su repercusión en Bodegas Campos Reales ya que consideran el título como un plus para atraer turismo y promocionar tanto la comida como los vinos de la tierra. A ellos, les afecta directamente porque un gran abanico de establecimientos hosteleros de la capital conquense sirven sus vinos.
Por ello, la bodega de El Provencio ha optado por promocionar la Capitalidad incorporando al etiquetado de sus vinos un código QR que redirige al cliente hasta la web promocional del evento. Y esto, teniendo en cuenta que el 85% de su producción se exporta a más de 20 países de todo el globo terráqueo, es un gran escaparate para que clientes de Japón, Alemania o Colombia conozcan Cuenca y se animen a visitarla o, por ende, probar otros productos.