Tratamientos personalizados de estética y adelgazamiento

Con la llegada del nuevo año son muchos los conquenses que, en su lista de buenos propósitos, incluyen el deseo de adelgazar. Los hay que cada mes de enero lo intentan en el gimnasio y, junto a ellos, cada vez son más los que se ponen en manos de los profesionales de Cuerpo Libre. 

Avalada por más de 25 años de experiencia, la clínica de adelgazamiento y medicina estética abrió sus puertas en Cuenca hace apenas año y medio por una cuestión de “romanticismo”, ya que su gerente, Isabel Artero, quiso, de esta forma, reivindicar las raíces de su padre, nacido en Canalejas del Arroyo, y dar respuesta, a su vez, a los problemas de salud de una prima suya. 

 Desde entonces, apoyada por siete profesionales titulados,  su centro en Cuenca es todo un referente en la aplicación de tratamientos estéticos y de adelgazamiento.

La clave de su éxito es el estudio individual y personalizado que se realiza en torno a cada caso, ya que es muy diferente una persona “que lleva 20 años con kilos encima” que otra que ha cogido cuatro en Navidad. 

La experta subraya que Cuerpo Libre “no es un gimnasio”, sino una clínica a la que el cliente acude para recibir tratamientos completos,  personalizados, supervisados de principio a fin por un gabinete médico, totalmente naturales y que no tienen ningún efecto secundario, pues en ellos no se utilizan “ni pastillas ni inyecciones”.

En sus centros no prometen “milagros”, pero sí realizan un diagnóstico teniendo en cuenta la edad, la complexión de la persona, su forma de vida, su sexo y, a partir de ahí, ofrecen un tratamiento “con nombres y apellidos”. 

Y es que, apunta, cuando te hacen un “traje a medida” tienes la seguridad de que te quedará “como un guante”, por lo que dice dormir “muy tranquila”. En todos los casos, la primera etapa va dirigida a quemar la grasa acumulada, siempre aplicando técnicas localizadas, para, a continuación, conseguir que el cliente no la vuelva a recuperar, estabilizando y reafirmando para evitar la flaccidez y el “efecto rebote”.

En su centro de Lorenzo Goñi   1, se ofrecen tratamientos con ondas térmicas, drenoterapia, mesoterapia o radiofrecuencia, entre muchos otros, porque no se trata, insiste, de “un tratamiento estándar para todo el mundo”.  Esa es, precisamente, la base de su “éxito garantizado”. 

En Cuerpo Libre, además, “se adelgaza con salud”, ya que los clientes no reciben una dieta “y vuelven mañana a que se le cambie”, sino que tienen que asistir a un control una o dos veces por semana, dependiendo de sus necesidades.  

El tratamiento se completa, además, con una atención especial a la alimentación, ya que, para Artero es muy importante “aprender a comer” y a disfrutar de la cocina.    No se trata de “pesar alimentos y pasar hambre”, ya que sus dietas son aptas para toda la familia y se basan en recetas que los clientes reciben y a partir de las cuales pueden también aprender a cocinar de forma saludable. Ello demuestra, a su juicio, que perder peso no tiene por qué ser un “castigo” y que es posible “adelgazar con una sonrisa”. 

En la clínica se ofrecen, asimismo, múltiples servicios de estética que van desde inyecciones de botox a vitaminas, tratamiento para las varices, ácido hialurónico o depilación láser, con la mirada  siempre puesta en seguir cumpliendo los deseos de los conquenses, la seguridad de que nadie quedará insatisfecho con los resultados obtenidos y el convencimiento de que la “mejor publicidad”, también en este tipo de negocios, es el boca a boca de un cliente feliz.