Especial Capitalidad Gastronómica 2023
Taberna Jovi: 45 años de un viaje único entre cócteles y el buen comer
Hace ya muchos años que el Casco Antiguo se convirtió en un referente del ocio nocturno de la capital, un lugar en el que poder disfrutar de la mejor gastronomía acompañado por unos cócteles a la altura del emblemático barrio. Y uno de esos locales que siempre está en la lista de los que hay que acudir sí o sí es la Taberna Jovi.
Situada en el número 10 de la calle Colmillo, Samuel Soria cogió hace tres años las riendas del espacio que justo hace unos meses cumplió 45 años.
Cuatro décadas de un establecimiento cuya decoración, por mucho que hayan cambiado los gustos decorativos, se ha mantenido igual: una taberna estilo inglés en pleno Casco Antiguo de Cuenca que no ha cambiado ni una baldosa y que invita a todo el que pase por la puerta a disfrutar de un viaje gastronómico sin moverse de sus sillones.
Lo que ofrece, no es para menos. Una amplia variedad de tapas, cafés especiales y cócteles con productos tanto de Cuenca como de otras partes del país y del extranjero primando siempre la calidad por encima de todo.
En materia gastronómica, Soria destaca desde los montaditos y raciones hasta las tostas o las sugerencias y recomendaciones que siempre hay fuera de carta como ceviche de lubina, guacamole, jamón ibérico “excelente”, anchoas de Santoña, etcétera.
Con las raciones se abre un abanico muy amplio de posibilidades: desde croquetas y un riquísimo revuelto de setas hasta platos más conquenses y lo más cercanos posible a la tierra siempre con productos “de mucha calidad”, subraya el gerente.
El apetito es algo que nunca sabemos cuándo nos puede llegar, y en el Jovi lo saben bien, puesto que mientras la taberna está abierta (de miércoles a viernes, de 18.30 horas hasta las dos de la noche y sábados y domingos desde las 16.00 horas hasta las tres de la noche), su cocina también está abierta.
Más de 2.000 referencias en licores junto a una variada lista de productos de Cuenca hacen que el Jovi sea el lugar perfecto para, como aseguran, beber, comer y soñar
Pero lo mejor, “la joya y lo más elaborado”, es su coctelería. Desde la más clásica hasta aquella elaborada al gusto del cliente tienen su espacio en esta taberna. “Si aquella persona que pase al Jovi quiere algo más frutal, sin alcohol, algo digestivo, algo aperitivo, se le puede ofrecer sin problemas”, asegura Soria, quien añade que hay muchas más opciones.
Y es que no es para menos, porque para que nadie se vaya sin aquello que buscaba, cuentan en esta taberna con más de 2.000 referencias entre sus licores. Desde vodkas y whiskies procedentes de diferentes puntos del mundo hasta rones, ginebras, cervezas sin que falte el típico resoli conquense o el café irlandés.
Este último, “sin duda”, es la estrella de la taberna, tal y como subraya Samuel Soria. Es una mezcla de café con whisky irlandés, azúcar y nata de pastelería montaba por ellos mismos a varilla que hace que cada vez acuda más gente hasta el Jovi para probar este delicioso café.
Aunque dentro de esta materia, también destacan otras elaboraciones como el café vienés, que no lleva alcohol, y sí su particular nata montada.
Pero si hay una cosa que tiene bien clara el responsable de la taberna, es que su mayor estrella “es la clientela local” que en estas cuatro décadas no ha parado de “beber, comer y soñar” en el Jovi.