La Taberna Albero, fiel a las tradiciones, ha renovado uno de los platos más típicos de la gastronomía conquense de cara a la celebración de las fiestas que conmemoran la reconquista de la ciudad de Conca por las tropas del Rey Alfonso VIII.
Vanesa Ocaña, joven empresaria que lleva la gerencia del Albero desde hace ya cinco años, recuerda con anhelo las historias que su abuelo, vecino de la Catedral, le contaba sobre la celebración de las fiestas de San Mateo. La verbena, que por aquellos años se hacía en la anteplaza, donde bailaba con su abuela, y la merienda, que estaba compuesta por patatas asadas, sardinas saladas y tomates de la huerta que la familia tenía en el hocino que más adelante venderían a Federico Muelas.
La Taberna Albero quiere recuperar esta tradición y para ello propone este plato sencillo pero a su vez exquisito: agujas de enhebrar vino. Está compuesto por tomate rosado del terreno con sardinas saladas ya limpias y desmigajadas regadas con aceite de oliva de la Alcarria conquense, un plato que, según hacen hincapié, “recuerda nuestro pasado y para muchos despierta unos olores que recuerdan el comienzo del otoño en la capital conquense”.
