Placer delicado y callejero. Así podría captarse la esencia de Plazería, el nuevo establecimiento de los hermanos Julio Alberto y Cristian Sánchez. Después de su trayectoria consolidada en el mundo de la coctelería en la Edad de Oro y La Huella de los Elefantes, aterriza en el casco antiguo un restaurante de aire fresco.
Los dos empresarios se atreven con una nueva propuesta que tiene por objetivo emplatar en Cuenca una propuesta gastronómica rompedora. Alejada de la cocina tradicional, aunque reconocen que no la descartan, la idea es hacer una carta transgresora especialmente enfocada en la comida callejera.
Todo ello sin dejar a un lado “el buen producto, como la carne o el marisco”, detalla Cristian. Desde el equipo al frente de los fogones y la dirección, han trabajado en el menú actual, que servirá de base para crear la definitiva. La idea también es incluir en la oferta los productos de temporada como los guisos de invierno y “adaptarse a las distintas situaciones para crear un menú para cenas, cócteles, entre otros”, manifiesta Sánchez.
Los hermanos se plantean muchos proyectos de futuro, pero, de momento, centran sus esfuerzos en ofrecer una carta atractiva. Diseñada junto a los cocineros Pablo Rocamora y Uriol, Cristian señala que la propuesta culinaria del establecimiento es “divertida. Se pueden ver desde tacos y hamburguesas, comida más callejera, a croquetas hasta platos a baja temperatura, como el canelón de costilla”.
Los dos empresarios tienen por objetivo ofrecer propuestas “que sorprendan al público”
Plazería es un local que aspira a desarrollarse en el tiempo. “Esto es un proceso de emprendimiento y crecimiento constante. No vamos a parar nunca. Estamos con reuniones y viendo cómo se han dado los primeros días. Buscamos adaptarnos y ofrecer propuestas que sorprendan al público”, remarca Sánchez. El nombre del nuevo local tampoco es cosa del azar. Se trata de conjugar en un juego de palabras todo el deleite que esconde un almuerzo o una cena. “El nombre une lo que son el placer de la comida, de la bebida y de la plaza de San Miguel”, expresa.
Plazería se ofrece así como un regalo para los sentidos en pleno corazón de la ciudad. Acompañado de la plaza, este restaurante se ofrece como un lugar idóneo para pasar una agradable velada.
A pesar de que han emprendido un nuevo camino dentro de su trayectoria, se plantean incorporar a la oferta del local un servicio de coctelería en un futuro próximo. “Cuenca es una ciudad que necesita este tipo de locales, es decir, establecimientos donde puedas comer y también tomar un cóctel o un buen champán”, detalla. El lema de los hermanos Sánchez estriba, precisamente, en no rechazar a ningún placer gastronómico. “Nunca hay que renunciar a nada”, añade.
Una de las razones por las que los empresarios tratan de ofertar numerosas y variadas opciones es el turista internacional, que habitualmente busca este tipo de atención. Antes de introducir la coctelería, el objetivo es asentarse en este nuevo negocio.
A su vez, ello llevaría a otras opciones para el cliente. “Eso abre muchos abanicos para hacer degustaciones y maridajes. Es un mundo que nos encanta. Junto con el equipo de cocina se pueden hacer propuestas bastante bonitas”, indica.
Los hermanos Sánchez invitan a los amantes de la cocina a disfrutar de su experiencia culinaria en Plazería. “El local está en un sitio privilegiado. Es un espacio único, es como entrar a una ciudad distinta”.
Bajo una estética moderna y vanguardista, con este nuevo establecimiento los empresarios persiguen que sus productos se correspondan con estos estilos. “Nosotros buscamos en este negocio ser nosotros mismos y rectificar cuando consideremos que se ha fallado. En unos meses esperamos estar al cien por cien”.
