En los días previos y posteriores al estado de alarma, una de las estampas más típicas era la de estanterías vacías en los supermercados. Más allá de estos establecimientos, las pequeñas tiendas de barrio siguen dando servicio a la clientela. Y el ecológico también está resistiendo en la provincia de Cuenca. Es más, en Coopera Natura se ha aumentado la demanda casi el doble.
Coopera Natura está integrada por cuatro socios trabajadores y es el resultado de la unión entre la cooperativa sanclementina La Entreverá (integrada por Pedro Mesas y Chema Rubio) con Despensa Natura, del que formaban parte María Andrés y Jaime Illana.
Pedro y Chema trabajan en la zona sur de cuenca y La Mancha albaceteña, donde reparten a grupos de consumo y a domicilio, mientras que María y Jaime lo hacen en la tienda de la capital conquense, donde se recogen los pedidos. Además, a raíz de la crisis desatada por la Covid-19, también se ha comenzado a llevar los productos a las casas.
Pedro cuenta que la demanda “ha aumentado bastante, casi el doble”. Además, también están llevando productos al grupo de consumo ecológico Pisto, de la capital, con el fin de que no se parase la actividad en estos días por problemas logísticos.
Su especialidad es el producto fresco aunque también trabajan envasado ecológico. “Ha aumentado la demanda de naranja y otros productos que tienen mucha vitamina. En algunos pueblos, antes se hacía un pequeño grupo de consumidores que recogían en un solo sitio y ahora se lo llevamos a sus casas para no correr riesgos. Intentamos dar el servicio”, cuenta Pedro.
Tienen unos 55 socios aunque puede comprar cualquier persona. “Entre Cuenca y La Mancha, estamos llevando semanalmente entre 70 y 80 cestas a familias. También repartimos en Villarrobledo, Tomelloso, Pedroñeras y en Mota del Cuervo hay mucha gente”, indica.
“Frente a los hipermercados grandes, estas pequeñas iniciativas siguen funcionando y dando resultado. Ayudamos a que la cuarentena se cumpla y no se tenga que salir de casa si no es necesario”, subraya.
“Ahora que se está en casa, hay que aprovechar para consumir y cocinar alimento fresco con tiempo, que es lo que faltaba en el día a día antes de todo esto. Que no se base todo en alimentos precocinados, envasados… Que en este tiempo la alimentación sea lo más saludable posible, con buenos guisos, que para eso es fundamental el tiempo y ahora hay mucho”, recalca.
“Ha cambiado el tipo de empresa que éramos porque ha variado la demanda de productos”, cuenta por su parte María Andrés, que detalla que la tienda de la capital continúa abierta aunque han cerrado la parte de cafetería durante la cuarentena.
“Había quien venía a tomar algo y compraba alguna cosa puntual o gente que pasaba por la calle y entraba a por algún producto y eso ha cambiado”, señala, explicando que ahora los consumidores planifican la compra semanal
La furgoneta de La Entreverá viene al establecimiento a descargar los alimentos y a recoger lo que otros productores dejan ahí aunque ahora también se han empezado a hacer envíos a casa, algo que no hacían antes en Cuenca capital.
“La demanda de producto fresco ha aumentado. Las dos primeras semanas se notó mucho el aumento de las ventas de legumbres, arroz… Y también de harinas, frutos secos, huevos… La gente está haciendo repostería en casa. Y café también. A mí me resulta curioso. Se están volviendo a usar las cafeteras”, bromea. “Creo que esa parte no se compraba antes con tanta antelación sino cuando había necesidad”, añade.
María aprovecha para destacar que “la alimentación ecológica es también como una medicina”. “Hay gente con patologías y con enfermedades para la que es vital su alimentación. Ahora son personas de riesgo y nosotros tenemos que estar ahí”, apunta.
El horario se ha modificado reduciendo en dos horas la apertura: de lunes a viernes, están de 10 a 14 y de 18 a 20 horas, y los sábados, cerrado.
“La parte de obrador, en la que hacemos pan y galletas, también hemos tenido más trabajo. En los pedidos de pan, hemos doblado. Antes la gente, cuando pasabas el formulario de la compra semanal, te pedían un pan y el resto de días, igual compraban en otro sitio”, continúa explicando.
“Antes no planificaba la gente la compra para los fines de semana porque igual salía fuera. Son tres días más que estás en casa que antes no estabas”, apunta.
SOPORTE A LOS PRODUCTORES LOCALES
María también destaca la importancia de “alimentarse sano y bien, de tomar producto fresco, de calidad”. En esta línea, también aprovecha para destacar que esta iniciativa sirve para apoyar a productores locales. “Nuestros productores han aumentado ventas pero la parte que vendían en mercados en Madrid, no la pueden gestionar ahora. Y hay muchos que están teniendo dificultades para vender su producción”, apunta.
“Servimos un poco de soporte. Y cuando esto pase, hasta que esto se pueda restaurar, vamos a depender mucho de nuestra propia producción”, indica, al mismo tiempo que dice que hay vida más allá de la agricultura y ganadería industrial. “Hay que cuidar para que se mantenga la ecológica, que está pasando un momento bastante complicado”, concluye.
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