Tras diez meses de intenso trabajo, el Laboratorio Urbano en Bioeconomía Forestal (Urban Forest Innovation Lab - UFIL), que nació de la mano del Ayuntamiento de Cuenca, con la colaboración de la UCLM, CEOE CEPYME o Universidad Politécnica de Madrid (UPM), entre otros, para incentivar el emprendimiento y el tejido empresarial en torno a la economía forestal, está a punto de dar por concluida su primera convocatoria.
Y lo hace con la satisfacción de haber alcanzado los objetivos marcados y de haber posibilitado que 33 participantes hayan podido desarrollar 17 proyectos emprendedores con un denominador común: el aprovechamiento de los importantes recursos naturales y forestales de Cuenca.
Al menos así lo ha puesto de manifiesto Carmen Avilés, responsable de UFIL Cuenca en la Universidad Politécnica de Madrid, quien ha destacado el gran esfuerzo realizado para salvar los inconvenientes de la pandemia y poder impartir las más de 400 horas de formación a los alumnos, además de facilitarles que pudieran desarrollar sus ideas de negocio en bioeconomía forestal, lo que ha llevado consigo compaginar sesiones virtuales con presenciales en el Instituto de Tecnología, Construcción y Telecomunicaciones (ITct) de la Universidad de Castilla-La Mancha en el Campus de Cuenca.
Un periplo que toca a su fin el 5 de febrero con la celebración a partir de las 11:30 horas de un Demo Day virtual, a través de la plataforma Microsoft Teams, en el que los alumnos puedan dar a conocer sus proyectos empresariales en busca de encontrar aliados que les ayuden a convertir esa idea de negocio en una realidad y así contribuir a generar empleo y riqueza en Cuenca, que es, en definitiva, el objetivo de este proyecto financiado a través de la iniciativa europea Urban Innovative Actions.
Hasta ahora ya se han inscrito en este demo day un centenar de participantes, entre inversores, bancos, empresas y business angels; cifra que, según Avilés, seguramente crecerá teniendo en cuenta que aún queda algo más de una semana.
PROYECTOS
Un total de 17 proyectos emprendedores muy variopintos, pese a estar todos vinculados al sector forestal, y, según Avilés, con muchas posibilidades de éxito comercial y estructural, ya que “están muy trabajados”.
Entre ellos se pueden encontrar desde una consultora medioambiental, como es Cambium, a empresas de gestión forestal, como Geforest, basada en la aplicacion de la tecnología LIDAR (láser) en el sector, o Clareo Forestal, encaminada a poner en contacto a clientes (Montes de Utilidad Pública de Ayuntamientos o fincas particulares) con trabajadores del sector.
Dentro del ámbito de los servicios ecosistémicos, se ha creado Nómada, un innovador alojamiento rural basado en estancias móviles, independientes, autosuficientes y totalmente respetuosas con el entorno, que se pueden ubicar en distintos emplazamientos dentro de la naturaleza. Y en esta línea, también se sitúa Home2bee, una iniciativa enfocada a la instalación de refugios fabricados con materiales sostenibles para abejas solitarias nativas, fomentando su cría y mejorando la polinización de cultivos.
Los cultivos sostenibles también son la base para otros dos proyectos emprendedores. Así, Byota se centra en el cultivo de la trufa del desierto como opción para aprovechar pequeñas parcelas, mientras que Mycolab plantea el desarrollo de talleres de autocultivo de hongos con fines divulgativos, educativos, nutricionales y medicinales.
Jara-Lab es el nombre de otro de los proyectos de UFIL Cuenca. Se trata de un foodlab donde se pone en valor los productos agroforestales de Cuenca mediante una segunda transformación creando alimentos saludables de gran demanda. Y en esta línea se sitúa, igualmente, Sylva, una plataforma ecommerce enfocada a la comercialización online de productos conquenses, tanto artesanales como alimenticios, conectando el medio rural con el urbano.
Vinculada al aprovechamiento de productos no madereros, está Esencias Silvestres, dedicada a la extracción de aceites esenciales de plantas aromáticas y su comercialización. Y sin dejar a un lado ese aprovechamiento de los recursos naturales, Nemétona se ha diseñado para la fabricación y comercialización de soluciones constructivas innovadoras y sostenibles, como es el caso de los paneles de madera contralaminada, elaborados con pinus sylvestris y pinus nigra conquenses.
Complementando a esta iniciativa, nos encontramos con Most, una empresa centrada en el diseño de muebles de madera y soluciones decorativas como opción de un mobiliario sostenible y tradicional.
Fibercor, por su parte, es un proyecto innovador basado en la fabricación de fibra textil ecológica como hileras de viscosa de alta calidad con tecnología Open-end, de origen botánico y biodegradable. Y Panovi20 pretende generar contenidos cinematográficos basados en los montes de Cuenca y con el objeto de concienciar sobre la importancia de preservar el medio ambiente. También teniendo como escenario los montes conquenses, nace la startup de recursos humanos People Focus dedicada al desarrollo del liderazgo y crecimiento de equipos de trabajo desde enfoques innovadores de gestión.
Por último, enmarcados en esa cada vez mayor concienciación sobre la necesidad de un desarrollo sostenible, se encuentran CO2mpensa, una empresa de servicios centrada en el cálculo y compensación de la huella de carbono, y Axis, una iniciativa dirigida a la creación de microciudades o ecoaldeas en pueblos abandonados para facilitar la redistribución demográfica y la descentralización de recursos concentrados en las urbes.