Las conquenses Adriana Arias y Anabel Moreno lideran la iniciativa de vender pastas solidarias para ayudar a los afectados por el volcán de Cumbre Vieja.
Anabel ha visto muy cerca la entrada en erupción pues hasta una semana antes de que el volcán comenzara a expulsar lava vivía a caballo entre Cuenca y La Palma por motivos laborales y familiares. Sin embargo, este fenómeno incrontrolable de la naturaleza le ha obligado a regresar a Cuenca, su ciudad natal, dejando en la isla a su marido y a todos sus conocidos y amigos.
Fue entonces cuando tuvo que buscar trabajo y Anabel Moreno, gerente del despacho de pan La Tahona, la acogió con los brazos abiertos mientras veían como la situación que atraviesan los palmeros empeoraba día a día.
Dispuestas a aportar su granito de arena idearon la fórmula para recaudar fondos que desean hacer llegar a un centro educativo de la Palma porque “la lava se ha llevado por delante los colegios y todo ha desaparecido. Muchos niños han tenido que cambiar de centro para poder seguir estudiando, todo es un caos y los más pequeños nos tocan el corazón”, asegura Adriana.
La propuesta consiste en vender pastas y dulces variados a granel en su establecimiento y los clientes pueden comprarlos en bolsas de mínimo 100 gramos por el módico precio de 1,50 euros o elegir según sus gustos que tipo de productos quieren. “Hay palmeras de chocolate y azucar, galletas integrales o pastas con frutos secos que pueden combinar como quieran, lo importante es que los conquenses se animen a ayudar”, comentan.
Hasta el momento han conseguido reunir alrededor de 300 euros pero la idea es mantener la campaña solidaria hasta final de año “para que la gente se anime a adquirirlas sobre todo durante los puentes festivos que están por llegar y en la campaña de Navidad”, explican.
Animan a otras panaderías, pastelerías y negocios en general de Cuenca a reproducir esta iniciativa solidaria para sumar fuerzas
Sus clientes han recibido con muy buenos ojos la iniciativa y son muchas las personas que ya se han acercado hasta La Tahona para aportar su pequeño granito de arena. “Hay quien viene, nos da algo de dinero y ni siquiera quiere las pastas, solo desean ayudar de algún modo y se lo agradecemos mucho”, apostillan. Han recibido la enhorabuena y el respaldo de los ciudadanos de Cuenca, aunque esperan que las instituciones tanto de Cuenca, como del resto de España respondan a la llamada desesperada de auxilio de los damnificados.
Ante la buena acogida, animan también a otras panaderías, pastelerías y negocios en general de Cuenca para que se sumen a la causa porque “juntos somos más fuertes y podremos ayudar más a todos los palmeros”.
Adriana Arias dice tener mucha suerte al haber conseguido un empleo después de abandonar su casa en La Palma, pero a diario se acuerda de todas las personas que lo han perdido todo. “La magnitud del problema no se aprecia por la televisión, el panorama es desolador”.
Por ello, se emociona con la reacción de los clientes y solo espera que la dramática situación que arrancó hace ya más de un mes termine cuanto antes para que la isla de La Palma recupere poco a poco su esplendor.
