El Parque Medioambiental de Gestión de Residuos de Almonacid del Marquesado pondrá en funcionamiento en los próximos días una planta de valorización de residuos de última generación, con la que se han creado más de 60 empleos y en la que la empresa ‘Reciclados del Marquesado’ ha invertido hasta ahora más de 15 millones de euros.
Una “buena noticia”, en opinión de Juan Griñó, consejero delegado del Grupo Griñó, al que pertenece la empresa promotora, ya que, de esta manera, este parque medioambiental, que ocupa una extensión de 68,8 hectáreas de terrenos, ya está en condiciones de trabajar a pleno rendimiento.
Una planta de reciclaje de residuos que, según ha subrayado, cuenta con la tecnología más puntera en su equipamiento, que va a posibilitar la recuperación de hasta el 85 por ciento de los materiales recibidos para ser reciclados no solo como materias primas, como por ejemplo cartón, plástico, madera, vidrio, tetrabrik, hierro o aluminio, sino también como combustible sólido reciclado con el fin de que sea utilizado por las plantas cementeras.
En este sentido, Griñó ha recalcado los beneficios medioambientales de esta actividad, no solo por dar una segunda vida a diversos materiales, sino también por contribuir a la reducción de emisiones de CO2 a la atmósfera por parte de las cementeras. No en vano, ha asegurado que la construcción de este Parque Medioambiental está alineada con el objetivo de transformar los residuos en recurso y promover la transición haci una economía circular sostenible y eficiente.
A ello se suma, tal y como ha recalcado, la creación de más de 60 puestos de trabajo, entre directos e indirectos, cubiertos en su mayoría por vecinos de Almonacid del Marquesado y comarca.
INSTALACIONES
Estas instalaciones cuentan con una planta de reciclaje de unos 3.000 metros cuadrados de superficie, otra anexa de unos 2.000 para el almacenamiento de los materiales a procesar y un vertedero controlado donde van a ir a parar aquellos restos no reaprovechables.
Vertedero que, según ha resaltado en rueda de prensa Mariona Pascual, directora del Área de Tratamiento de Residuos y Energía del Grupo Griñó, está totalmente impermeabilizado y se lleva a cabo una gestión "totalmente controlada y monitorizada con análisis periódicos".
En el perímetro también hay excavados hasta las capas freáticas unos pozos, denominados piezómetros, que permiten hacer análisis con el fin de controlar que no se produzca ninguna fuga de estos restos.
En este afán por la seguridad del entorno, Pascual ha explicado que el parque medioambiental dispone de un plan de seguimiento y monitorización sobre la avifauna que permite disponer de información continuada para el control de eventuales impactos ocasionados por la actividad y confirmar que, en ningún caso, las aves y especies protegidas de la zona se ven afectadas por la actividad de estas instalaciones.
La planta de reciclaje, que se autoabastece con energía limpia gracias a la instalación de paneles fotovoltaicos, tiene una capacidad máxima de procesamiento de unas 150.000 toneladas anuales de residuos, que en un futuro se verá duplicada con la puesta en marcha de una segunda línea de reciclaje.
De hecho, los planes de futuro del Grupo Griñó apuntan a complementar las actuales instalaciones con proyectos que tienen como objetivo aportar tecnologías innovadoras en hidrógeno, captura, uso y almacenamiento de carbono y energías renovables. Proyectos éstos que están alineados con el modelo de negocio de la compañía basado en la transformación de los residuos en recursos y en promover la transición hacia una sociedad neutra en carbono.