Tras once años celebrándose ininterrumpidamente al inicio de verano con una aceptación, en líneas generales, bastante buena, la Agrupación Provincial de Hostelería y Turismo de Cuenca decidió este año no celebrar el pasado mes de julio la que hubiera sido la edición número doce de la Semana de la Tapa, pero estudia la posibilidad de retomar el evento con un cambio de formato, de fechas y de ubicación.
Así lo asegura a Las Noticias el presidente de la agrupación, José Manuel Abascal, que entre los motivos que han llevado a tomar esta decisión apunta a que cada vez costaba más movilizar a los hosteleros para que participaran en una feria que les suponía un esfuerzo extraordinario en unas fechas que ya de por sí suelen ser de mucho trabajo para el sector.
Aunque apunta que la edición del pasado año funcionó “estupendamente”, alude a toda una serie de adversidades con las que el evento ha tenido que lidiar a lo largo de sus once ediciones, entre ellas los días de excesivo calor, los de lluvia y ediciones enteras con la competencia de un mundial o un europeo de fútbol.
A ello hay que añadir el hecho de que el parque de San Julián apenas permite dar cabida a una decena de hosteleros, cuando la idea de la asociación es “que pueda participar más gente” y conseguir que la semana, hasta ahora “demasiado local”, adquiera una repercusión al menos “regional” y pueda atraer visitantes de otras provincias de la región e incluso de comunidades próximas como Madrid o Valencia.
Buscar una nueva ubicación para que la feria deje de estar “a la intemperie”, una fecha en la que haga menos calor y fomentar la participación de los hosteleros son las ideas que se barajan en la asociación de cara a retomar un encuentro por el que solían pasar más de 12.000 personas y en el que se llegaban a servir más de 10.000 tapas.
Lo que sí tienen claro es que “es importante seguir haciendo un evento de este tipo” y aprovecharlo para mostrar la gastronomía conquense a residentes y visitantes durante una semana al año, aunque advierten de que preparar una feria más ambiciosa “no es fácil” y el proyecto “hay que madurarlo”.
En la pasada edición, hay que recordar, la asociación dejó en manos del Ayuntamiento la organización de la Semana de la Tapa y en ella participaron un total de ocho establecimientos, en su mayoría de la capital, que ofrecían tapas elaboradas a 2,50 euros. Junto a los puestos de venta de tapas y bebidas, la feria contó con varias mesas, música e hinchables para los más pequeños.
Otros eventos
Con lo que de momento tienen previsto seguir en la asociación, sin acometer grandes cambios, es con otros eventos gastronómicos que se celebran a lo largo del año como son la Ruta del Puchero, la Ruta del Pincho de Tortilla, la Ruta de la Croquetapa, Tapas de Película o el Día Mundial de la Tapa. Se trata, en este caso, de actividades que no se celebran en un lugar único, sino en los distintos bares participantes, lo que permite al público realizar una ruta de tapeo por varios locales. Se trata además de iniciativas más cómodas y económicas para la agrupación y los hosteleros participantes.
