DIPUTACIÓN CUENCA CIRCUITOS
Es noticia en Empresas: Diputación de Cuenca Solidaridad Banca Cruz Roja Eurocaja Rural
DIPUTACIÓN CUENCA FERIA DEL LIBRO

Grupo Chapela: los dulces artesanales tienen "calidad, textura y sabor"

Francisco Javier Román, propietario de la empresa taranconera, cuenta que están abiertos a muchas sugerencias en cuanto a las recetas que siguen en sus hornos
Grupo Chapela: los dulces artesanales tienen "calidad, textura y sabor"
01/12/2013 - Diana M.

La calidad y la elaboración artesanal son las principales apuestas del grupo de empresas Chapela para poder mantenerse, e incluso crecer, frente a los grandes competidores que utilizan una producción industrial.


Francisco Javier Román, propietario de la empresa taranconera, cuenta que están abiertos a muchas sugerencias en cuanto a las recetas que siguen en sus hornos. Le interesa conocer la forma en la que otras personas elaboran dulces caseros porque siempre se puede aprender de ellas, cuenta. 


La diferencia entre un producto industrial y otro artesanal como el suyo, explica Román, es enorme. “Es mucho mejor con las manos, tiene otra calidad y textura”, algo que los consumidores aprecian en el sabor. La crisis “está haciendo mucho daño”, añade, pero con esfuerzo intentan que la empresa no dé pasos hacia atrás. “Nosotros, los dueños de la empresa, estamos todo el día con los trabajadores, intentamos vender más y mantener los sueldos lo que podemos porque no podemos subir el precio de los productos, y eso es muy difícil”, argumenta Román.


La empresa Chapela posee actualmente unos 45 empleados y cuatro centros de trabajo, el que han ubicado en el término municipal de Villares del Saz será un gran punto de expansión, prevé Román, debido a su localización en plena A-III y el abundante volumen de tráfico que esta registra. 


Chapela fabrica varios tipos de pan, pero su producto estrella son los dulces. Entre ellos están el Alajú, que elaboran gracias a la adquisición hace un par de años de una factoría dedicada específicamente a este alimento tan conquense.


El reconocimiento que les ha otorgado la Cámara de Comercio de Cuenca lo reciben con una gran alegría, “los premios benefician siempre porque no te lo dan porque lo compres, sino porque lo estás haciendo bien”.


Calcular la producción mensual o anual de Chapela es complicado, señala Román, ya que se adaptan a la demanda haciendo un seguimiento diario. Sus dulces son un alimento “muy delicado” que siempre tiene que estar en su mejor punto para el consumidor, toda la materia prima es natural, no lleva conservantes. Las grandes industrias incrementan beneficios, dice Román, restando valor al producto, todo lo contrario que Chapela, que no quiere escatimar en calidad. Este es el nicho de mercado que los taranconeros han encontrado y por el que trabajan duro, están convencidos de que “los productos artesanos siempre se compran”.


Los inicios del negocio

El matrimonio formado por Francisco Javier (que nació en Valladolid) y Guadalupe comenzó con una tienda de alimentación en el Parque de los Girasoles de Tarancón hacia 1984. Pero más tarde, en 1988, decidieron alquilar una panadería para poner en práctica los conocimientos que habían adquirido por sus precedentes familiares, y también por su formación posterior. 

El gran salto lo dieron en 1991, surgió la oportunidad de instalar su tienda fuera del casco urbano, en la travesía, una vía con gran cantidad de tráfico debido a la estratégica ubicación de Tarancón en la autovía A-III. El cambio fue bueno, recuerda Román, desde entonces no han parado de crecer, incluso a principios del año 2000 llegaron a tener unos 200 despachos en Madrid. Actualmente venden en toda la región, así como en la capital de España.