Asociación Párkinson Cuenca
Fundación Globalcaja renueva su compromiso con la iniciativa ‘Comer con placer'
La Fundación Globalcaja Cuenca ha renovado su apoyo al proyecto ‘Comer con placer’, una iniciativa que la Asociación de Parkinson de Cuenca lanzó en el año 2019 dirigida a personas con disfagia, una disfunción que se estima afecta a dos millones de personas en nuestro país.
Coincidiendo con el Día del Parkinson, el presidente de la Fundación Globalcaja Cuenca, Carlos de la Sierra, ha rubricado la colaboración con el presidente de esta asociación, Rafael García, y ha tenido la oportunidad de visitar su sede, donde hoy se ha conmemorado el día de concienciación sobre esta enfermedad, con la entrega de tulipanes, flor que la representa.
Esta asociación ofrece tratamiento integral a las personas diagnosticadas con esta patología y otras enfermedades neurológicas, progresivas y degenerativas. Una de las disfunciones que ocasionan estas enfermedades es la disfagia, una dificultad para tragar e ingerir alimentos.
Un programa innovador
Precisamente, dentro del tratamiento de la disfagia, surgió el proyecto ‘Comer con placer’, en el que ya se han implicado establecimientos hosteleros conquenses y de otras provincias españolas, recibiendo formación y adaptando sus recetas y elaboraciones, para facilitar que las personas con disfagia puedan acudir a restaurantes.
Para la Fundación Globalcaja, que apoya esta iniciativa desde que se planteó hace cinco años, tiene un gran valor que se diseñen programas pensados en mejorar la calidad de vida de personas. La entidad, que destina prácticamente el 18% de sus resultados a materializar su compromiso con la sociedad, ha destacado el carácter innovador de esta iniciativa que desde Cuenca se ha extendido al resto del territorio nacional.
Gracias a ‘Comer con placer’, la disfagia ha entrado en las cocinas y cada vez más restaurantes conocen en qué consiste esta disfunción y reciben la formación oportuna para introducir en sus cartas platos preparados para este colectivo. Con ello, se consiguen varios objetivos, por un lado, que las personas con disfagia no renuncien a salir a comer fuera de casa y, con ello, evitar situaciones de aislamiento y soledad.