El consumo de pan es imprescindible para seguir una dieta equilibrada. No contiene apenas grasas y sí nutrientes básicos que ayudan a mantener una dieta saludable. Eso sí, no cualquier pan.
Si buscamos un producto saludable con garantía de calidad, la elección no puede ser otra que el pan artesano. El de toda la vida, el que se hace todos los días pero que antes de salir del horno lleva un proceso de días que garantiza unos valores nutricionales que no se encuentran en los panes industriales que llegan precongelados a las grandes superficies y otros establecimientos de venta pan.
Potenciar el consumo de pan artesano, ayudar al consumidor a que conozca sus propiedades saludables y aprenda a distinguir un pan tradicional de otro que no lo es. Ese es el objetivo que un año más se ha propuesto la Asociación Provincial de Fabricantes y Expendedores de Pan de Cuenca (AFEPAN) con la puesta en marcha de una campaña promocional que, en colaboración con CEOE-CEPYME Cuenca y el Patronato de Desarrollo Provincial de la Diputación de Cuenca, arrancará el 13 de noviembre y tendrá una duración de 15 días,
Para facilitar al consumidor la compra de un pan fresco y saludable, las 55 panaderías adheridas a la campaña lucirán un cartel de pan artesano en el que se explica que cada pieza que se vende es única por su sabor, su elaboración y por sus valores nutricionales.
También en las bolsas de papel de estos establecimientos se resaltará los beneficios de consumir pan artesano frente al industrial.
“Desde AFEPAN consideramos muy importante que el consumidor esté informado y sea consciente de lo que consume para que de esta forma pueda decidir lo que quiera comprar y tenga claro lo que está pagando”, señalaba la vicepresidenta de AFEPAN, Laura Tévar Jiménez, quien incide en que en el mercado hay panes "con muchos aditivos" que no se acercan ni por asomo a las bondades de un pan tradicional.
“El consumo de pan tradicional es muy importante para una dieta saludable, y queremos que se comprenda que solo el pan tradicional tiene los valores nutricionales adecuados para ello”, añade.
Las materias primas de buena calidad, el amasado y el fermentado “que lleva su tiempo”, son tres de las principales diferencias de elaboración que marcan la calidad del producto final.
Si hablamos de proceso industrial, el tiempo de reposo de la masa se reduce y esto impide que se formen los ácidos orgánicos que son los responsables del sabor, lo que obliga a la utilización de aditivos como el ácido ascórbico para potenciarlo. La utilización de levaduras industriales en lugar de la levadura madre que necesita un mayor proceso, nos dan panes con menor aguante por lo que en muchos casos en el industrial se utilizan conservantes.
Y así, las diferencias están presentes en todo el proceso de elaboración de un pan artesano y un pan industrial, lo que indudablemente incide notablemente en los valores saludables y nutricionales del producto final.
Pero cómo reconocer si un pan es artesano o no. Laura Tévar apunta algunas claves. El pan artesano se mantiene fresco durante más tiempo, la corteza debe ser crujiente y la miga esponjosa, “cuanto aprietas tiene que volver a su forma, no quedar aplastada”.
“El consumo de pan tradicional es muy importante para una dieta saludable, y queremos que se comprenda que solo el pan tradicional tiene los valores nutricionales adecuados para ello”.
APUESTA POR LA MEJORA Y LA CALIDAD
Dentro de la constante de los panaderos de la provincia por seguir avanzando en mejorar la calidad, adaptándose a su vez a la innovación y la demanda del mercado, la campaña de promoción del pan artesano también incluye, como en años anteriores, la formación de los profesionales.
Así, Tévar destacaba que se contará con maestros de la altura como Manuel Flecha y Alberto Pérez, que repiten en la campaña de AFEPAN.
Las masas madre y los panes con distintos cereales, como la espelta que está tan en boga, serán los temas que trabajará Manuel Flecha del 14 al 16 de noviembre; mientras que los días 20 y 21, Alberto Pérez dará paso a la pastelería artesana.
CON UN PAN DEBAJO DEL BRAZO
Por otro lado, la campaña de promoción del pan artesano mantendrá este año la iniciativa de premiar con dos meses de pan gratis al primer niño nacido en 2018.
Y es que si el pan es un alimento imprescindible en una dieta equilibrada a cualquier edad, sobre todo lo es en la infancia. De esta forma, desde AFEPAN quieren con concienciar a las familias de la importancia de consumir un pan saludable como el artesano.
"Queremos difundir por toda la provincia el mensaje de que cada barra de pan es un producto artesano único, por su sabor, por su elaboración, y por sus valores nutricionales”, añade Tévar, quien destaca que además de la información sobre alérgenos y un etiquetado correcto de los valores nutricionales, desde las panaderías tradicionales de la provincia de Cuenca quieren dar un paso más en la información al consumidor “para que sepa distinguir lo que es un pan artesano, con todas sus propiedades y beneficios, de un pan industrial que se ha elaborado de forma distinta”, y con ello animar al consumo.
Y es que, los últimos datos del Ministerio de Agricultura, Pesca Alimentación y Medio Ambiente publicados en julio de este año apuntan a que el consumo por persona y año se sitúa en 34,4 kilos por año, lo que supone un descenso del 2,8 por ciento.
Datos en los que, a juicio de Tévar, tienen mucho que ver las “malas campañas que se han hecho del pan”, incentivado además por el hecho de que “haya panes con mala calidad”, apostillaba la vicepresidenta de AFEPAN durante la campaña de presentación en la que estuvo acompañada por la responsable de proyectos de CEOE CEPYME Cuenca, Raquel Álvarez Torres, y la presidenta del patronato de Desarrollo Provincial de la Diputación de Cuenca, Paloma Casado.
Durante el acto de presentación, Raquel Álvarez, además de destacar los beneficios saludables del consumo de pan artesano, incidió en la importancia que este tiene en el mantenimiento del empleo en un sector como el panadero “muy afectado por la crisis”.
Por su parte, García Casado aplaudió la iniciativa de una campaña “en la que unimos artesanía, calidad, salud y oferta en Cuenca de un producto de calidad que también puede tener mucha repercusión en el turismo”.
