El confinamiento también ha pasado factura a nuestra vista. “Estos días ha venido mucha gente quejándose de cansancio ocular, de ojos rojos, de picores... Es normal porque pasamos más tiempo viendo la televisión y con el móvil y el ordenador. Todo es en distancia intermedia y cerca y los ojos han sufrido más”, detalla Pedro Notario Quintero, propietario de Óptica Notario.
El óptico explica que han sido muchos los que han acudido a este negocio local con más de setenta años de historia para revisarse la vista por este motivo derivado de la cuarentena impuesta para frenar la propagación de la Covid-19. “Se quejan de que ven peor de cerca o de que han tenido molestias”, señala.
Al ser servicio esencial, la óptica no ha cerrado en ningún momento durante el confinamiento aunque las primeras semanas sí redujeron su horario habitual de apertura. No obstante, pusieron a disposición de los clientes un teléfono de emergencia por si había alguna urgencia. “Hemos atendido a alguna enfermera, a algún policía… Hemos puesto nuestro granito de arena”, indica.
Ahora ya han vuelto a su horario habitual, de mañana y tarde, extremando las precauciones para garantizar la seguridad de trabajadores y clientes. Mascarillas, lavado de manos constante, soluciones hidroalcohólicas y mamparas de metacrilato en todos los mostradores son algunas de las medidas que han adoptado, además de reforzar la limpieza de las instalaciones.
EXTREMANDO LA PRECAUCIÓN
A pesar del confinamiento, este establecimiento, ubicado en Carretería, mantiene sus servicios habituales como, por ejemplo, la graduación de vista, aunque Pedro Notario puntualiza que solo están realizando ahora la medida de la tensión ocular cuando no queda más remedio dado que el aparato que se usa, un tonómetro, lanza un soplo de aire al ojo y “puede salir alguna lágrima y ser una fuente de contagio”. “Además, también hay que aproximarse mucho a la persona”, cuenta.
Además de los aparatos obligatorios con los que deben contar todas las ópticas como un autorefractómetro para una graduación inicial, un fonóptero o el citado tonómetro de aire, el establecimiento también dispone de un topógrafo corneal que sirve para medir la superficie corneal con el fin de poder adaptar las lentillas.
Óptica Notario cuenta también con una amplia gama de productos como gafas graduadas, lentes de contacto y líquidos de mantenimiento, lágrimas artificiales y gafas de sol, además de complementos como cordones y fundas, entre otros artículos.
Durante estos días, también ha habido muchas personas que trabajan en primera línea en sitios como hospitales que han preguntado en la óptica por gafas de protección graduadas.
El local -atendido por dos ópticos y un auxiliar- es amplio y se puede garantizar el distanciamiento social hasta con tres clientes en su interior pero desde la óptica recuerdan que están funcionando con cita previa para que nadie tenga que esperar en la calle si hay algún momento en el que se juntase más gente. El objetivo es poder garantizar la seguridad de los usuarios al tiempo que siguen cuidando de los ojos de los conquenses para que el confinamiento afecte lo menos posible a la vista.
