Las ofertas públicas de adquisición son una noticia recurrente en la prensa económica. Los titulares que relatan estos acontecimientos suelen rezar así: “[Gran empresa consolidada] lanza una opa sobre [empresa prometedora más pequeña]”. Al calor de estos titulares, surge sin excepción una ola de entusiasmo desmedido. Los inversores saben bien que tras un anuncio así, las acciones de la empresa opada suelen dispararse en la bolsa. Pero ¿es oro todo lo que reluce? ¿Corren los inversores algún riesgo? ¿Existe algún mecanismo de cobertura?
EL CASO MOTOROLA: CUANDO GOOGLE ERRÓ EL TIRO
Corría 2011 y la fiebre por los smartphones estaba en pleno apogeo. Entre los fabricantes de teléfonos, Motorola se estaba posicionado como uno de los actores principales del sector. Google, que no es precisamente un ignorante en cuanto a inversiones se refiere, decidió lanzarse a la piscina y lanzar una oferta pública de adquisición sobre Motorola por valor de nada más y nada menos que 12.500 millones de dólares. En 2014 vendería su participación en Motorola a Lenovo por solo 2.500 millones de dólares: una pérdida de 10.000 millones.
Fuente: IG
CÓMO PODRÍAN HABERSE PROTEGIDO LOS INVERSORES EN EL CASO MOTOROLA
Aunque parezca imposible, los inversores tuvieron la posibilidad de obtener rendimientos positivos en el fiasco de Google y Motorola. Podrían haber adquirido acciones de Motorola al enterarse de la noticia de la opa (posición larga), y haber cubierto su inversión (posición corta) sirviéndose de un CFD (contrato por diferencias). Solo habría hecho falta buscar al mejor bróker de CFD para hacerlo, regulado y con todas las garantías.
Los CFD son instrumentos que permiten ganar dinero cuando una acción sube o baja, pero sin necesidad de aportar grandes cantidades de capital gracias al apalancamiento financiero (posibilidad de abrir posiciones sin tener que depositar todo el capital necesario). De esta manera, por un capital reducido podemos asegurar una posición larga tradicional. Piense en un CFD como si fuera un seguro, más que un instrumento de inversión tradicional.
OPAS DESASTROSAS: EJEMPLOS DE ALGUNOS FIASCOS ESPAÑOLES
Uno de los ejemplos más representativos de cómo una opa puede terminar mal para los inversores incautos fue la de Sogecable por parte de Prisa. La empresa propietaria de El País, uno de los rotativos más importantes del país, acumulaba pérdidas cercanas al 100 % desde su salida a bolsa allá por el año 2000. Sogecable era la empresa dueña de Digital+, y su adquisición supuso una verdadera ruina para los accionistas, que no supieron protegerse con un CFD o con algún instrumento de cobertura similar.
Quizá la opa más desastrosa que recuerdan los inversores españoles sea la del Banco Pastor. En 2011, el Banco Popular lanzaba una opa sobre el 100 % de las acciones del Banco Pastor y su cotización en la Bolsa se disparaba. Pues bien, si algún inversor entró en ese momento sin ninguna cobertura y mantuvo su posición, lo perdió todo, ya que el Banco Popular quebró finalmente. Es un buen aviso para navegantes: invertir en opas no es una mala idea, siempre y cuando se haga con cabeza y protección.