La Asociación de Comercio de Cuenca espera que la campaña de rebajas de invierno de este año sea “buena” en lo que a facturación se refiere, ya que, según su vicepresidente, José Luis Llandrés, “se nota algo de mejoría” en uno de los sectores “más afectados ahora mismo en la ciudad de Cuenca”.
Entre los principales “enemigos” del pequeño comercio conquense, cita la venta online, “que le está haciendo bastante daño”, así como la competencia de las grandes superficies, “fenómenos” que han dejado a esta actividad económica “muy tocada”.
Y es que, recuerda, para una tienda de Cuenca “es muy difícil luchar, no puede competir con los precios que tiene una franquicia, es imposible siquiera planteárselo”.
“Ellos tienen unas herramientas que, desafortunadamente, el comercio pequeño tradicional no puede tener”, sostiene, mencionando, además, la venta de segunda mano como otra de las principales amenazas de los pequeños negocios.
Libre elección
Todos, grandes y pequeños, son libres desde el año 2012 para decidir cuándo lanzan sus ofertas y descuentos, y, si bien es cierto que en Cuenca aún proliferan los establecimientos que esperan a después de Reyes para ofrecer sus rebajas de invierno, estas cada año se adelantan más.
No vienen acompañadas de un incremento de las contrataciones para el refuerzo de las plantillas y se ven eclipsadas por campañas como el Black Friday, que contribuyen a que el consumidor final se haya “acostumbrado” a que la campaña de invierno ya arranque con descuentos, que pueden disfrutarse desde diciembre, por lo que, según Llandrés, “ya no esperan a rebajas para comprar”.
Tras admitir que en este sector “aún no ha pasado lo peor de la crisis”, el vicepresidente de esta organización de comerciantes indica que en 2017 hubo un descenso en el volumen de facturación de entre un 5 y un 10 por ciento respecto al año anterior.
Llandrés espera que en 2018 “vuelva a remontar un poco la economía de la ciudad y el comercio de un empujón hacia adelante” y para lograrlo, pide a los conquenses que compren en la ciudad, ya que el comercio local “da puestos de trabajo”.
“Que antes de buscar por internet o irse a las grandes ciudades, lo busquen primero en Cuenca, que seguramente lo que están buscando lo van a encontrar aquí y a unos precios prácticamente iguales que en las grandes ciudades o las grandes superficies”, espeta, puesto que el comercio de Cuenca “se está adaptando” a las exigencias de la sociedad actual.
En este sentido, subraya cómo, además de encontrar artículos de gran calidad, quienes compran en los comercios conquenses se pueden beneficiar de grandes descuentos que alcanzan hasta el 70 por ciento en algunos casos y promociones en prácticamente todos los comercios. Con relación a la duración del periodo de rebajas, este está estipulado en sesenta días y, en cuanto a las condiciones que debe cumplir un artículo rebajado, Llandrés también recuerda que en el etiquetado debe aparecer el precio real sin rebajar y ya rebajado.
No obstante, el plazo y las condiciones para cambios o devoluciones lo sigue determinando cada comercio.
Diferentes opciones
Entre los establecimientos que, desde finales de diciembre, ya ofrecen descuentos de entre un 20 y un 50 por ciento se encuentra Pilar Prieto, de rebajas hasta el 28 de febrero con una campaña que se cerrará ofreciendo descuentos de hasta el 70 por ciento y la liquidación de temporada.
Aunque aún es pronto para aventurar la facturación final, la encargada de tienda, Ana Donate, asegura que la previsión es “mejor que el año pasado, está por encima del objetivo”.
En la misma línea, Alicia Martínez, dependienta de Ysisi, remarca que se trata de una “importante etapa de ventas”, aunque en esta tienda, que tiene descuentos a partir del 20%, “está siendo más floja que la del año pasado”, por lo que, afirma, “con mantenernos como entonces, bastaría”.
De entre las fórmulas utilizadas por los comercios para atraer clientela también destaca la propuesta de Queens and Deer, donde “no hay rebajas como tales porque todo el año son rebajas”, según su propietario, Antonio Forriol.
No obstante, coincidiendo con los tradicionales periodos de rebajas, lanzan promociones específicas de algunos artículos o de colecciones puntuales que llegan a rozar hasta el 60% de rebaja del precio inicial.
Después de un otoño “muy duro tras un verano largo”, Antonio Forriol vaticina que esta campaña “tiene que ser un poco mejor que el año pasado como mínimo”.
“Este año va a estar un poco mejor porque desde invierno se ha venido animando un poco la cosa”, valora, esperando que las ventas “vuelvan a la normalidad y tengamos un buen 2018”.
Volver a lo de antes
Entre los comerciantes también hay quienes preferirían volver “a lo de antes”, al tiempo en que, durante el periodo de rebajas “todo el mundo ponía su producto rebajado, respetaba y cuando finalizaba la campaña, todos retiraban la rebaja para trabajar la siguiente temporada”.
Por el contrario, en la actualidad, opinan algunos, “esto es un cachondeo y hablar de rebajas no tiene sentido”.
Según las mismas voces, los clientes de hoy en día “se esperan a ver cuándo pones tus artículos a mitad de precio y llega un momento en que las tiendas cierran porque a ese precio ni siquiera recuperas lo que te ha costado el producto en factura”.
Por todo ello, opinan muchos que ya pasó el tiempo en que los comercios pequeños ansiaban la llegada de las rebajas para poder “remontar” la facturación del resto del año.
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