El sector no lo veía tan claro. Después de un año para olvidar, con una crisis sanitaria que está dejando a muchos negocios en una situación crítica, los pronósticos iniciales apuntaban a una caída estrepitosa de la demanda de uno de los regalos más tradicionales de estas fechas, al menos para muchas empresas: la cesta de Navidad.
Pero nada más lejos de la realidad. Y es que la demanda de este artículo de regalo se está manteniendo en nuestra provincia más o menos igual que el año pasado, aunque no de manera uniforme.
Las restricciones a la movilidad y la limitación de aforos en reuniones con motivo de la pandemia de la Covid-19 están llevando consigo que este año no se celebren muchas comidas o cenas de empresa, así como reuniones de amigos y familiares.
Una circunstancia que parece estar traduciéndose en una mayor demanda, por parte de los particulares, de estas cestas de Navidad como el regalo idóneo para unas fiestas tan inusuales, a lo que hay que sumar aquellas empresas que al no poder celebrar la tradicional comida navideña, deciden destinar el desembolso previsto a lotes o cestas de Navidad para sus empleados o clientes.
Comportamiento que no solo está salvando en parte el descenso de la demanda de este tipo de artículos por parte de empresas de ciertos sectores muy castigados por la pandemia, sino que, además, está desembocando, en algunos casos, en un incremento de los encargos con respecto al año anterior.
Beatriz Rodríguez, de Cárnicas Araceli, empresa que cada año confecciona lotes y cestas de Navidad, confirma a esta redacción esa tendencia al alza, hasta el punto de que “ya hemos tenido que enviar algunas cestas al extranjero, en concreto a Italia”. Y es que, según dice, “mucha gente no se va a juntar este año y esto está haciendo que opten por regalar un lote o cesta de Navidad”.
Sin embargo, la mayor parte de la clientela de este tipo de artículos en Cárnicas Araceli son empresas, que año tras año acuden a realizar sus encargos llegado el mes de diciembre y, en esta ocasión, no ha sido una excepción.
La pandemia tampoco ha cambiado los gustos de sus clientes, según indica Rodríguez, quien también resalta que “la excelente calidad de nuestros productos gourmet –la gran mayoría de nuestra provincia y de Castilla-La Mancha– hace que la gente no quiera otra cosa”.
En Alcampo Cuenca, por su parte, se habla del mantenimiento de la demanda de lotes y cestas de Navidad, al menos por ahora. Su responsable de Ultramarinos, Pablo Navarro, asegura que “el volumen de pedidos está siendo más o menos igual que el año pasado”, si bien reconoce que “en las dos últimas semanas previas a Navidad siempre se disparan las ventas de estos artículos”.
El catálogo de este año, aunque muy extenso y variado, tanto en contenido como en precios pudiendo optar por cestas de entre 9,95 y más de 400 euros, “no ha variado mucho con respecto a la campaña anterior, salvo la incorporación de las cestas de Navidad sin gluten y las ecológicas”, incide Navarro. Tanto empresas como particulares conforman la clientela de este producto en Alcampo, aunque, eso sí, según el responsable de Ultramarinos, los pedidos más habituales suelen ser de 2 a 5 cestas, salvo el de algunos ayuntamientos que están realizando encargos de entre treinta y cuarenta.
José Eugenio Puerta, propietario de La Licorería de Cuenca, por último, está viendo una mayor ralentización en la demanda de las empresas de este tipo de productos, en especial las de hostelería y turismo; algo previsible, a su juicio, con “la que está cayendo con la pandemia”. Sin embargo, sí ha denotado un incremento de los encargos de particulares, probablemente, según dice, por el hecho de que este año no vayan a salir por ahí a cenar ni a reunirse con los amigos.
Su clientela sigue optando por una cesta de Navidad completa, con muchos productos, aunque intentan que el precio no suba en demasía. Así, por ejemplo, “si antes elegían cestas de 100 euros, ahora son de 50”, detalla. Y lo que sí está notando es una mayor tendencia a elegir productos conquenses para sus cestas.
Además de tener muy claro que son de alta calidad, “la gente parece estar muy concienciada sobre la actual situación con la crisis de la Covid-19 y consideran que ahora es el momento de mirar por su tierra”. Cestas en las que también tienen su sitio todo tipo de complementos de hostelería, desde decantadores, sacacorchos y corta-cápsulas hasta cucharas de coctelería, cocteleras o bombas de vacío; artículos que dan valor añadido a este regalo.
Puerta, por último, se muestra confiado en que la demanda se vaya a incrementar en los próximos días y los clientes finalmente se animen a elegir una cesta como el mejor regalo para estas fechas.