El centro de estudios Ortega y Gasset, ubicado en Cuenca capital, no ha dejado durante el confinamiento de estar en contacto con sus alumnos para que no perdiesen el ritmo durante el tiempo en que las instalaciones han estado cerradas debido al estado de alarma por la Covid-19. Y ahora están preparando ya con gran ilusión su vuelta que, si la desescalada va bien, se prevé para junio y vendrá cargada de nuevas actividades.
Desde el centro -creado hace cinco años por Tania Lafuente Martínez, que ahora cuenta con una socia en el negocio, María José Bermejo- animan a las familias a reservar cuando antes su plaza para las clases de refuerzo de este verano puesto que los grupos serán más reducidos para garantizar la seguridad de los alumnos.
De todas formas, el centro ha seguido relacionándose con sus alumnos durante este tiempo. “Les mandamos actividades de repaso y, si necesitan ayuda de forma puntual, se la ofrecemos”, cuenta Lafuente.
Conscientes de que los chavales están cansados de deberes y de estar en casa, desde el centro Ortega y Gasset han propuesto divertidas actividades para que aprendan al tiempo que disfrutan. Así, y a través de Instagram y Skype, han jugado al bingo en español y en inglés, han cocinado un delicioso bizcocho a la taza, han practicado zumba kids y han hecho experimentos.
También les lanzan retos a través de Instagram para que los lleven a cabo y, por medio de directos, han desarrollado juegos en inglés. “Nos hemos reinventado”, subraya.
“Tenemos que tener en cuenta que tantos días de confinamiento también les afecta mentalmente”, considera, añadiendo que se han dado cuenta de que hay niños que desde casa “han sacado lo mejor de sí mismos y se han puesto las pilas”. “Por eso, este verano queremos trabajar sobre todo la autoestima y realizar actividades para poder volver a la rutina sin que les suponga un gran esfuerzo”, señala.
De cara al verano, quieren ofrecer clases para los más pequeños de la casa en las que se trabaje la materia que les ha faltado ver este tercer trimestre para que la vuelta al colegio en septiembre sea más llevadera. “Queremos ir un pasito por delante para asegurarnos de que el curso que viene, nuestros alumnos no se vean afectados por la interrupción de las clases debido a la Covid-19”, indica.
Pero en verano no va a ser todo estudiar y aunque este año se quiera ir un poco más allá en los estudios, en el centro Ortega y Gasset tienen claro que “lo importante es jugar y divertirse”. Así, propondrán actividades al aire libre: “Deporte para mover el esqueleto, que después de tantos días en casa está un poco oxidado, y sobre todo actividades culturales”.
Desde el centro hacen hincapié en que respetarán las medidas de seguridad que establezcan las autoridades con el fin de garantizar la salud de los alumnos. “Queremos que se sientan seguros en todo momento”, recalca.
Con los alumnos de la ESO, Lafuente explica que van a desarrollar un plan de estudios “totalmente diferente al de otros años”. Así, para los que no hayan superado las asignaturas, se centrarán en estas y para los que pasen de curso, se trabajarán los contenidos que han faltado por impartir. “Haremos esquemas, resúmenes, ejercicios y algún examencillo para que en el inicio del nuevo curso puedan superar las materias sin problemas”, detalla.
Además, también llevarán a cabo talleres para trabajar la parte psicológica sobre todo para “aquellos que tras el confinamiento necesiten ayuda”.
"En nuestro centro no solo nos preocupamos por la parte curricular, sino que también trabajamos la mente y el cuerpo de nuestros alumnos”En relación con los alumnos de Bachillerato, ofertarán unas clases intensivas para superar las pruebas de Evaluación de Acceso a la Universidad (EvAU), en las que les darán directrices para controlar los nervios en esos días. “Son el futuro y ahora están un poco desanimados”, lamenta.
Además, estarán todo el verano a su disposición para seguir afianzando los contenidos que más les cuesten.
“María José tiene todo bajo control para los grandes de la casa y yo estoy deseando ver a mis pequeños”, celebra Lafuente.
“En nuestro centro no solo nos preocupamos por la parte curricular, sino que también trabajamos la mente y el cuerpo de nuestros alumnos”, afirma.
Desde el centro aprovechan para dar las gracias a todos los padres y niños que les siguen cada día y les dan fuerza para continuar, y también a los profesores, que les han apoyado en todas sus decisiones, algunas duras.
“La situación es crítica, la economía empieza a verse debilitada y hemos empezado a crear un plan para este verano y para el curso que viene”, cuenta.
Aunque Lafuente reconoce que cada día que pasa en esta crisis por la Covid-19 siente que el sueño que inició hace cinco años “se está apagando”, también confía en que, cuando puedan regresar a la actividad, vuelva a sentir el calor de todos sus alumnos. Nerviosa porque dice que es como volver a empezar, también sostiene que este confinamiento les ha servido a las dos socias para darse cuenta de algunos errores que habían cometido antes y para darle una vuelta a la forma de gestionar el centro.
“Creemos que las propuestas que vamos a llevar a cabo pueden ser una gran iniciativa y mejorar la calidad de nuestro centro”, apunta. “Al final, tanto tiempo libre hace que pienses en cómo volver y, sobre todo, que es lo que quieres para el futuro de tu negocio. Así que os esperamos este verano y el próximo curso”, anima a las familias conquenses.