Innovar en la construcción, un sector que siempre le ha atraído, a pesar de no haber trabajo en él, y enfocar esta innovación hacia la sostenibilidad y la eficacia fueron los motivos que llevaron a un emprendedor conquense a lanzarse a convertir una idea de negocio en una empresa real y con proyección de futuro.
Su nombre, Pedro Luis Pardo Moreno, y el de su proyecto, Bio Lime Block System, una empresa de fabricación de bloques prefabricados para montaje en seco, elaborados con hormigón de cal, arena volcánica y astillas de madera, que, en un primer momento, le hizo merecedor de uno de los premios de la convocatoria de UFIL 2021 y ahora del I Concurso de Proyectos Empresariales e Innovación Integra 4.0 de la Diputación de Cuenca.
Un proyecto que nacía en el seno del Laboratorio Urbano en Bioeconomía Forestal, UFIL (Urban Forest Innovation Lab) y que, posteriormente, de la mano del coworking de la EOI en Cuenca (Escuela de Organización Empresarial) permitiría a su promotor dar el salto definitivo con el desarrollo del plan de negocio.
Sostenible y eficaz
Una nueva empresa que ofrece un producto totalmente novedoso, sostenible y eficaz. Y es que, tal y como explica Pedro Luis Pardo, que se ha embarcado en esta aventura con su hijo, Pedro José, estos bloques no solo son un material con huella de carbono negativa, sino que, además, cuentan con un diseño rompedor, que permite la construcción de muros sin necesidad de ningún tipo de mortero, puesto que encajan entre sí, mediante un sistema de ensamblaje tipo ‘cola de milano’.
Toda una revolución que no queda ahí puesto que estos bloques están diseñados de tal manera que, al tiempo que se montan para construir una pared, se van incorporando todos los servicios necesarios, desde el cableado eléctrico y las tuberías de agua hasta otras canalizaciones de servicios. Y es que, según apunta, “siempre me ha parecido bastante absurdo construir una pared de una casa y después romperla para incorporar todos los servicios”.
Unos bloques prefabricados que, en palabras de su promotor, además, aportan salubridad a la construcción debido a la propiedad como biocida de la cal, que elimina todo tipo de hongos, bacterías, etc. No en vano, según subraya, la cal fue el primer producto que la Unión Europea homologó contra la Covid, sin olvidar que se trata de un material mucho más durarero que el cemento.
Pero la innovación de Bio Lime Block System no queda ahí y su promotor también ha desarrollado unos paneles para aislamiento en la construcción (Bio Lime Wool) fabricados con hormigón de cal y lana, que se incorpora directamente del esquileo, sin lavarla ni cardarla, tan solo sumergiéndola en agua con cal, aprovechando su cualidad biocida. Un método que no solo permite abaratar costes con respecto a otros productos similares ya existentes en el mercado, sino que, además de aislar la vivienda, higieniza el ambiente; sin olvidar que se da valor a lana de La Serranía de Cuenca, lo que, precisamente, le ha propiciado la concesión de una ayuda de 96.345 euros del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
La empresa Bio Lime Block System ya está dada de alta y ha llevado a cabo varios pequeños proyectos, si bien está a la espera de disponer de una nave en el Centro de Empresas de la Diputación para iniciar la fabricación en serie de estos productos. Algo que esperan sea una realidad a lo largo del primer trimestre de 2023, momento en el que echará a andar en busca de hacerse un hueco en el sector de la construción.
Para ello, los arquitectos que apuesten por la bioconstrucción serán el primer objetivo de estos emprendedores, sin dejar a un lado, la autoconstrucción, porque la facilidad del montaje de estos bloques los hace ideales para cualquier persona, sin necesidad de conocimientos especializados en construcción. De ahí que padre e hijo confíen en la viabilidad de este proyecto empresarial.