El sector del Turismo Rural regresa paulatinamente a la actividad después de más de dos meses de confinamiento por la pandemia de la COVID-19. Un turismo con gran relevancia en una provincia como Cuenca, donde su riqueza natural y paisajística se convierte en uno de sus grandes atractivos para gran parte de sus visitantes.
Una vuelta a la actividad que viene siendo un hecho desde hace algo más de dos semanas en el Complejo Rural Los Barrancos, en Villalba de la Sierra. Y es que, según Rubén Martínez, uno de los responsables de esta empresa turística, desde que reabrieron sus puertas el pasado 11 de mayo, con la entrada de Cuenca en la Fase 1, ya han tenido unos cuantos clientes de la provincia, que “estaban deseando salir de casa después de dos meses de confinamiento, al igual que nosotros, por supuesto”.
Con el progresivo avance en la desescalada, las reservas se han disparado, al menos, para este complejo rural situado en pleno Parque Natural de La Serranía de Cuenca. “Desde el domingo, muchas han sido las llamadas recibidas para reservar en agosto, hasta el punto de que estamos a punto de cerrar el mes”, indica Martínez, quien, además, confía en que esta tendencia se haga extensiva al mes de julio, una vez se permitan los desplazamientos entre provincias en la mayor parte del país.
No duda en albergar buenas expectativas de cara a esta inusual y particular temporada de verano, en la que, por cierto, van a incorporar a su oferta de alojamiento una cabaña-árbol, que, a buen seguro, será “todo un reclamo para el visitante”. Y es que, tal y como detalla, se trata de una cabaña para dos personas con todo tipo de servicios, incluido jacuzzi y una terraza, que está llamada a convertirse en la suite de este complejo rural enclavado en un precioso pinar a un kilómetro de Villalba de la Sierra, en la carretera a Zarzuela.
ALOJAMIENTO
Cabaña-árbol en la que llevan trabajando desde hace unos meses y que vendrá a complementar y reforzar la variada oferta de alojamiento de este complejo. Y es que Los Barrancos dispone de un total de ocho cabañas rurales, de las que dos son de dos plazas, una de cuatro, tres de cinco y dos de seis; una manera, a juicio de Martínez, de dar respuesta a la diversidad de la demanda.
A esto hay que sumar una serie de amplias zonas comunes con un salón comedor acristalado con estufa de leña, televisión y grifo de cerveza, previa petición, así como una barbacoa cerrada y totalmente equipada con leña, parrillas, etc. y la puesta a disposición del cliente de fuegos de butano, planchas, paelleros y horno de leña; todo ello, sin olvidar, por supuesto, una piscina para uso exclusivo de clientes.
CENTRO MULTIAVENTURA
Pero Los Barrancos no es solo alojamiento, también es aventura, puesto que cuenta en el propio complejo con un centro de actividades en la naturaleza. Un centro multiaventura que ofrece la posibilidad de disfrutar al máximo de una impresionante zona como es La Serranía conquense, declarada Parque Natural y dotada de numerosos ríos y arroyos de aguas cristalinas, cuevas, simas y paredes verticales, que se suman a su rica y variada biodiversidad.
Bajo la coordinación de Juan Alique, las actividades multiaventuras se llevan a cabo con la intervención de ocho monitores totalmente cualificados y con experiencia, que, tal y como recalca Martínez, “harán de esta aventura algo inolvidable”. Y es que, a su juicio, no se puede obviar la envidiable ubicación del complejo rural, a 10 kilómetros de la Ciudad Encantada, a 2 km del Ventano del Diablo, a media hora del Parque Cinegético de El Hosquillo y a 20 minutos de Cuenca, que “permite tener a un paso un maravilloso destino de turismo cultural, pudiendo disfrutar de la belleza de una ciudad cargada de historia y rodeada por un rico entorno paisajístico”.
En definitiva, en su opinión, “Los Barrancos se encuentra enclavado en una zona perfecta para hacer turismo de aventura, turismo de naturaleza y, como no, turismo cultural”.