Bodega Altomira, un lustro abriéndose camino con sus vinos artesanos
Vinos Artesanos Altomira es una pequeña bodega familiar situada en Mazarulleque, en la Alcarria conquense, dedicada a la producción de vinos ecológicos de máxima calidad.
Al frente de ella se encuentra Maribel Fernández, gerente y “Alma Mater” del proyecto y José Manuel Vieco, “viñador” y encargado de todos los procesos en bodega.
Sus viñedos se encuentran en una zona plagada de historia y naturaleza, rodeados de yacimientos íberos y romanos, asentamientos visigodos y ruinas medievales.
Bodega Altomira cumple un lustro abriéndose camino en el mundo del vino, con unos caldos que son fruto de la fusión del saber hacer de los antepasados con los conocimientos actuales.
Después de 16 años elaborando un vino artesanal y ecológico para autoconsumo, decidieron profesionalizarse y distribuir sus vinos desde este municipio de menos de cien habitantes a restaurantes gourmets. El punto de inflexión fue en 2020 tras la puntuación que "un gurú de los vinos muy importante" le dio durante una cata privada.
La consejera de Economía, Empresas y Empleo, Patricia Franco, ha visitado hoy su bodega cueva donde ha destacado la apuesta por maridar el vino de calidad diferencial y el potencial de turismo rural del proyecto de estos empresarios.
Ha podido conocer los procesos de elaboración de las siete referencias de vinos ecológicos que produce la firma, que apuesta no sólo por algunos de los varietales más tradicionales de la bodega castellanomanchega, sino también por otros con un gran legado como la Tinta Velasco o Torrontés.
El proyecto que abanderan Maribel Fernández y José Manuel Vieco, recupera y amplía el espacio de su cueva en Mazarulleque para continuar con la tradición familiar de la elaboración de vino combinándola con una experiencia enogastroturística con otros productos de la zona, como queso, aceite o embutido.
Un espacio en el que también se pone en valor el patrimonio natural e histórico de Mazarulleque, desde la Casa de la Memoria y el mirador desde el que se puede observar la sierra que divide La Alcarria conquense y la de la provincia de Guadalajara, hasta las cuevas del municipio, una veintena de ellas visitables y concebidas como espacio para realzar el legado de la localidad.
