Aunque cada vez son más los conquenses que apuestan por tomarse unos días de descanso en junio y septiembre, los meses estrella para realizar viajes y desplazamientos en carretera dentro o fuera de las fronteras españolas continúan siendo julio y agosto. A consecuencia de ello, en los dos meses centrales del verano la actividad de los talleres mecánicos de Cuenca se dispara entre un 15 y 20 por ciento sobre la media mensual porque todos los conductores quieren tener listos sus vehículos ante la llegada de la ansiada y esperada ‘Operación Salida’.
Si bien, no todos acuden a revisar su vehículo con tiempo sino que son muchos los que esperan a última hora para ir a los talleres. Por este motivo, como sucede habitualmente, estos negocios han notificado “un ligero incremento de actividad”, tal y como señala a Las Noticias de Cuenca Miguel Garrote, presidente de la Asociación Provincial de Concesionarios y Talleres de Reparación de Automóviles de Cuenca.
Garrote está al frente de Talleres Villalaín y a nivel particular no duda en afirmar que esta está siendo “una buena época de trabajo porque la gente ha vuelto a viajar y eso significa que ponen a punto sus coches lo que se traduce en trabajo para nosotros”.
En este tipo de revisiones se presta especial atención a que la presión de las ruedas sea la adecuada, así como al buen estado del anticongelante, luces, sistemas de ventilación y de seguridad o el funcionamiento del motor. Si bien, ante la subida de precios los conquenses miran cada vez más por su bolsillo y “solicitan un presupuesto para saber el gasto que va a suponerles”.
Además, también como curiosidad, han notado que en este verano de 2022 muchos clientes han apostado por “fraccionar las reparaciones con el fin de no desembolsar todo el dinero de golpe”, apunta el presidente. Es por ello que reparan lo verdaderamente necesario.
Sin embargo el cliente no es el único afectado por la inflación o la subida de la luz sino que los propios talleres también tienen que hacer frente a estos encarecimientos a lo que se suma la falta de abastecimiento en momentos puntuales. “No tenemos la misma rentabilidad que hace un año pero en mi caso hemos apostado por asumir el incremento de precios en la medida de lo posible y que esta no afecte a la clientela”, señala. En cuanto al desabastecimiento, apunta que “las piezas tardan días en llegar” y por ello recomienda a los conquenses acudir con tiempo a sus talleres de confianza.
En la misma situación se encuentra el Grupo Auracar que, como es habitual, ha notado el aumento de “mantenimiento preventivo de vehículos porque nuestros clientes se preocupan por tener a punto sus vehículos antes de emprender el clásico viaje de vacaciones”, señala Javier García, gerente de la empresa.
En su caso, este aumento de trabajo supone un incremento de aproximadamente un 15 por ciento respecto a la facturación media del resto de meses y, a diferencia de Talleres Villalaín, “nuestros clientes aprovechan un único paso por el taller para hacer todas las intervenciones necesarias”.
Revisión que se centra en la presión y estado de los neumáticos, las posibles holguras y estado de los elementos de suspensión, frenos, escobillas y luces. Elementos que son claves para que los viajes sean seguros y los pasajeros no corran ningún riesgo al ponerse en carretera.
En lo que sí coinciden ambos talleres es en cómo está afectando el desabastecimiento de chips que condiciona el suministro de piezas concretas. Si bien, Javier García apunta que “la situación va mejorando paulatinamente, pero está todavía lejos de las cifras prepandemia”, concluye.
“No tenemos la misma rentabilidad que hace un año pero hemos apostado por asumir el incremento de precios para que el cliente no se vea afectado”
PARQUE MÓVIL DE CUENCA
Otra de las cuestiones a tener en cuenta es el estado del parque móvil de la provincia de Cuenca que, tal y como señala el presidente de de la Asociación, Miguel Garrote, “suele ser más viejo que a nivel nacional”.
Cabe precisar también que la mayor parte de los vehículos puestos a punto por estos dos talleres son diésel y gasolina, aunque puntualmente revisan eléctricos e impulsados por gas. Si bien, cada vez ganan más protagonismo los vehículos híbridos y por tanto las revisiones evolucionan con los cambios que experimentan los automóviles. “En estos casos prestamos atención a las recomendaciones de los fabricantes y en el caso de estar propulsado por gas hay que revisar minuciosamente los conductos”, señala Garrote.
Por último, señalar que los conquenses se decantan por arreglar sus vehículos antes de comprar uno nuevo ya que, además de estar reticentes a hacer grandes desembolsos de dinero, “tampoco quieren verse afectados por los retrasos de entrega”, apunta el gerente del Grupo Auracar, Javier García.
A falta de pocos días para que dé comienzo la tradicional ‘Operación salida’ son muchos los que ya tiene sus vehículos a punto pero lo más importante es ser siempre responsable al volante.