Cada vez son más las investigaciones que arrojan que las capacidades y habilidades necesarias para tener éxito en la vida no se pueden medir con nigún test de inteligencia. Basta con pensar en la trascendencia que tienen las emociones en las decisiones de nuestra vida y cómo nos influyen para comprobar que es así. Por eso, conocerlas y trabajarlas es fundamental, sobre todo desde edades tempranas.
Hace dos años Jesús Cañas, trabajador social con mucha experiencia y coaching personal, tuvo la “romántica idea” de crear en la capital un recurso que no existía donde se trabajara la inteligencia emocional. Un concepto que en países muy avanzados en educación, como Finlandia, tienen incluso integrado en su currículo como una asignatura troncal. Nació así ‘La Academia de las Emociones’, un lugar donde se prima el cuidado y la calidad y donde se trabajan las emociones con niños desde los 3 a los 12 años de manera lúdica y divertida.
“Nuestros grupos son muy reducidos porque queremos que haya mucha atención”, explica Cañas. Ubicada en la calle Ortega y Gasset, la Academia trabaja varios módulos, desde el autoconocimiento para identificar el autocontrol, la autoestima o la empatía, hasta talleres más específicos enfocados a mejorar la atención, las habilidades sociales, la relajación o las técnicas de estudio.
Asimismo, se ofrecen clases de inglés con el método Montessori, y lo más novedoso que se ha convertido en el curso estrella del año: el yoga, incluida la modalidad más avanzada Ashtanga Vinyasa, con la que se consigue el dominio físico y psíquico.
“Tenemos yoga para adultos, para niños, para embarazadas y bebés y yoga en familia”, indica Jesús, que tiene una idea muy clara de cara al futuro: convertir la Academia en un centro familiar donde todos, padres e hijos, puedan compartir tiempo y actividades.
Por eso, a esta amplia oferta se sumará en enero el inglés en familia.
“La sociedad actual y el ritmo de vida que llevamos hace que no tengamos mucho tiempo para estar con los niños, pero el poco tiempo disponible que tengamos hay que aprovecharlo al máximo, dejar los móviles, y disfrutar”.
De la misma manera, Cañas desaconseja la sobrecarga de actividades extraescolares. “A veces queremos que nuestros hijos hagan todo lo que nosotros no pudimos hacer y esto es un error. Jornadas de 9 a 14 y de 17 a 21 horas generan en los chicos un nivel de estrés muy alto. Hay que optar por tareas más provechosas y por exprimir el tiempo en familia”.
Aprovechando ahora las fiestas, y por tercer año consecutivo, ’La Academia de las Emociones’ ha preparado además su Campamento de Navidad, una original iniciativa que incluye numerosos talleres en horario de mañana y tarde y que se prolongará hasta el próximo 5 de enero. Hay decoración navideña, creación de instrumentos musicales, ambientadores artesanos, cuentos de Navidad, villancicos, elaboración de cupcakes y galletas navideñas, o un taller floral para adultos y niños a cargo de Javier Racionero, entre otros.
Una manera diferente de pasar estos días en un espacio único que apuesta todo el año por la fuerza de las emociones.