Una de las adversidades más grandes que muestra la gran resiliencia de los equipos de Cuenca es el gran problema de conseguir que sus jóvenes promesas se mantengan en la ciudad cuando les llega el momento de dar el salto a una etapa posterior a la enseñanza obligatoria. El voleibol, como el rugby, el atletismo, la natación o el piragüismo, no es una excepción.
La generación de oro del Hervás, dirigida por Fredy Mosquera (hoy en el F.C Barcelona) y Carlos Martínez (en el C.V. Leganés de Superliga 2 Femenina), entre otros, cuajó grandes resultados a nivel nacional e internacional. Pero con el paso del tiempo, parte de ese bloque ha dado un paso más y ha tenido que buscar sus oportunidades fuera de la capital. "Es el principal problema que hemos tenido esta temporada", explica Fernando Valverde, conquense que vivió un exilio similar hacia la Comunidad de Madrid, donde siguió formándose como jugador de voleibol. "Tras competir bien el año pasado en nuestra vuelta a la 1ª División Nacional, esta temporada, además del Covid y todos las adversidades extra que traía consigo, hemos tenido que afrontar bajas importantes como Vieco, García o Zabala, mientras que en el caso de nuestro capitán Carlos "Zurdo", por motivos de estudios no puede entrenar a diario con el equipo".
El conjunto conquense ha cuajado una gran primera fase tras que el Grupo C donde competía se dividiera en dos, obligándolos a competir contra rivales de las Islas Baleares, sus paisanos del ADV Miguelturra y los equipos de Andalucía. A esto hubo que añadir un parón por Covid tras detectase dos casos en el equipo, "por suerte, cuando tuvimos que recuperar los partidos no teníamos nada en juego", explica Fernando.
Para Valverde, el resurgir de este Hervás para seguir siendo competitivo en la tercera división del voleibol masculino reside en la constante formación de talentos del Hervás Cuenca. "Hemos tenido bajas importantes y eso afecta a la base de nuestro juego. Era una cuestión que estábamos seguros que iba afectar a nuestro juego". La cantera está siendo uno de los pilares de la institución conquense de voleibol y aporta algo más que jugadores para la regeneración de las plantillas. "Personalmente estoy muy contento de este equipo, llegas a entrenar y los jóvenes te transmiten una ilusión y una energía tremenda, es lo que hace que Cuenca sea una cuna del voleibol".
No obstante, en el plano deportivo no fue fácil. La adaptación y el esquema que tuvo que ingeniar Nacho González, técnico del club conquense, para incorporar a una nueva "camada" de juveniles junto a las recuperaciones de los veteranos Cristian y Chule necesitó su rodaje. "Nos costó coger nuestro juego y dar ese potencial, sobre todo en jugadores que tuvieron que cambiar el puesto, eso se veía en que había partidos que no ganábamos con la solvencia que teníamos".
El paso de los partidos y los entrenamientos y la entrega de los conquenses, a lo que se ha añadida un "excelente trabajo en la preparación física por parte de Nacho y el equipo de Magdala, con Jorge y Carlos", ha producido que el Hervás llegue a final de año "en las mejores condiciones físicas y de ritmo de competición". Así, Valverde destaca el hecho del partido ante el C.V. Utrera, "un equipo que está muy por encima del resto, pero al que le plantamos cara siendo el único club que ha conseguido hacerles un set y pelearle el resto de partido". De esta forma, el jugador espera mantener ese nivel de intensidad para este 2021 donde comienzan una segunda fase junto a los tres mejores clasificados del Grupo C-2: Molina Voley, FC Cartagena Voleibol y Adeva Murcia.
"Tenemos que encontrar una chispa más en nuestro juego, ser más eléctricos para competir ante cualquier equipo y tener esa iniciativa en los partidos, no ir a remolque. Marcar la pauta y el ritmo en el tanteo. Siendo así, estoy convencido de que vamos a ganar muchos partidos en esta segunda fase", declara Fernando.
