Tras la resaca copera intersemanal, el VivoCuenca ha regresado a la Tercera Nacional midiéndose al Rácing de Alcázar. El resultado fue 1-1 como podría haber sido cualquier otro resultado, porque ocasiones hubo de todos los colores. El denominador común fue la emoción, que de nuevo hizo vibrar a El Sargal con un disputadísimo guion y continuas idas y venidas.
El partido comenzaba con una presión alta por parte del Vivo de la que pronto se sacudía el Alcázar. Probarían fortuna los rojiblancos con un primer disparo abajo y a la derecha del meta Mario Gómez, que tenía que intervenir para evitar el primero visitante. Se la estaba jugando la escuadra visitante incluso con portero-jugador en busca del primero que abriese la lata.
Achicaba Gómez ante un visitante y momentos después los azulones aprovecharían un auténtico regalo: erró el Alcázar en el saque de banda y le pusieron el balón en bandeja a Budia, que a puerta vacía anotaba para el 1-0 ante la autocrítica de los rojiblancos por esta falta de concentración.
El choque se convertía en un ida y vuelta con continuos contraataques, y se descontrolaba también en lo que a ánimos se refiere, ya que las distintas decisiones del conjunto arbitral eran protestadas tanto por un conjunto como por el otro. Momentos antes del descanso, una buena contra orquestada por el VivoCuenca era culminada por Budia, quien se topaba con la parada del meta visitante.
Dos minutos después del paso por vestuarios era a Valen quien achicaba Óscar Ortiz para evitar que aumentasen la ventaja. Mario Gómez iba a redondear su semana personal con un vuelo más propio de fútbol 11 que de sala, ya que estuvo felino para despejar un potente chut de Bachar, que se llevaba las manos a la cabeza.
El guion del choque se igualaba y los ánimos seguían bastante caldeados debido a las actuaciones arbitrales, haciendo que cada acción fuese una guerra. Dani e “Ivi Modric” -con el exterior, marca de la casa- iban con fuerza a por el segundo, mientras que el Alcázar hacía lo propio por la igualada: Bachar estrellaba el balón contra el palo después de que Mario Gómez tuviese que intervenir en otras ocasiones peligrosas.
El Alcázar no se amedrentaba y encontraría su fruto en el 22, cuando un balón muerto quedó en línea de gol. Christian López llegó con todo y también lo hizo Mario Gómez, quien se llevó una fea patada en la cabeza cuando intentaba coger la bola. El tanto subiría al marcador a pesar de las protestas azulonas que solicitaban falta sobre el cordobés.
Se volvía loco el partido a falta de cuatro minutos para el final, de nuevo con continuas idas y venidas y con ambos metas esforzándose para mantener la portería a cero. Veía la roja Alberto Arias, quien ya había tenido algunas palabras con el colegiado durante el encuentro, encarándose con parte de la grada antes de marchar.
A falta de 30 segundos todavía tenía que intervenir Mario Gómez con una felina parada abajo y a su izquierda para evitar el 1-2. Bachar también tenía el segundo en sus botas cuando recortaba ante el meta, pero falló en la definición y se topó con el lateral de la red. Tocaba sufrir hasta el último segundo.
El 1-1 -que bien podría haber sido un 4-4- certificaría que los azulones sumaban un punto en la clasificación. Seguramente no es lo que querían, pero el público apreció el gran esfuerzo de los suyos, que se lo dejaron todo. La semana que viene buscarán esos tres puntos cuando visiten al FS Olías.
